Coronavirus: ¿Cuál es el escenario optimista y cuál el pesimista?

Coronavirus: ¿Cuál es el escenario optimista y cuál el pesimista?

En el país hay más esperanzas que en otros. Un informe detalla que los argentinos podríamos llegar a fines de mayo con 250.000 casos. El peor escenario plantea, en cambio, 2,2 millones de contagios.

Alberto Fernández y Ginés González García, el domingo 29 de marzo, cuando se decidió la ampliación de la cuarentena. Alberto Fernández y Ginés González García, el domingo 29 de marzo, cuando se decidió la ampliación de la cuarentena. Télam.

Un asado con amigos. Salir de casa a tomar un helado. Ir a pedalear o a correr. Dejar a los chicos en el colegio y seguir al trabajo. La cotidianeidad -como la conocemos- ha desaparecido. Los argentinos estamos convocados a quedarnos en nuestras casas para que la propagación del coronavirus sea lenta. El Gobierno espera que el número de infectados aumente de manera “sustancial” en los próximos días.

Un informe que ha llegado a las manos del ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, plantea dos escenarios extremos: pesimista u optimista. En el primero de los supuestos, se ha estimado que los casos se dupliquen cada tres días, como sucede en España y en Italia. De ser así, no se aplanaría la curva y la etapa de crisis duraría un período prolongado (unos dos meses). El escenario optimista, en cambio, imagina que los contagios ocurran según el comportamiento del ratio de incremento de casos diarios (RIC) logrado en China, que pudo aplanar la curva en 23 días.

Pero lo que realmente pone en dimensión las diferencias entre ambos modelos matemáticos son los contagios y muertes esperados. Si las medidas de distanciamiento social no se acatan (escenario pesimista), a fines de mayo habría más de 2,2 millones de argentinos infectados y miles de miles habrían muerto. Esos números producirían un colapso en el sistema de salud.

Pero hay esperanza. Y esa esperanza está puesta en que se logre un aplanamiento de la curva que nos sitúe, al 17 de mayo, en un aproximado de 253.000 casos. De ese total, unos 34.000 serían severos y unos 11.000 críticos. Con estas cifras, los hospitales y médicos podrían dar respuestas.

En Argentina, el primer caso se detectó el 3 de marzo. Dos días después, desde el Gobierno emitieron recomendaciones de aislamiento a viajeros. En España, eso se hizo en el día 36 desde la aparición del primer enfermo. La suspensión de las clases se decidió aquí en el día 13 (China lo hizo en el día 27; Italia en el día 35 y España en el día 41). El cierre de las fronteras argentinas se resolvió en el día 12 (Italia en el día 40 y España en el día 47). “En conclusión, a diferencia de la mayoría de los países afectados, la Argentina ha implementado medidas de atenuación en sus primeros 15 días”, se lee en ese texto oficial. Si las ciudades donde se confirman casos refuerzan estas reglas, podría esperarse un buen resultado, se añade. De hecho, se consigna que una de las disposiciones que se deberían tomar es el bloqueo masivo de los municipios con casos confirmados y evidencia de transmisión local y comunitaria. La existencia del reporte, que lleva el sello del Ministerio de Salud, fue confirmada por el diario La Nación, que lo publicó hace unos días. Luego, LA GACETA obtuvo una copia a través de una fuente gubernamental.

¿Qué significa achatar la curva y por qué es importante? Los autores de este estudio también han diagramado dos escenarios intermedios: tardío y temprano. En la peor de esas previsiones -menos dramáticas que las anteriores-, los casos se duplicarían hasta el 15 de abril. Recién después, Argentina podría igualar a China. Es decir, se llegaría al aplanamiento más tarde que los chinos (ellos comenzaron a desacelerar en el día 23 desde el primer caso; nosotros lo haríamos en el día 43). El buen escenario intermedio, pronostica que las infecciones se dupliquen hasta el 31 de mayo. De ahí en más, se alcanzaría el ratio del país asiático (15 días antes que en la versión anterior).

La interpretación del Ministerio de Salud es que los países que tomaron medidas drásticas y tempranas lograron incidir en el comportamiento de la curva. Las naciones que fueron moderadas o lentas -como España, Italia, Estados Unidos o Brasil- fracasaron en el control de la situación. La expresión “achatar la curva” significa menos infectados en un día.

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