Una pandemia de cancelaciones en los shows musicales

Una pandemia de cancelaciones en los shows musicales

El coronavirus golpea los ingresos de los artistas, sin distinción alguna entre consagrados y nóveles.

LEJOS DEL ESCENARIO. Madonna canceló sus próximas presentaciones. LEJOS DEL ESCENARIO. Madonna canceló sus próximas presentaciones.

Cuando los Rolling Stones llegaron a la Argentina a mediados de la década del 90 quedó claro que las grandes estrellas habían decidido comenzar a aterrizar en países que estaban fuera del circuito comercial común. Eso dio la pauta que, por aquel entonces, algo distinto estaba sucediendo.

Según “The New York Times”, en los últimos 20 años los recitales se han convertido en la principal fuente de ingresos para los músicos, superando incluso a la escalada irrefrenable del streaming. Para este año, se proyectaban ganancias de U$S 29 billones en el negocio de los espectáculos, con un buen porcentaje de esas regalías en manos de los artistas (entre 30% a 40%), mientras que la música grabada reportaría U$S 22 billones, pero con una porción muchísimo menor para los intérpretes. Y la diferencia no es irrelevante, porque se viene invirtiendo cada vez más en shows con iluminación, despliegue escénico y performances que hacen muy atractivas cada presentación.

Pandemia de coronavirus de por medio, todo parece venirse abajo. Hoy, Paul McCartney, Pearl Jam, Jesse & Joy, Madonna, Pat Metheny o Chayanne, con estilos y públicos tan distintos, tienen el mismo problema: todos ellos, junto a otros miles, han debido cancelar o postergar shows que tenían acordados para este semestre debido a la crisis global por la enfermedad.

De hecho, aunque se han anunciado fechas para los próximos meses, no hay certeza de que ello ocurra: el Lollapalooza se reprogramó para noviembre, pero qué garantías existen de que así suceda; ninguna.

El gran negocio del entretenimiento se frenó, pero se instalará con gran fuerza el del streaming, que ya viene posicionándose fuerte, aunque con diferentes ingresos, por supuesto. Seguramente no bastará un rockero detrás de un piano o con una guitarra.

Green Day, Avril Lavigne y BTS son algunos de los artistas que frenaron las giras por miedo al contagio en sus shows y también peligra la edición 2020 del histórico concurso Eurovisión.

Hay que imaginarse que si las grandes estrellas tienen este problema, lo que sucederá con los artistas independientes es indescriptible: ellos y sus familias perdieron su fuente de trabajo, además de los asistentes y otros profesionales relacionados al show (vestuaristas, maquilladores, utileros, sonidistas, iluminadores y un largo etcétera) y todavía se discute en Argentina si hay que respaldarlos y cómo.

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