Fin de año

Fin de año

El coronavirus puso en pausa las internas del oficialismo y los desencuentros de la oposición.

La crisis por el avance del coronavirus canceló los asuntos políticos en la provincia, al menos en la faz pública. Más allá de algunos pequeños chisporroteos, no hay lugar para las internas en el oficialismo ni para los desencuentros dentro de la oposición. Atrás quedaron por el momento los desbarajustes por los inicios de las nuevas gestiones y las rencillas por el poder en las carreras nacional, hacia las senadurías en 2021, y provincial, por la gobernación en 2023.

La pandemia puso una especie de punto final al año político, tras dos meses y medio. Los dirigentes, de hecho, sostienen que la situación sanitaria no sólo eclipsa las demás sino que además podría cambiar todo el escenario, de acuerdo a cómo transcurran las medidas y el desempeño de la dirigencia durante este tiempo.

“Anuario”

En estos pocos más de dos meses antes del parate, el ambiente político estuvo agitado, marcado en Tucumán por las polémicas y los conflictos relacionados con la dirigencia y las instituciones.

Un decreto del gobernador, Juan Manzur, del seis de enero inauguró el 2020. En el contexto de una serie de medidas económicas de ahorro, suspendió el pago para los trabajadores estatales de la última cuota de la “cláusula gatillo” de 2019.

El punto disponía revisar los acuerdos periódicamente y ajustar el porcentaje de aumento si es que la inflación medida por el Indec era mayor al número acordado. La cláusula había mantenido el poder adquisitivo de los estatales durante los últimos años, pero en paralelo desestabilizaba las cuentas oficiales por los vaivenes inflacionarios.

Esta suspensión desató el conflicto gremial más resonante desde que Manzur es gobernador. Hubo idas y vueltas: el Ejecutivo sostuvo que la cláusula estaba eliminada; después que estaba suspendida y luego ofreció pagarla en cuotas y no remunerativa. Los docentes colmaron la plaza varias veces, desafiaron a las dirigencias de los gremios que los representan y el comienzo del ciclo lectivo se demoró en muchas escuelas. No hubo avances en las reuniones de conciliación obligatoria y las paritarias con el resto de los estatales quedaron trabadas. Finalmente, y con este conflicto en el freezer, Manzur decidió pagar la cláusula ya con el aislamiento social en marcha. Definió que será remunerativo para aquellos que estén a 10 años de jubilarse y en seis cuotas, además de actualizar las asignaciones familiare y las ayudas escolares y de otorgar un adicional de $1.800 por agente.

En medio de estas turbulencias y de una interna sindical, se supo que el titular de ATE, Marcelo Sánchez, estaba nombrado como funcionario en el Gobierno provincial y que habría asesorado en materia de paritarias al estado empleador al tiempo que se sentaba como interlocutor de los empleados para negociarlas.

El transporte fue otro de los grandes problemas de este trimestre. Tras varias amenazas y medidas de fuerza por falta de pago de los choferes, la Provincia anunció su intención de provincializar el servicio. A los municipios, sobre todo los opositores, no les cayó bien la idea.

En suspenso quedó también la interna subterránea entre el manzurismo y el jaldismo. Lo mismo sucedió con algunos roces entre las autoridades provinciales y el kirchnerismo local a la hora de negociar los cargos de organismos nacionales.

La seguridad pasó por ahora también a otro plano, pero siempre es uno de los reclamos más sostenidos de la ciudadanía. Y con mucha razón. Un nuevo plan se puso en marcha y habrá que esperar los resultados cuando la circulación se normalice.

Por otro lado, en el sector más numeroso de la oposición hay mucha incertidumbre. Los cruces entre algunos radicales y el intendente Germán Alfaro tras su alejamiento de Juntos por el Cambio, fue uno de los síntomas que dio cuenta de que el espacio se está reacomodando. Las posturas que parecen predominar son dos. La que prefiere consolidar Juntos por el Cambio como sucedió en el ámbito nacional, excluyendo algunos partidos como Libres del Sur o el alfarismo.

Por otro lado, la que promueve que el frente se siga ampliando sobre la base de Vamos Tucumán, el frente electoral que reunió en la provincia a espacios que en el ámbito nacional estaban fuera. A esto se suma que la UCR y el PRO permanecen intervenidos. ¿Cómo se resolverá el liderazgo? ¿Se impondrá el diputado José Cano o la senadora Silvia Elías? ¿Se separará totalmente el intendente Germán Alfaro y terminará liderando a la oposición? ¿Qué harán los intendentes que no tienen reelección como Mariano Campero, de Yerba Buena, o Roberto Sánchez, de Concepción? Todas son dudas que por ahora no tienen respuesta. Tampoco se sabe con certeza cómo seguirán los conflictos provinciales cuando pase la pandemia y comience el nuevo año político.

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