Tienen más de 90 años y son amigas desde la secundaria

Tienen más de 90 años y son amigas desde la secundaria

Yolanda y Alicia afirman que hay amistades que son para siempre. Hoy, después de casi 80 años, siguen frecuentándose y contándose sus secretos. Su edad no es impedimento para que dejen de realizar las actividades que disfrutan.

VÍNCULO INQUEBRANTABLE. Yolanda y Alicia muestran una foto de cuando eran jóvenes. Los lazos que las unieron siguen intactos. VÍNCULO INQUEBRANTABLE. Yolanda y Alicia muestran una foto de cuando eran jóvenes. Los lazos que las unieron siguen intactos. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO

Yolanda Hortensia Ferreyra, de 92 años y Alicia Ersidia Cortez, de 93, eran vecinas y solían ir juntas caminando al colegio de las Hermanas Esclavas. “Estábamos casi todo el día en el colegio. Las hermanas nos atrapaban a las dos; no nos dejaban volver a casa, porque nos elegían para participar en todo”, recordó Alicia. Allí se interiorizaron de disciplinas que todavía recuerdan: “aprendí mucho sobre música y el conocimiento me sirvió en clases de instrumentos que tomé hace unos años”, comentó Yolanda.

Las amigas egresaron en 1944 con el título de maestra, la profesión a la que le dedicaron su vida. Les tocó rendir en la escuela Normal el examen final junto a 18 compañeras. “Supongo que las profesoras nos vieron muy capaces porque después de estudiar tanto lo único que me pidieron para decirme que estaba aprobada fue que dibuje una manzana en el pizarrón”, agregó Yolanda. En cuanto a Alicia, tuvo que representar las cuatro estaciones: “fuimos las únicas que no rindieron examen”, contó. Además recordó las exigencias de su mamá: “nos tenía locas con el estudio, a tal punto de que no nos dejaba hablar cuando nos juntábamos, sólo estudiar para tener un buen futuro”.

“Tenemos muchas anécdotas que recordamos. Un día salía del colegio y volvía sola, cruzando la calle Bernabé Aráoz que está detrás del colegio, pasó el tren y en el último vagón iba Eva Perón. Me vio y al toque me tiró un paquete, justo estaba cerca el guardabarrera y no me animé a agarrarlo. Me acuerdo su cara a la perfección”, contó Yolanda.

Poco después de egresar se casaron y no se vieron por varias décadas. “Cuando me casé, me mudé lejos, y ahora que quedé viuda me doy cuenta de que me alejé de mis amistades. Nunca me lo prohibió mi marido, fue algo mío que sentía que tenía que estar compenetrada en el matrimonio. Duramos 64 años juntos, murió a los 92 años”, reflexionó Yolanda.

Alicia pasó casi 50 años casada. Mi esposo murió tres días antes de que cumpliéramos las Bodas de Oro”, lamentó.

Docentes por vocación

Después de su experiencia estudiando magisterio, Alicia recuerda su primera vez frente a alumnos. “Me nombraron en una escuela de Chuscha, a 15 kilómetros de Choromoro. Al principio fui con mi papá, teníamos que llegar en sulky. Imaginaba una escuela hermosa, pero estaba techada con hojas de caña y a la bandera argentina la sostenía la rama de un árbol”, recordó Alicia. Su fe en Dios, siempre estuvo presente en su vida: “el Señor me mandó a esa escuela, donde enseñé por dos años. La gente era muy buena, luego terminé de secretaria en otro establecimiento”, añadió. Yolanda se jubiló enseñando en el primer ciclo. “El primer día jubilada no me encontraba a mí misma en casa. Fui a la escuela y me hice cargo de los chicos hasta que nombraron una reemplazante. Estuve poco menos de un mes con los chicos, no necesitaba cobrar. Amaba lo que hacía”, afirmó.

Recuerdos

Una señorita que les marcó su etapa escolar, tenía el apellido “Valentié”. Aunque no recuerdan su nombre, su cara permanece imborrable en su mente. “Es hermoso encontrarse con personas que marcaron tu vida y más aún cuando se acuerdan de vos. Me acerqué a saludar a la seño Valentié en un bar, al acto me reconoció y me preguntó por mi ‘hermana’ Yolanda. Éramos tan unidas que nos creían hermanas”, contó Alicia.

Yolanda siempre asistía a las reuniones de ex alumnas en el colegio. “Un mes fui y no encontré a nadie conocido, me dolió y no volví. Al poco tiempo fue cuando me reencontré con Alicia. Ninguna de las dos recuerda cómo sucedió, pero simplemente volvimos a frecuentarnos como hace cinco años o un poco más”, precisó. La amistad llegó para quedarse.

¿Qué es la amistad?

“La amistad es alegría, sobre todo cuando compartís con alguien durante muchos años. Mi amistad con Yolanda es de la que no se termina más. Tenemos muchos años pero nos mantenemos y sentimos bien. Eso es lo importante”, precisó Alicia. “La amistad es algo hermoso, lamento no haber aprovechado a Alicia antes, a esta altura de la vida nos encontramos. Es una alegría pasar los últimos años de mi vida con ella”, confesó Yolanda. Las amigas inseparables aseguran que nunca se pelearon. Para ellas, su amistad es lo más importante que tienen ahora. Poco a poco la familia se empezó a achicar, pero ellas siguen de pie para hacerse compañía. “A veces piensan que yo me siento sola, pero les insisto a mis sobrinos que no es así”, aseguró Alicia.

Consejos

Las amigas observan que ahora las amistades no suelen durar mucho. “Hay muchos chicos que viven peleando, y eso nunca termina bien. La clave es aprender a perdonar. Todos tenemos un carácter marcado, pero no hay que dejar que nos gane”, aconsejó Yolanda. Mientras que Alicia opinó: “los chicos muchas veces son el reflejo de sus padres. Si ellos los ven pelear seguido, van a reaccionar de la misma forma con sus amigos. Los padres tienen que ser conscientes de la responsabilidad que asumen al criar un hijo. Estudié mucho el comportamiento de los niños y eso nunca va a cambiar”.

“Los chicos responden como uno los cría. Yo me sorprendo por el respeto que me tienen mis hijas. Ahora siento que se perdió el respeto a la autoridad en todo sentido. Hay que saber ubicarnos en el ámbito en el que estamos”, agregó Yolanda.

Vida en familia

Aunque muchos por su edad las llamen “abuelas”, la realidad es que ninguna de las dos tiene nietos. Alicia tiene un hijo que mantiene una empresa de seguros, y además siempre está acompañada por sus sobrinos. Yolanda tiene dos hijas que viven con ella. “Agradezco tenerlas en mi casa para ayudarme. Para salir necesito alguien que me acompañe; por suerte estoy viejita pero no tonta”, bromeó.

Cuando las amigas se reúnen, siempre recuerdan el pasado. A veces con lágrimas en los ojos, pero afirman que en la vida siempre se presentan cosas muy hermosas, para ellas es su amistad.

Galería 5 fotos PASIÓN. Una de las tantas pasiones de las amigas es la jardinería.
VÍNCULO INQUEBRANTABLE. Yolanda y Alicia muestran una foto de cuando eran jóvenes. Los lazos que las unieron siguen intactos. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
RELIQUIA. Las amigas se recibieron de maestra en el colegio Hermanas Esclavas en el año 1944.
ALEGRES. En la avenida Alem, la casa de Alicia conserva la fachada intacta.
CONOCIDA. Cada vez que Alicia sale al balcón o a la vereda, sus vecinos la saludan con cariño.
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios