La frase de Manzur forma parte del rito de la política

La frase de Manzur forma parte del rito de la política

En el oficialismo insisten en que los dichos del gobernador fueron sacados de contexto.

DURANTE EL ACTO DE SEGURIDAD. Manzur insiste con que su comentario fue sacado de contexto. la gaceta / foto de franco vera DURANTE EL ACTO DE SEGURIDAD. Manzur insiste con que su comentario fue sacado de contexto. la gaceta / foto de franco vera

Cuando un dirigente está en la cresta de la ola, generalmente tiene mayor posibilidad de salir indemne de alguna gaffe. Difícil resulta en caso de que su imagen esté dañada y terminan pagando los costos del error. Hugo Haime, analista político, considera que esta máxima puede ser aplicable a cualquier dirigente que se involucre en un escándalo. Su par, Gustavo Córdoba señala, a su vez, que “en la Comunicación Política , nadie está libre de pecado”. Ambos hablaron con LA GACETA acerca de la expresión que se escuchó el miércoles en oportunidad de la inauguración del plenario del Consejo Federal de Seguridad Interior. El protagonista fue el gobernador Juan Manzur. “Vos tenés que poner a alguien que los escuche, que los atienda y después, hacemos lo que nosotros queremos”, fue la frase que se escuchó en su diálogo con la ministra de Seguridad Sabina Frederic. El detalle es que fue una conversación privada, con un micrófono encendido y sin que Manzur se percatara de ello. De todas maneras, ese mismo día, el mandatario afirmó que fue sacado de contexto.

“El episodio protagonizado por Manzur y la ministra Frederic me hizo pensar mucho sobre los distintos ritos y tabúes de la política. Los que somos parte del ecosistema político, incluso en nuestro rol de consultores, sabemos que ese tipo de diálogos no son una excepción sino más bien la regla de la práctica política”, apunta Córdoba, director de la consultora de comunicación estratégica Zuban Córdoba y Asociados.

Según el analista, “es curioso ver como muchas otras figuras políticas criticaron lo sucedido cuando es un secreto conocido por todos que no hay partidos ni dirigentes que están exentos de ese tipo de diálogos”. “La rosca tal como la conocemos es parte de la vida de todos los que se dedican a la política en este país, sin excepciones”, acota.

Desde esa orientación, Córdoba agrega que “pareciera ser entonces que el problema no es la existencia de ese diálogo en si mismo, si no que haya salido a la luz pública gracias a un descuido técnico en la reunión donde ambas figuras se encontraban”. Cuando esos descuidos ocurren nunca faltan los oportunistas que lo aprovechan aun sabiendo que lo hacen a costa de una cuota de hipocresía, puntualiza.

Hay miles de episodios como este. Es fácil recordar el protagonizado por Pepe Mujica cuando era presidente de Uruguay cuando se refirió a Cristina Fernández de Kirchner en una comparación no feliz con Nestor Kirchner. “La línea entre lo público y lo privado es muy sutil, casi inexistente diría, y cruzarla puede traer muchos dolores de cabeza”, advierte el analista.

A su criterio, la solución a esto pasa por dos carriles:

• Por un lado, hay que sincerar discusiones y dejar de intentar utilizar estos episodios para herir a un adversario cuando todo el mundo sabe que en privado no existe figura política en la argentina que no haya hecho un comentario parecido. El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra dice la biblia en un pasaje que tiene grandes aplicaciones en este tema.

• Y por el otro lado, es necesario profesionalizar la comunicación política de todos los dirigentes para reducir al máximo este tipo de episodios. A mayor responsabilidad institucional hace falta una mayor capacidad técnica y teórica que nutran la experiencia y eviten estos descuidos.

Hugo Haime, a su vez, sostiene que resulta difícil medir los costos políticos que una gaffe puede generar en un dirigente. “En general, la sociedad sabe que los políticos hablan entre sí y todos sospechan de los dirigentes. Pero cuando están arriba los aplauden y cuando están en crisis, no”, analiza. Respecto del caso Manzur, el consultor sostiene que tal vez el impacto de un error se circunscriba a un entorno cercano, “pero a nivel nacional ese efecto puede ser efímero, sencillamente porque el gobernador no está tan instalado en la consideración de ciudadanos de otros lugares que no sean Tucumán”.

Las dos posturas

Mientras tanto, en el oficialismo provincial hubo silencio de radio. Algunos funcionarios cercanos al gobernador dan por superada la situación a partir de las declaraciones formuladas por el propio Manzur, cuando dijo que fue tergiversado en sus conceptos. El gobernador sigue en Buenos Aires, con una agenda de reuniones con referentes nacionales. “Los hechos demuestran que Manzur no es esa frase salida de contexto, porque de otra manera no se hubiera convocado a un encuentro tan importante como el Consejo Federal de Seguridad Interior”, evalúa Gerónimo Vargas Aignasse, legislador oficialista y vicepresidente primero de la Legislatura.

Desde la oposición, en tanto, remarcan que los dichos del titular del Poder Ejecutivo no deben pasar desapercibidos. “Cuando uno tiene la responsabilidad de conducir los destinos de una provincia, no puede decir que se hará lo que se quiere, sino que tiene que hacer lo que se debe hacer”, afirma el diputado nacional de Cambiemos, José Cano. Según el parlamentario, la creación de una Agencia Nacional de Seguridad requiere del aporte de todos los sectores políticos, ya que la sociedad demanda políticas públicas que mejoren la situación de seguridad.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios