Coronavirus: el riesgo de ir por detrás de los sucesos

Coronavirus: el riesgo de ir por detrás de los sucesos

05 Abril 2020

En las redes sociales y las páginas de los diarios, vimos entre ayer y hoy lo que debería haber ocurrido el último viernes. Tarde. Intendentes, gobernadores, funcionarios, bancos y bancarios rápidamente encontraron la forma, en menos de 12 horas, de solucionar el desastre que provocaron por negligentes. Colocaron sillas, para que jubilados y pensionados no tuviesen que esperar horas parados, y se aseguraron de que se cumpliera con el distanciamiento social que recomienda la OMS. Pero fue tarde.

Hasta les ofrecieron bebidas calientes para pasar las primeras horas de la mañana del sábado con temperaturas mínimas.

Los bancos extendieron los horarios de trabajo y reorganizaron al personal interno. Chequearon las líneas telefónicas para aquellos que necesitaban hacer consultas. Pero fue tarde.

Desde Anses difundieron información precisa y se encargaron de que la confusión, que reinaba el viernes entre los beneficiarios de AUH, Fondos de desempleo y ayudas sociales, llegase a todos ellos. Pero también fue tarde.

Nada de todo eso repara el riesgo al que se sometieron cientos de personas en todo el país. Y aunque lo ocurrido “no tira por la borda el aislamiento de semanas” según la doctora Viviana Crivelli, docente de la Facultad de Medicina de la UNT, sí modifica el escenario notablemente.

Para muchos de los que el viernes se pasaron el día fuera de sus casas, enfrentándose al coronavirus sin barbijo (algunos pocos tenían) y con un alcohol en gel que compartían, ese día era la primera vez que salían de casa en los últimos 15. Lo dice Juan Aranda, de 66 años, un albañil retirado con aportes, que cobra una jubilación que apenas supera la mínima. “Ya no me queda plata ni para el super”, cuenta en la nota publicada por nuestro diario ayer.

Es que la orden había sido clara: proteger a los grupos de riesgo y respetar la cuarentena obligatoria dictada por el presidente Alberto Fernández.

El jefe de gabinete Santiago Cafiero agradeció a los jefes municipales en sus redes sociales por “poner el hombro” junto a las fuerzas de seguridad para que el cobro de las jubilaciones y pensiones no vuelva a exponer a los mayores. ¿no deberían los intendentes haberlo hecho antes? ¿No es su obligación como funcionarios velar por el bienestar de la sociedad?

Las culpas iban y venían. Nadie quiso quedarse con esa brasa quemando en las manos pero alguien debe hacerse responsable. El pedido se escuchó ayer desde algunos sectores de la oposición e incluso Eugenio Semino, defensor de la tercera edad, había pedido la renuncia del secretario de Seguridad Social, Luis Bulit Goñi, y del director de Anses, Alejandro Vanoli. Sin embargo el Presidente, que dijo estar “preocupado, enojado y molesto” por lo sucedido, no castigó a nadie ni tiene previsto hacerlo. Ninguno de sus funcionarios recibirán un llamado de atención por las fallas en el operativo. Al menos hasta ahora. Mientras tanto, la pobreza argentina se para frente a la enfermedad que aterra al mundo, sin miedos. La preocupación en miles de hogares argentinos, ha quedado demostrado, no es el coronavirus, sino el hambre.

Es lamentable ver que los funcionarios parecieran ir siempre por detrás de los acontecimientos. No es la primera vez que ocurre. Tuvieron trece días para verlo y no lo hicieron. Conviene considerar que esto no puede ocurrir en el pico de la pandemia, estimado a mediados del mes que viene. Los funcionarios deben ponerse a planear y trabajar en serio.

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