Manu Sija: “de la experimentación saldrá algo nuevo porque allí se generan los proyectos”

Manu Sija: “de la experimentación saldrá algo nuevo porque allí se generan los proyectos”

El artista tucumano fue invitado por Pat Metheny para abrir sus shows en Buenos Aires. El efecto coronavirus impacta en el escenario.

MULTIINSTRUMENTISTA. El tucumano de destaca en el mundo musical por su virtuosismo, creatividad y la capacidad que posee de fusionar estilos. MULTIINSTRUMENTISTA. El tucumano de destaca en el mundo musical por su virtuosismo, creatividad y la capacidad que posee de fusionar estilos.

Cuenta que estuvo ensayando estos últimos días con alguna ansiedad. Tocar en un recital de Pat Metheny no es algo que suceda habitualmente. El guitarrista de jazz, uno de los más importantes del mundo, puso su mirada en Manu Sija en Nueva York y lo invitó a abrir los shows que se iban a realizar en el Teatro Rex de Buenos Aires (al mediodía de ayer la productora informó que, por el coronavirus, se postergaron las funciones y que serán reprogramadas, aún sin fecha). El legendario guitarrista de jazz llevaba 20 años sin venir a la Argentina (la primera vez fue en 1985 para presentar su álbum “First Circle”, con Pedro Aznar en la banda y Ástor Piazzolla entre el público).

“En realidad estoy preparando cuatro o cinco temas, es un set chico; llevo menos de la mitad de los instrumentos con los que trabajo habitualmente”, describe el tucumano a LA GACETA.

El artista de Estados Unidos llegó al país en la noche del miércoles y atravesó Ezeiza sin problemas. Pero la situación general obligó a postergar las fechas.

Durante el mediodía del miércoles y ayer por la mañana, Manu Sija conversó con LA GACETA y enumeró los temas que había preparado para el show suspendido: versiones de “Perdido hei andado”, “Zamba de la esperanza”, “Zamba del grillo”, “Avenido”, “La Parecida” y un par más.

Solo en el escenario, el multiinstrumentista sabe que un concierto de este tipo puede alcanzar una trascendencia internacional; se trata de un gran compromiso y una gran responsabilidad. “Tampoco me preocupó nunca definir algo y encasillarme en eso, prefiero la libertad en todo momento”, dijo al hablar sobre su estilo. “Más que nada estoy experimentando, y de ahí saldrá algo nuevo”, agregó durante la conversación.

Aunque posee su estudio en Simoca, Manu Sija reside en Buenos Aires desde 2015 y tiene dos conciertos al año agendados en Nueva York. “Es una ciudad que me genera euforia para hacer cosas, para crear. Vuelvo a Argentina con mucho power para crear música. Nueva York tiene eso que te abre la cabeza constantemente”, aseguró.

- Es obvio que cuando contás tu repertorio, tiene ver con tus versiones. Salís del folclore, vas y volvés y te vas corriendo de un lugar a otro.

- Sí, claro: zambas y chacareras, la raíz es folclórica. El folclore es mi punto de partida hacia otras músicas. Ahora al género se lo ve en constante movimiento. Algunos temas están en mi álbum “Creación”. En “Zamba de mi esperanza” (grabado con Franco Pinna y la bajista australiano-malaya Linda May Han Oh) hay bandoneón. En “Perdido Hei Andado” armo el loop con esa versión de baguala de Leda Valladares. “Avenido” (del “Cuchi” Leguizamón) también va con un loop. Y además está “La Parecida”, un clásico de Los Manseros Santiagueños, y “Zamba del grillo”, de Los Chalchaleros y Atahualpa Yupanqui.

- La transformación que viven las canciones folclóricas son muy evidentes

- Aprendí mucho de Pat. Sobre todo de la composición; eso se ve en el tratamiento del jazz, la improvisación y armonía, siempre combinando el sonido para llegar a uno propio. Lo escuché mucho en ese sentido. Utilizo un cuatro en lugar de la guitarra... una tabla hindú.

- ¿Estás preparando otro disco o algún tema?

- La última canción que saqué es una versión de “La Arenosa” en vivo con Lito Vitale; salió en enero. Estoy pensando cosas pero aún nada definido... Más que nada estoy experimentando y de eso saldrá algo nuevo, seguro que así es el proceso.

- ¿Seguís incorporando instrumentos?

- No, no sé cuántos están ya en mi música. El bandoneón fue el año pasado. Con él comenzaba “Zamba de mi esperanza” (antes fue la tabla hindú). Me gustan todos los instrumentos y siempre estoy aprendiendo y descubriendo otros, me asombro por las cosas que descubro.

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