Juicio oral: al ex senador Dardo Molina lo llevaron de su estudio

Juicio oral: al ex senador Dardo Molina lo llevaron de su estudio

Un hijo del político secuestrado en diciembre de 1976, declaró en el juicio por su desaparición y torturas

FINAL. Dardo Molina (h) contó cómo fue la búsqueda de su padre.   FINAL. Dardo Molina (h) contó cómo fue la búsqueda de su padre.
13 Marzo 2020

Dardo Molina, el ex vicegobernador de la provincia desaparecido en 1976, fue identificado en el Pozo de Vargas en 2014. Ayer, el caso de su secuestro llegó por primera vez a juicio oral, en el Tribunal Oral Federal de Tucumán. Su hijo, Dardo, fue el encargado de llevar el testimonio ante el los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y José Camilo Quiroga Uriburu.

Dardo Molina hijo tenía 22 años cuando secuestraron al ex senador provincial de su estudio, ubicado en Congreso al 300, el 15 de diciembre de 1976. “Mi padre llevaba a su hermano Oscar a que le hagan quimioterapia, se iba al estudio y más tarde volvía a buscarlo de la clínica -contó Dardo, que en ese entonces era el secretario del abogado-. Cerca de las 20.30, fue a buscarlo. Dejó un papel que decía ‘ya vuelvo’, pero no lo volvimos a ver”, relató Molina, y agregó: “un amigo vio cuando varias personas de civil lo sacaron del estudio, en su propio Torino blanco”.

“Encontraron el auto completamente destruido con orificios de bala, en San Andres. Nos dijeron que el auto estaba vinculado a un ‘enfrentamiento’ con terroristas”.

Su madre, Josefina Chazarreta, hizo averiguaciones y presentó habeas corpus. Habló con el secretario de Gobierno, en ese entonces, al que se refirió como el “tristemente conocido” coronel Julio Ernesto Balloffet, todo ello, sin resultados. Por el contrario, señaló, intentaron desviar la investigación dando a la familia información falsa sobre su posible paradero.

Dardo Molina era un abogado y político muy conocido. Había sido diputado por el Departamento Monteros, secretario general de la Universidad Nacional de Tucumán y decano interventor en la Facultad de Derecho. A partir de 1972, fue también secretario general del Consejo Directivo del Partido Justicialista y del Frejuli a partir de 1972, cuando era gobernador Amado Juri. En el período constitucional de 1973 a 1976 fue elegido senador provincial y presidente del Senado. Terminado su mandato, había vuelto a la profesión de abogado y estaba en contacto con Héctor Vázquez Guzmán y con Guillermo “el Chonga” Vargas Aignasse, también secuestrados. Fue visto en el centro clandestino de detención Jefatura de Policía y en el Arsenal, por una testigo, quien declaró que lo ingresaron, en muy mal estado de salud, la noche del 11 al 12 de Marzo de 1977

La persecución a la familia no cesó con el secuestro del padre. Molina relató que un grupo de militares allanó su casa del barrio Horco Molle y se llevó expedientes del trabajo del abogado.

“Durante un tiempo creímos que mi padre estaba detenido ilegalmente”, dijo. Pensaron que, en algún momento, lo iban a “legalizar”, porque, según averiguaron, el 7 de diciembre de 1976, se había dictado un decreto por el cual se lo puso a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.

Pero, según una nota del Ministerio del Interior, firmada en 1978, Molina jamás fue detenido y “estaba prófugo”; según le dijeron a la familia. Un decreto del 24 de diciembre de 1977 deja sin efecto la detención, pero sin que se pueda saber el paradero del ex senador..

Los restos identificados en el Pozo de Vargas, la fosa clandestina donde fueron arrojados decenas de desaparecidos, no permiten terminar de completar su historia. “Esperamos que nos entreguen el cráneo, para saber la causa de la muerte”, afirmó su hijo.

“Mi padre vive en nuestros corazones”, dijo Molina, al dedicarle un agradecimiento a las abogadas Laura Figueroa, Liliana Vitar y Alicia Noli, que tomaron causas de desaparecidos en la dictadura. “Porque esta lucha no empezó cuando bajaron el cuadro de (Jorge Rafael) Videla en el Colegio Militar, empezó el mísmo 24 de marzo de 1976”, concluyó.

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