La pandemia puso en foco la desigualdad educativa

La pandemia puso en foco la desigualdad educativa

03 Abril 2020

Las situaciones límite suelen poner de relieve lo mejor y lo peor del ser humano. En consecuencia, lo mismo sucede con sus poderes, sistemas, instituciones. El coronavirus ha puesto en evidencia que ni siquiera las naciones más poderosas del orbe están preparadas para enfrentarlo. La pandemia ha obligado a declarar una cuarentena obligatoria para preservar la vida. Esta crítica realidad pone a prueba las fortalezas y debilidades del sistema educativo en nuestro país. El cese de actividades ha obligado a instrumentar métodos de enseñanza empleando como herramienta principal la tecnología para evitar que los chicos pierdan clases.

Una cantidad considerable de docentes se han visto obligados a incursionar abruptamente en la tecnología, pese a que en los últimos años el Estado ha hecho esfuerzos para capacitarlos. Por otro lado, hoy más que nunca se percibe la desigualdad social. Mientras muchos hogares cuentan con una o más computadoras y gozan de los beneficios del mundo digital, una gran parte de la sociedad carece no solo de estas herramientas, sino que su principal preocupación es la supervivencia. En poblaciones de los Valles Calchaquíes, por ejemplo, la mayoría de las familias carece de internet, así como de ordenadores, de manera que los alumnos permanecen excluidos de las nuevas modalidades que plantea la educación del siglo XXI. Una buena parte de los docentes de estas geografías tampoco están preparados para el cambio.

También en las mismas ciudades hay hogares con varios hijos en edad escolar que deben compartir una sola computadora con los problemas que ello acarrea. Aquellos que pueden se valen de sus teléfonos móviles para hacer los deberes, pero hay cosas que no se pueden mediante el celular. Si carecen de wifi, y solo se depende de los limitados datos móviles, muy poco se podrá hacer si no se tienen los recursos económicos adecuados.

La administración nacional anterior dio de baja el sistema Conectar Igualdad que proveía netbooks a estudiantes primarios y secundarios, lo cual implicó un retroceso significativo, según está mostrando la realidad actual. En 2017 se realizó en nuestra ciudad el Congreso Internacional de Educación, que contó con disertaciones de expertos y de estudiantes del otreos países, que dejaron muchos conceptos para la reflexión. Un bloguero español, de 14 años, afirmó: “tenemos un gran reto por delante y es unir las nuevas tecnologías con los chicos; nosotros entramos en el colegio viniendo de un mundo de móviles (celulares); tenemos acceso a todo tipo de información y entramos en un colegio lleno de libros, apalancado en el siglo XIX y muy poco del siglo XX; tenemos el reto de unir los tres siglos”.

La realidad actual evidencia que estamos muy lejos de poder hacer frente a ese desafío. Los establecimientos educativos se han convertido, en muchos casos, en un espacio de contención social, más que en lugares para aprender y generar conocimientos. Si se prepara a los docentes ya en su formación inicial en cómo abordar la enseñanza en forma creativa y a manejar los recursos que proporciona la tecnología -que si manejan los chicos-, se darán pasos importantes en materia educativa. Pero también el Estado debe crear una infraestructura eficiente para el desarrollo de esta actividad fundamental en cualquier nación porque no en vano se sostiene que sin educación no hay progreso.

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