Cartas de lectores
06 Abril 2020

CARLOS PÁEZ DE LA TORRE (H)

Lo conocí cuando lo restituí en su cargo provincial en el Archivo Histórico, al que había sido injustamente separado por el Gral. Bussi. Fue mi primer acto en contra las decisiones autoritarias que emanaban de las épocas sangrientas de Tucumán. Luego me acompañó para documentar el retorno de Alberdi a su provincia. Lo admiré por su sencillez, su elevado nivel intelectual y su memoria histórica. Era la memoria viva de Tucumán. Me distinguió como amigo. Me deleitaba con las interpretaciones que realizaba junto a Rubén Rodó, quien le brindaba las claves de la realidad que atesoraba el historiador. Cuando se le entregó la distinción “Domingo F. Sarmiento” en el Senado de la Nación, en el que estuve presente, recuerdo que lo recibió en “nombre de todos los tucumanos”, sin darse cuenta, quizás, que el sólo relataba la vida de su pueblo en clave de historia y de prosa. Muchas gracias por el justo homenaje de LA GACETA, instrumento escrito en donde el ejercitaba la interpretación del pasado.

Julio César Aráoz

Ex Interventor Federal de Tucumán

JUBILADOS Y CORONAVIRUS I

Lo sucedido con el pago a jubilados en esta peligrosa situación que nos toca vivir, trajo a mi memoria la vocación de servicio que había en la actividad bancaria en la que me desempeñé casi 40 años. En la década del 60-70 eran muy pocas las entidades oficiales y privadas y cada una tenía asignado el pago a jubilados por actividad (la Anses fue creada en 1991). En la sucursal Tucumán del Banco Sirio Libanés del R. de la P., donde me desempeñaba, abonábamos a los jubilados ferroviarios por medio de cajas de ahorros, sin la tecnología actual. Las herramientas de trabajo eran manuales y se comenzaban a usar algunas máquinas de calcular, y las fichas de cada titular se confeccionaban en equipos semimecánicos National 2000. Luego llegó el avance meteórico hasta la tecnología actual, que no tiene límites. Lo destacable de la época era la vocación de servicio del empleado bancario, sin distinción de jerarquías, a tal punto que cuando un beneficiario no podía ir al banco a cobrar por enfermedad el contador, tesorero o el jefe de Sección, se trasladaba a su domicilio para hacerle el pago con el efectivo y el recibo correspondiente para su firma, todo a cargo de la entidad. Hoy, cuando nos están martillando minuto a minuto por todos los medios de comunicación con el “#QuedateEnCasa”, ocurrió lo impensable con los viejos, que somos los más vulnerables. No debemos permitir que vuelva suceder, para ello es necesario que dejemos de echarnos la culpa unos a otros. “Echarles la culpa a las víctimas siempre fue mal en la Argentina”, dijo el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino. No hay culpables, hay responsables, y todos ellos deben agudizar su capacidad para encontrar la organización y la metodología que permita el pago de haberes dentro de la cuarentena, que debemos respetar rigurosamente, para protegernos hasta que todo vuelva a la normalidad.

Federico Yurcovich

JUBILADOS Y CORONAVIRUS II

Los jubilados abandonados a la intemperie en todo el país en la puerta de los bancos, agolpados para cobrar su jubilación. Te podés morir y te dejan tirado en la calle. El representante de La Bancaria, lavándose las manos, diciendo que la Anses tendría que haber fijado los números a pagar. Ni siquiera respetaron un metro de uno y otro.

