El gran problema inmobiliario de los fallidos juegos de Tokio

El gran problema inmobiliario de los fallidos juegos de Tokio

Con la reprogramación de la cita olímpica llegaron una serie de complicaciones que afectan al desarrollo de la capital japonesa. Por Jorge Luna Arrieta | La Voz*

Los edificios de la villa olímpica ya casi están listos, pero quedaron en medio de la polémica. (AP/Archivo) Los edificios de la villa olímpica ya casi están listos, pero quedaron en medio de la polémica. (AP/Archivo)
02 Abril 2020

Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 debieron ser reprogramados para el año próximo, debido a la pandemia del coronavirus. Al margen de la enorme frustración de los deportistas, lo cierto es que esta situación generó enormes complicaciones en lo económico y en diferentes planos. Uno de ellos es el inmobiliario.

La villa olímpica es uno de los elementos que forman parte la enorme inversión que se realiza para organizar un Juego Olímpico. Los Ángeles 1932 fue el primero en construir una, con la particularidad de que sólo estaba pensada para los varones (unos 1.200). Las 126 mujeres deportistas que tomaron parte de ese evento fueron alojadas en un hotel.  

La mayoría de estos complejos terminó siendo reutilizado como viviendas residenciales (Helsinki 1952 fue el primero en hacerlo y, junto con el de Munich 1972, estaban pensados para personas de bajo recursos). El que quedó en el olvido y abandonado fue el de Berlín 1936, emparentado con el nazismo y Adolf Hitler.

Apuesta y decepción

La villa olímpica de los próximos Juegos Olímpicos de Tokio (que se realizarán en 2021) también está prevista para, post Juego, ser utilizada como complejo habitacional de lujo. Toda la infraestructura dibuja un ocho, haciendo la analogía con el símbolo del infinito, y la villa olímpica está en el centro de esa figura.

Esta villa está construida, en parte, sobre un terreno ganado sobre el mar. Consta de 23 edificios (de entre 14 y 18 pisos) ecológicos, con material reutilizable y con tecnología de punta.

En total, serán 5.900 departamentos pensados para personas y familias de buen pasar económico. En la primera etapa de venta previa se compraron mil unidades (algunos departamentos superaron el 1,5 millón de dólares) y este mes se iba a realizar la segunda preventa. Con el corrimiento de la fecha de los Juegos se decidió suspender esta segunda etapa.

Pero el retraso del evento deportivo generará incumplimientos en la fecha de entrega de las unidades que ya fueron adquiridas. En todos los casos, los contratos están estipulados con fecha de entrega, algo que se respeta a rajatabla en Japón. De hecho, esto generará un enorme conflicto entre quienes adquirieron un departamento y la inmobiliaria que realizó la venta. En el mejor de los casos, puede haber anulación de la operación. Pero no se descartan demandas judiciales por incumplimiento.

A esto se suma otro detalle, que explicó el experto en mercado inmobiliario japonés Tomohiro Makino: "Existe el riesgo de una caída de los precios de las unidades. Si todo el entusiasmo y las expectativas ligadas a los Juegos se estancan, la situación se va a poner difícil para los vendedores en el corto plazo”. El negocio se cae en varios planos.

Mal estado

El impacto también le llega al gobierno de Tokio. En primer lugar, porque forma parte del consorcio que se encargó de la construcción del complejo. Es decir, tardará en recuperar (ya ni siquiera se habla de ganancia) lo que invirtió en ese desarrollo. Y en segundo lugar porque tenía previsto una serie de obras de infraestructura y urbanismo para potenciar la zona, post Juegos Olímpicos.

Pensando en el crecimiento poblacional que tendrá ese sector de la ciudad (con vistas a la bahía y a rascacielos), allí se proyectó construir una escuela, un parque, un gimnasio, una pileta y una estación de bomberos, entre otras obras de mejoras en los servicios. Con este contratiempo, todo esto debería esperar, por lo menos, hasta 2024 para comenzar a realizarse.

Hay más

Existen otros contratos que se cayeron. Muchos espacios fueron alquilados temporalmente (por uno o dos meses) como parte del circuito aledaño que se monta alrededor de los Juegos (tiendas, espacios de distracción, exposiciones, bares, etc.). Y muchos de esos espacios ya fueron arrendados con contratos ya firmados para después de la fecha en la que se debían disputar originalmente los Juegos. Cuando en realidad se disputen (23 de julio al 8 de agosto de 2021) esos espacios no estarán disponibles para alquileres temporarios.

Se estima que este corrimiento de los Juegos Olímpicos de Tokio a 2021 generará unas pérdidas de unos 10 mil millones de dólares en cuestiones de logística. Entre ellas está incluida la cuestión inmobiliaria.

* Este texto fue publicado originalmente por La Voz. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.

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