Por Fabio Ladetto
17 Abril 2020
PEDIDO DE AMPARO. Los artistas callejeros y circenses tienen dificultades para acceder a los subsidios oficiales.
Salas, cines y teatros cerrados; talleres artísticos vacíos; recitales y funciones postergados hasta el año que viene; entradas ya compradas para shows que se reprograman; lanzamientos diferidos; eventos cancelados y una larga lista de otras contingencias hacen que la habitual broma de que “el año está perdido”, que se dice apenas comienza a correr cada nuevo calendario, se torne una dolorosa realidad.
Las medidas de contingencia lanzadas por los gobiernos nacional y provincial no alcanzan a paliar el deterioro que sufrirá la actividad cultural en tiempos de coronavirus. El asunto no es simplemente que sean insuficientes, sino que no se sabe cuál será el daño que causará la cuarentena obligatoria. A la incertidumbre sobre la fecha concreta en que se levantará el aislamiento general, se suma la certeza de que las propuestas espectaculares demorarán varios meses más para normalizarse; y encima sin saber cómo puede ser la respuesta del público, en qué medida va a volver a ocupar butacas una persona al lado de otra (o metro de por medio, da igual) y cuál será su resto económico para destinar a la cultura y al esparcimiento, cuando los bolsillos están flaqueando.
Desde el Sistema de Información Cultural de la Argentina (Sinca), dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación y que conduce el tucumano Gerardo Sánchez, se lanzó una nueva Encuesta Nacional de Cultura, de alcance federal, dirigida a artistas y organizaciones, y que garantiza confidencialidad y anonimato en las respuestas. “Tiene como objetivo generar información estadística de calidad sobre los diversos sectores de la cultura en Argentina: sus problemáticas principales y necesidades en general y, en particular, en este contexto actual de aislamiento preventivo obligatorio”, se plantea en la presentación.
Qué se pregunta
A partir de determinar la disciplina que se despliega, se inquiere sobre las frecuencias de funciones en el último año, sea en el sector estatal, comercial, independiente o comunitario; y luego se centra en las dificultades económicas para desarrollar cada propuesta (atrasos en pagos o despidos de personal), en los principales gastos que se tienen y en las mayores fuentes de financiamiento (incluyendo subsidios), entre otros temas. También se abarca el uso de las redes sociales para la presentación de espectáculos por streaming y el vínculo con el público potencial.
Los datos serán clave para determinar las políticas en el sector a mediano y largo plazo, más allá de la emergencia sanitaria. Es que la actividad artístico-cultural representa un activo económico de importancia en todos los países del mundo. En la Argentina, según datos de 2017 del Sinca, este universo aportó el 2,6% del valor agregado bruto nacional y dio empleo privado a 309.000 personas. En su informe Coyuntura Cultural 29, el organismo señala que el Gobierno de Tucumán derivó en 2017 el 0,4% de su presupuesto al área cultural e invirtió $ 164 por persona, cuando el promedio nacional fue de $ 287.
A partir de ese año, y en forma coincidente con la evolución de la crisis económica, hubo menos presencia general oficial de la Nación en el sector, y una merma de público en las salas. Pero aun con las caídas de 2018 y 2019 en inversión estatal, programas oficiales y empleo privado, meses atrás el escenario estaba muy lejos de lo que actualmente se vive.
La situación excede lo local. Un documento del Centro Federal de Competencia para la Cultura y las Industrias Creativas de Alemania, el Estado germano sufriría una caída del volumen de negocios de hasta U$S 31.000 millones por el coronavirus.
Pedidos
En ese escenario, la opción de dar por caídos o reprogramar festivales o shows (ver “Postergados...”) es una alternativa para las empresas comerciales porque muchos de esos eventos tienen seguros de cancelación contratados por cualquier imprevisto. Pero no alcanza a los grupos ni a los gestores culturales independientes, que no tienen espalda para soportar el parate.
Por ello crecen los pedidos de un mayor activismo oficial en la búsqueda de soluciones, ya que quedan meses por delante sin reanudar las funciones. El Plan Podestá implementado por el Instituto Nacional de Teatro, los beneficios de emergencia del Instituto Nacional de la Música o los subsidios a salas tienen alcances limitados, sólo para un abanico parcial de todo el universo afectado. Los cineastas, los bailarines, los artistas circenses, ambulantes y callejeros no tienen un paraguas específico de inclusión y ayuda, en una lista incompleta de hacedores de la cultura argentina que ruegan ser amparados.
Postergados o cancelados
- “Disney On Ice: 100 años de magia”, previsto para julio en el Luna Park, no se hará. En www.ticketportal.com.ar se devuelven entradas.
- Los recitales de Maroon 5, Roger Hodgson (ex Supertramp) y “Gracias Totales: Soda Stéreo”, pasan para marzo de 2021; mientras que Pat Metheny estará al mes siguiente.
- El show de Kiss previsto para mayo se reprogramó para el 21 de noviembre en Costanera Sur.
- Se cancelaron la Feria del Libro, el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici) y la Comic-Con en Buenos Aires.
- Pimpinela postergó sus recitales en el teatro Mercedes Sosa de Tucumán hasta el 4 y 5 de diciembre.
- Hasta hoy está abierta la inscripción para el concurso “Camino a Abbey Road”, en su versión “#EnCasa”. Hay que inscribirse en www.caminoabbeyroad.com.
- “Casados con hijos” se estrenará en enero.
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