Cuarentena: un desafío para la pareja

Cuarentena: un desafío para la pareja

Con el aislamiento social preventivo, los vínculos románticos pueden dificultarse. Sugerencias para mantener la relación a flote.

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Los de ahora son tiempos extraños para el corazón. Capaces de trastocar por completo las rutinas de afecto. De unir o desunir a las parejas en escasos metros cuadrados o hacer que los amantes renuncien a la cercanía de sus cuerpos.

El coronavirus ha puesto en vilo a Tucumán y, con la cuarentena obligatoria, el amor no zafa del desafío. ¿El cariño puede durar las 24 horas y salvar la (poca) distancia? Ante la situación, el primer consejo de convivencia es delimitar los horarios personales, laborales y de caridad.

“Debe ser un acuerdo tajante para respetar la soledad mutua. El consenso permite organizar nuestras necesidades personales y sentirnos más cómodos al dividir los rincones del hogar. Estamos en aislamiento, no cocidos al otro por lo que el ocio puede planificarse sin contemplar un nosotros”, comenta el psicólogo de parejas Gabriel Callejas. Estas sesiones de oxígeno son esenciales para el home office y las responsabilidades profesionales.

“Aunque estemos presentes físicamente, eso no habilita una disponibilidad permanente”, agrega el especialista. Una vez sorteado el contrato implícito, Callejas afirma que estamos frente a una oportunidad fortuita para mejorar la calidad de la relación y fortalecer los vínculos.

Ambas herramientas serán necesarias para impedir que los metros cuadrados se conviertan en el infierno dantesco. “Ante la sensación de encierro y el estrés hay gente que achaca su malestar a su amante. Por eso, es preferible evitar traer al presente fricciones pasadas en forma de críticas”, detalla el coach social Gabriel Boschetti.

Su sugerencia es mover las fichas del diálogo afectivo (cómo me siento, qué quiero y qué espero) sin caer en el casillero del sincericidio o la rabia pasajera. “Hay que ser diplomáticos con los conflictos. Entender que durante el aislamiento somos un equipo en busca de seguridad y contención mutua”, agrega.

Erótico y hogareño

Además del aburrimiento o el deseo acumulado, no hacen falta muchos recursos para integrar las estadísticas que presagian una suba en la tasa de natalidad.

Ante la contingencia, la sexóloga Constanza Escalante recomienda “echarnos una mano” y respetar el autoplacer ajeno. “Esto da muestra de la comodidad y de la confianza en una relación. No hay que juzgar o preguntar, cada quien merece sus propios momentos íntimos”, destaca.

Otro énfasis es controlar la imagen personal. “Es lógico no usar tacos ni andar de traje por el living, pero hay que cuidar la ropa y la proyección que mostramos. Estar en pijama, con el pelo sucio o despatarrado en el sillón puede aguar cualquier intento de levante”, recalca.

A la distancia

En la cúspide de la entrega y de la devoción, la separación puede resultar un reto extra para la relación. Acá la solución es fijar horarios para las videollamadas o el sexting. Una buena idea es pactar citas online para cenar juntos o ver películas. Podés intentar con “Netflix Party”: una extensión de Google Chrome que permite ver en simultáneo el contenido de la plataforma.

Enfermedad letal

Junto al Covid 19 existe otro virus que cala, invisible, en nuestras vidas. Este se contagia a base del desinterés y el engaño. El motivo es que -sin el cartel de “ocupado” titilando en la agenda- resulta imposible aligerar la crisis afectiva con placebos.

“La cuarentena habilita a la reflexión. A analizar por qué -si estamos a solas y en silencio- necesitamos pelear. Hay que sacarle beneficio al aislamiento y llevar a tela de juicio los motivos por los cuales necesito la distancia de las actividades diarias para continuar en pareja. Y, sobretodo, por qué la cercanía ininterrumpida me resuena y me molesta tanto”, analiza la sexóloga María Victoria Puertas.

Queda claro: en el caso de los amores agónicos y ya embichados, el coronavirus puede transformar el corazón en un órgano enfermo, sin tener que atravesar las puertas de la casa.

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