El retiro del fiscal Brito acentúa el estado crítico de la Justicia Federal

El retiro del fiscal Brito acentúa el estado crítico de la Justicia Federal

La Cámara ya funciona con dos subrogantes y hay seis cargos pendientes de cobertura

El fiscal Carlos Brito. El fiscal Carlos Brito. Archivo LA GACETA / foto de Jorge Olmos Sgrosso (archivo)
28 Febrero 2020

Justo antes de que la Cámara de Diputados diese media sanción al proyecto de reforma de las jubilaciones especiales de los embajadores y autoridades judiciales, Carlos Brito envió un correo electrónico a la Procuración General de la Nación para comunicar su renuncia a la Fiscalía Federal N°1 a partir de marzo. Esta dimisión deja a los cinco despachos locales -cuatro en funcionamiento- del Ministerio Público Fiscal de la Nación en manos de dos fiscales en propiedad, Pablo Camuña (N°2) y Gustavo Gómez (fiscal general), quien también reúne los requisitos para jubilarse con la Ley 24.018 aún vigente.

La partida de Brito intensifica la situación delicadísima de la Justicia Federal, donde, además del fiscal Gómez, hay otros cuatro jueces en condiciones de acceder al esquema previsional en vías de supresión: los dos miembros que le quedan al Tribunal Oral en lo Criminal Federal, Gabriel Casas y Carlos Enrique Jiménez Montilla; el juez federal N°1, Daniel Bejas, y el vocal de la Cámara Federal de Apelaciones, Ricardo Sanjuán. En principio y según lo que trascendió ayer, algunos de ellos están “dudosos” y quieren ver cómo queda redactada la nueva norma mientras que otros estarían dispuestos a quedarse hasta los 75 años -tope de edad que rige para las justicias Federal y Nacional- con la expectativa de, luego, obtener el reconocimiento de los derechos adquiridos.

La vacancia de la Fiscalía N°1 se suma a las ocho preexistentes: la cobertura de seis de esos puestos depende de la revisión en marcha en la Casa Rosada de los nombramientos dispuestos por el ex presidente Mauricio Macri que no lograron el acuerdo del Senado. Los otros dos cargos (uno en el Tribunal Oral y otro en la Cámara de Apelaciones) aún están en la fase del concurso en el Consejo de la Magistratura de la Nación. La acumulación de vacantes llevó a que a mediados de 2018 el tribunal de alzada que integran Sanjuán y Marina Cossio perdiera la capacidad para formar mayorías (tres votos): en agosto de ese año, Jorge David y Hernán Frías Silva (h) se sumaron como vocales subrogantes, y ya transitan la prórroga de un año estatuida en la Ley 27.439.

El Juzgado Federal N°3 es un caso paradigmático de la demora existente para llenar los despachos acéfalos. Esta unidad fue creada por el Congreso en 2013, pero no funciona porque carece de juez y de fiscal. La decisión relativa a esos puestos forma parte del lote de designaciones a disposición del presidente Alberto Fernández. Las definiciones del Presidente podrían añadir un hueco al plantel de la Justicia Federal tucumana puesto que Bejas tiene chances de ascender a la Cámara de Apelaciones o a la Cámara Nacional Electoral con asiento en la capital del país.

Si bien Fernández está en condiciones de aliviar el estado crítico de la institución -siempre y cuando envíe los pliegos al Senado en el corto plazo, y la Cámara Alta preste los acuerdos con rapidez-, la falta de acusadores compromete la meta de aplicar progresivamente el nuevo Código Procesal Penal, que hace un culto a la inmediatez. A partir de marzo, Camuña y Gómez deberán repartirse la investigación de todas las causas penales, entre ellas las relativas al tráfico de drogas; la tramitación de los recursos y el enjuiciamiento ante el Tribunal Oral. Esta carga de trabajo podría desembocar en la decisión de la Procuración de reincorporar a Brito como fiscal interino hasta que amaine la emergencia.

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