27 Marzo 2020
SEMIVACÍO. Un pasillo del Padilla ayer al mediodía.
Como un general en el instante previo a la batalla, Olga Fernández recorre las filas de soldados y felicita, amonesta, indica y observa con seriedad. “La dire -dicen por los pasillos del Hospital Padilla- acompaña siempre, está hasta en el mínimo detalle. La ves domingos y feriados, la ves todo el día. Su teléfono no deja de sonar”.
Sentada en la cabecera de una larga mesa de reunión, Fernández detalla cómo se prepara el hospital, que ya afronta la epidemia de dengue, para la llegada de la pandemia de covid-19. “Hemos armado un comité de emergencia donde hay representantes de todos los servicios del hospital. Nos reunimos todos los días y evalúamos las acciones a seguir. Porque esto es el día a día, el escenario puede cambiar de un momento a otro”.
-¿Cuáles son los cambios que ya han hecho?
-Lo más importante es la capacitación. Hemos hecho cursos de bioseguridad para todo el personal del hospital. Y los médicos y enfermeras se actualizan constantemente, porque esta es una enfermedad nueva. También estamos fabricando barbijos y comprando alcohol, escafandras y antiparras. Y, por supuesto, la refuncionalización de muchas áreas. Tenemos consultorios febriles para dengue y covid, y dos salas de terapia intensiva y dos de terapia intermedia listas para recibir pacientes con síntomas de coronavirus. Además, cerramos los consultorios externos para reforzar guardias, terapias y consultorios febriles.
PREVENCIÓN. Personal con barbijos y antiparras.
-¿Cómo se prepara la comunidad del hospital?
-Aunque nosotros no somos hospital de cabecera en covid, si esto desborda en Tucumán vamos a estar a la altura. Espero que no lleguemos a eso, porque creo que tanto el Gobierno nacional como el provincial han tomado las medidas adecuadas para proteger a la población. Pero estamos preparados para lo peor. Y en los últimos días pasaron cosas muy lindas: mucha gente se ha puesto a total disposición. Recién, por ejemplo, había un grupo grande de médicos. Les digo: “necesito tener el costurero abierto las 24 horas por si hay un problema con los barbijos en el futuro”. Y un montón levantaron la mano: “yo puedo ayudar a cortar la tela”, “yo puedo ayudar a coser”.
DIRECTORA. Olga Fernández durante la entrevista.
-¿No viven situaciones de angustia, de temor?
-Hay médicos y enfermeras que están con ansiedad y un poco de miedo. Pero el equipo de Salud Mental los está ayudando y también ayuda la actitud de la mayoría. Recién, por ejemplo, el jefe de Neurocirugía, Álvaro Campero, me decía: “Olguita, el Servicio de Neurocirugía, conmigo a la cabeza, va hacer lo que sea necesario. Si bien somos neurocirujanos, primero que nada somos médicos”.
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