07 Marzo 2020
Lejos de sentirse debilitado por las noticias que dan cuenta de sus vinculaciones laborales con las máximas autoridades políticas de la provincia, Marcelo Sánchez, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), aseguró ayer que estaba firme en su cargo gremial. “Yo no tuve incompatibilidad alguna. Renuncié al Poder Ejecutivo en enero de 2016 y no ejercí funciones en la Legislatura porque saqué una licencia gremial con goce de sueldo. No voy a dar un paso al costado del gremio porque los afiliados me respaldan”, expresó.
El encargado de defender los derechos de los trabajadores del Estado reiteró que no sabía por qué el Gobierno de Juan Manzur no lo había desvinculado como subsecretario sino hasta el 17 de febrero de este año, cuando el dirigente disidente Gustavo Salas Correa expuso la incompatibilidad al mandatario. Según Sánchez, él no trabajó en el Ministerio del Interior ni percibió salarios como subsecretario aunque el ministro Miguel Acevedo afirmó lo contrario el 28 de febrero. En cuanto al puesto en la órbita de la Presidencia de la Legislatura que le otorgó el vicegobernador Osvaldo Jaldo, el secretario general de ATE dijo que él no desarrollaba tareas porque gozaba de “la tutela sindical”. Y rectificó un dato que había proporcionado con anterioridad: precisó que no tenía tres décadas de servicio en la Legislatura, sino en distintas dependencias públicas. “De mi antigüedad total, alrededor de 10 años corresponden al Poder Legislativo, donde incluso fui legislador”, dijo.
“Llevo tres años en la secretaría general de ATE y lo que hicimos es inédito después de recibir una entidad devastada. Pasamos de 1.800 afiliados a 10.000. En tres meses inauguraremos una sede nueva (en la calle Buenos Aires 672) de más de 1.200 metros cuadrados. Yo iba a irme, pero convocamos a la Comisión Directiva y al Plenario, y la dirigencia me dio su confianza absoluta”, afirmó.
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