La idea tucumana que asombra al mundo

La idea tucumana que asombra al mundo

Un editor de videos desarrolló el “plugin” que terminó de darle forma a la herramienta que planearon un médico y un ingeniero.

IMÁGENES 3D. Campero (derecha) muestra imágenes grabadas por el dispositivo a sus colegas. IMÁGENES 3D. Campero (derecha) muestra imágenes grabadas por el dispositivo a sus colegas.

Hace unos años, grabar y proyectar una cirugía en 3D era algo que sonaba difícil de imaginar. Los estudiantes de Medicina aprendían mediante videos bidimensionales. La tecnología avanzó y apareció en el mercado un equipo que permitía grabar en 3D a un valor de U$S 100.000 (se trata de un dispositivo que se adapta solo a uno de los microscopios más caros, cuyo valor es de U$S 500.00). Era un presupuesto inalcanzable para los médicos tucumanos. Por eso, el neurocirujano Álvaro Campero se propuso replicar el sistema a menores costos. Consiguió el mismo resultado por U$S 3.000.

“Cuando los neurocirujanos operamos, a veces utilizamos microscopios. El aparato magnifica e ilumina la zona en la que se está trabajando y se ve todo en tres dimensiones, como en la vida cotidiana. Históricamente las intervenciones se grababan en 2D, así aprendí yo. La posibilidad de grabar en 3D nos pareció algo muy bueno, pero no podíamos costear el aparato. Entonces se me ocurrió intentar armar un sistema en 3D que sea económico y pueda adaptarse a los microscopios que ya teníamos”, contó Campero, profesor titular en la Cátedra de Neurología de la Facultad de Medicina de la UNT.

La idea surgió en 2017. El médico se reunió en Buenos Aires con el ingeniero José Carlos Sáez.. “Me dedico al servicio técnico de microscopios quirúrgicos desde hace 20 años. El doctor Campero necesitaba un dispositivo óptico para registrar en video 3D las cirugías que realizaba utilizando un microscopio quirúrgico. Utilizamos dos cámaras en un dispositivo: son un conjunto de accesorios que en su interior poseen lentes, prismas y diafragmas calibrados de manera tal que cada cámara registra lo que ve cada ojo del cirujano”, describió Sáez, El dispositivo estuvo listo unos meses después porque las piezas tenían que llegar desde Estados Unidos.

Con el dispositivo para grabar las cirugías en sus manos surgió una nueva necesidad: un software que permitiera unificar las dos imágenes grabadas por las cámaras y así lograr el efecto 3D. Pasaron ocho meses y la solución no aparecía.

Tirar la toalla

“Estuve a punto de tirar la toalla. Hasta que un día, por recomendación de un amigo, me junté con Benjamín Arnedo, más conocido como ‘Buda’, que se dedica a editar videos para eventos sociales. Quedamos en juntarnos en un bar, fui con muy pocas expectativas”, relató Campero, quien también se desempeña como jefe del Servicio Médico de Cirugías en el Hospital Padilla.

En 15 minutos, “Buda” elaboró el plugin que el neurocirujano había buscado durante más de ocho meses. Gracias a ello, el desarrollo concluyó. En 2018 el dispositivo quedó listo: su costo fue de U$S 97.000 menos que el que se ofrecía en el mercado en aquel entonces y contaba con un plus: podía adaptarse a cualquier dispositivo. El aparato se utiliza en los sectores públicos y privados de Tucumán. También recorrió el país y ahora tiene en su memoria más de 300 videos de cirugías.

“Siendo estudiante estaba convencido de que lo más importante y motivante era crear cosas novedosas. En el mundo real te das cuenta que existe una gran cantidad de equipamiento útil que por su valor prohibitivo pierde su razón social, porque no se lo puede adquirir. Con nuestro desarrollo ponemos a disposición de casi cualquier neurocirujano una potente herramienta de divulgación de técnicas quirúrgicas”, comentó orgulloso el ingeniero Sáez.

Reconocimientos

Las tres revistas más importantes del mundo de la neurocirugía reconocieron a Campero, a Sáez y a Arnedo. Entre ellas, la revista “Word Neurosurgery”, donde se publicó en la sección “Más por menos” el paso a paso para fabricar el mismo dispositivo. “Nosotros sufrimos tanto queriendo tener un sistema así y no lo podíamos tener por la plata... Por eso no lo patentamos; nuestro objetivo es que miles de cirujanos lo puedan replicar. Queremos sumar un granito de arena para mejorar la especialidad médica”, agregó Campero.

Hace dos años, los creadores del proyecto brindan cursos y conferencias para neurocirujanos en diferentes partes del mundo. Ya recorrieron España, Estados Unidos, México, Puerto Rico, Colombia, Bolivia y todo el país. “Es muy importante ver una cirugía en 3D en un congreso. Tengo dos amigos en México que replicaron el sistema, dos en Brasil y un amigo de España que lo está por terminar. Hay otro gemelo en Mendoza también”, enumeró Campero.

Esfuerzo y recompensa

En la revista “Operative Neurosurgery”, el equipo ya publicó cuatro videos propios. “Eso no solo significa que nuestro proyecto es avalado, sino que también la calidad es mundial. Nunca hay que bajar los brazos, cuando las cosas se complican. Hay que dar hasta que no se pueda más. Sufrí mucho en el proceso hasta que en 15 minutos solucionamos algo que buscamos por ocho meses”, manifestó Campero.

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