Tres reacciones a un tuit de Manzur

Dos mensajes breves en la red social Twitter bastaron para abrir las especulaciones en el ambiente político tucumano, sobre todo, en el oficialismo. Las 70 palabras escritas en la cuenta del gobernador Juan Manzur (@JuanManzurOK) el sábado generaron distintas lecturas en el peronismo local. Ante la inminente renovación de autoridades del Partido Justicialista (PJ) nacional, el mandatario y titular del movimiento en la provincia levantó la voz desde el norte y se expresó a favor de que sea el Presidente quien lo encabece. “Los peronistas sabemos por tradición partidaria que si tenemos un compañero en la Presidencia de la Nación, debe ser naturalmente el conductor del partido. Alberto Fernández es el hombre de la hora para la unidad del Justicialismo y de la Nación para poner a #ArgentinaDePie”, escribió Manzur. Añadió, en otro tuit, una frase que suele repetir cuando se refiere a Fernández y aseguró que cuenta con las “credenciales” para ejercer ese puesto codiciado.

Fueron muy pocos los dirigentes tucumanos que retuitearon los mensajes y un puñado más los que lo avalaron con un corazón. Las lecturas sobre ellos, sin embargo, bulleron.

El jueves en el Congreso, el órgano más federal y representativo del movimiento, en el club de Ferro había dos candidatos que habían picado en punta: el actual presidente, José Luis Gioja, y el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich. Gioja está bien valorado puertas adentro porque es un caudillo del peronismo tradicional, pero dio lugar a nuevas vertientes. La feroz interna que mantiene con el actual gobernador sanjuanino Sergio Uñac podría restarle chances. Capitanich, en tanto, cuenta con un perfil más “k”, aunque tiene buena relación con todos los sectores justicialistas. La posibilidad de Fernández viene sobrevolando con fuerza. La idea sería que el conductor que se elija el 3 de mayo surja por consenso, con una lista de unidad.

En el manzurismo, el sector más cercano al despacho celebró la iniciativa y recordó que no es la primera vez que el gobernador tiene gestos “generosos” en pos de la unión del partido. También recordaron que fue artífice de esa unidad, que acercó a la CGT al fogón y que fue pionero entre los gobernadores peronistas en apoyar la candidatura del ex jefe de Gabinete kirchnerista, con actos multitudinarios y cierres de campaña rimbombantes incluidos. Otro grupo de dirigentes, del entorno oficialista más amplio, hubiese preferido que Manzur mantuviera la distancia en esta cuestión, teniendo en cuenta que consideran que su lealtad no fue retribuida con cargos nacionales ni tampoco -al menos aún- con demasiados recursos. Además, sostienen que no es prudente levantar el perfil en momentos en los que la gestión está cuestionada por la forma en la que suspendió y luego pseudorestituyó (porque el dinero será no remunerativo) la “cláusula gatillo” para los empleados estatales y por la creciente inseguridad.

Un poco más distante, el kirchnerismo tuvo una interpretación bastante diferente. En los pasillos del Instituto Patria, centro del kirchnerismo, consideran que hay una doble intención. Por un lado, que Manzur, en realidad, se está ofreciendo para el cargo porque pretende ser el constructor del albertismo. A su vez, por el otro, entrevén la intención solapada de marginar al cristinismo. Sucede que aseguran que la relación con la vicepresidenta no tiene vuelta atrás: ni Cristina Fernández ni los suyos olvidan que Manzur decretó públicamente el fin del kirchnerismo tras la derrota de 2015 y que marginó a la vertiente en aquel acto por el Día de la Lealtad. Pero como el nacional es un Gobierno de coalición y el tucumano tiene el visto bueno de Fernández, está bien considerado.

A propósito, ¿cómo está la relación de Manzur con la Nación? Todas las ramas peronistas coinciden: el vínculo es bueno. Las sucesivas visitas de funcionarios nacionales dan cuenta de eso. El último que anduvo por estas tierras fue Nicolás Trotta, el ministro de Educación, que llegó a inaugurar el ciclo lectivo en medio de marchas y un paro docente. En una cena en Burruyacu que tuvo a Jorge Leal como anfitrión, expresamente habría manifestado que vino a respaldar a Manzur porque el panorama estaba complicado.

Los dos breves mensajes de Manzur en Twitter desataron especulaciones sobre los objetivos del enigmático mandatario. Sólo el avance del cronograma electoral dará certezas sobre sus intenciones.

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