Francisco Toledo

JUBILADOS Y CORONAVIRUS III

Parece increíble la situación a la que llegamos con la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno nacional. ¿Cuántos habitantes cumplen con ella? Se ven largas colas en todos los bancos sin que nadie tome conciencia de la cantidad de ciudadanos que ni siquiera guardan la distancia correspondiente para evitar contagios. Es una cuestión de conciencia y responsabilidad. Además, no se debió implementar el pago a tantos beneficiarios, mezclando a jubilados con los que perciben la Asignación Universal por Hijo. Debería haber sido gradual para evitar estas aglomeraciones. ¿Las autoridades no pensaron que estos pagos ocasionarían una verdadera avalancha de gente, estando en cuarentena? ¿Analizaron el daño que podría ocasionar este tipo de aglomeraciones? Todo debe tener un orden y si no lo respetamos nos atendremos a las consecuencias. Se habla en forma permanente del covid-19, nos saturan por todos los medios de comunicación, recomendando la famosa frase “quedate en casa” y nadie respeta estos pedidos. Una vez más estuvimos en un verdadero caos.

Marta Elisa Lizárraga

Brasil Nº 2 Barrio Los Alamos

Aguilares

VACUNACIÓN I

El miércoles 1 desde las 11 hasta las 15.30 hice cola para que me pusieran las vacunas contra la gripe y contra el neumococo en el vacunatorio de avenida Mate de Luna 1.930. Mucha gente bajo la llovizna. Conversando pese a la distancia social, un señor en voz alta preguntó por qué no se vacunaba en los barrios. Otro sugirió que se vacunara en los CAPS de la provincia. El hilo conductor de ambas propuestas era descentralizar la vacunación para evitar aglomeraciones, en este caso con un gran número de gente mayor de 60 años. Creo que es una medida que estaría en sintonía con la del Gobierno nacional de llegar a fines de mayo con la menor cantidad posible de contagios, cosa a la que no ayudan medidas como la de esta vacunación. En el Ministerio de la Salud se manejan dos escenarios: uno pesimista, donde se prevé que los casos se dupliquen cada tres días, como sucede en España y en Italia, con lo que la etapa de crisis duraría un período prolongado (unos 60 días). El escenario optimista, en cambio, espera que los contagios ocurran según el ratio de incremento de casos diarios (RIC) logrado en China, que pudo aplanar la curva en 23 días, con 250.000 infectados en Argentina a fines de mayo. Si las medidas de distanciamiento social no se acatan -escenario pesimista- a fines de mayo habría mas de 2,2 millones de argentinos infectados y muchos miles habrían muerto.

René Carlos Roncedo

VACUNACIÓN II

El sábado de la semana pasada fuimos con mi esposa a un vacunatorio que está en calle San Juan al 800, y pese a nuestra edad -tenemos más de 70 años- estuvimos en la vereda más de una hora y media. A un señor amigo de los dueños, antes de que lleguemos nosotros, le cobraron $ 500 por la antigripal: luego entró una señora, después del mediodía, y le cobraron $ 800; a nosotros, cerca de las 15, nos cobraron $ 1.100 a cada uno. ¿Cuánto gana por cada antigripal? ¿Pueden aumentar más de un 100x100 en horas? Es una vergüenza; aprovechar esta pandemia para lucrar es patético. ¿Quién controla? No dan recibo y apenas un papelucho como comprobante de vacunación. Pobre pueblo. ¿Los que no pueden trabajar por cuarentena, los pobres, que son millares, qué pueden hacer? No vacunarse. Por otra vacuna del neumococo, pedían $ 3.500. Misión imposible. Espero que, si leen esto -difícil-, las autoridades de la Provincia reaccionen y piensen un poco en los demás y en devolver sus importantes sueldos con alguna preocupación por la gente.

Rodolfo Dagum

Salta 721

San Miguel de Tucumán

LA PESTE NEGRADE 1522

La peste negra en el año 1522 se llevó 70 millones de personas. Seguro que después hubo cambios profundos, sobre todo en la parte comercial, ya que ese virus se multiplicó en Italia y pasó a los países limítrofes, dejando a su paso cadáveres, sembrando pánico, como nos pasa a nosotros ahora en este 2020. Desde el año 1522, el ser humano evolucionó pero sigue siendo el mismo soberbio y egoísta; sigue amando el poder y las conquistas; el mundo gira alrededor de los países más ricos. Creo que no se escarmienta y padecemos los mismos síntomas; todo es circunstancial y volveremos a repetir lo mismo. El hombre no cambia.

Carlos Rubén Ávila

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