Manzur desacomodó su propia estantería

Manzur desacomodó su propia estantería

Tras la difusión de la frase, el gobernador trató de explicar que lo sacaron de contexto y que no quiso decir lo que dijo, pero la expresión dio que hablar al país.

EN EL CENTRO DE LA ESCENA. Massa, Manzur y Frederic, momentos antes de la frase que hizo arder las redes sociales y dio que hablar al país. EN EL CENTRO DE LA ESCENA. Massa, Manzur y Frederic, momentos antes de la frase que hizo arder las redes sociales y dio que hablar al país.
14 Febrero 2020

Se bajó raudamente del vehículo oficial. Intentó subir velozmente por las escaleras rumbo al bar del Catalinas Park. Allí lo esperaba el vicejefe del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Diego Santilli, para compartir un café. Las tensiones iban por dentro. “Vos tenés que poner a alguien que los escuche. Tenés que poner a alguien que los escuche, que los atienda y después hacemos lo que nosotros queremos”, le había dicho el gobernador Juan Manzur a la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, sin percatarse que el micrófono colocado en la mesa principal de autoridades estaba abierto. Era justo en el momento en que los miembros del gabinete del presidente Alberto Fernández firmaban acuerdos con provincias para reforzar acciones de seguridad.

“Me sacaron de contexto. No es lo que quise decir. Se tergiversó todo”, fue la primera respuesta que el mandatario provincial lanzó cuando LA GACETA le consultó acerca de la trascendencia que ese audio, difundido por streaming en las redes sociales y en la web, se había viralizado. En el recinto del primer piso del hotel, en tanto, casi pasó desapercibido frente al murmullo de los presentes y porque los parlantes no lo reflejaron en su magnitud.

“Mientras hablábamos sobre la creación de la Agencia Nacional, le comenté a la ministra (Sabina Frederic) que tiene que poner a alguien a escuchar las propuestas que formulen todos los sectores, porque disidencias y diferencias siempre van a existir”, explicó otra vez el titular del Poder Ejecutivo antes de sentarse en el bar con Santilli.

“El sincericidio de Manzur muestra la verdadera cara del gobierno. Dicen que quieren federalismo pero se ríen de los ministros provinciales. Pan y circo”, escribió en su cuenta en Twitter la ex ministra de Seguridad de la Nación y presidenta del PRO, Patricia Bullrich.

Incomodidad

La frase de Manzur incomodó a los organizadores de la cumbre. Casi nadie quiso hablar acerca del tema. Y prefirieron dar vuelta la página para continuar con las deliberaciones del Consejo Federal de Seguridad Interior. Sin embargo, hubo algunos que comentaron que Manzur, al ser un hombre público, está más expuesto que otros en tiempos de redes sociales. “Siempre habrá una cámara y un micrófono encendido cuando hay tanta gente importante”, indicó a nuestro diario uno de los dirigentes presentes con varios años de exposición pública.  

Manzur, en tanto, insistió con dar las explicaciones de rigor para salir del paso y salir del foco de atención. “De la reunión de los equipos técnicos surgirán propuestas que en un futuro tengan que ser hechas leyes... La idea es que se escuche a todos y tratar de esa manera de avanzar porque hay que darle solución a la sociedad que demanda más medidas en seguridad”, expresó.

Mientras tanto, las reacciones en las redes sociales se extendían. “Los dichos de Manzur muestran que el Consejo de Seguridad es una fachada inútil para combatir la inseguridad. Pero más me preocupan las risas cómplices que le siguen a la desafortunada frase que invita a “escuchar y hacer lo que queremos” ¿De qué se ríen? ¿Del engaño? ¿De la inseguridad?”, escribió en Twitter el diputado radical Facundo Suárez Lastra. “Simular una cosa y por lo bajo hacer otra. Menos mal que volvían mejores”, completó el senador de la UCR por Formosa, Luis Naidenoff. Otra diputada de la oposición, Graciela Ocaña, también reclamó disculpas desde la red de microblogging. “Vergonzoso el gobernador Manzur y la ministra Frederic. Esperemos que la ministra pida disculpas, realmente escuche y coordine. Tiene a su cargo la seguridad de los argentinos”, remarcó.

Tras las cataratas de críticas, Manzur partió hacia Buenos Aires, donde permanecerá hasta el fin de semana, según trascendió. Es probable que gestione un encuentro con el presidente de la Nación, Alberto Fernández, que no pudo estar en el lanzamiento del plan federal de seguridad interior en Tucumán. 

Análisis

La torpeza, violar el código no escrito de la política

Por Juan Manuel Asis

La mayor torpeza de Manzur no fue descuidar el micrófono abierto, sino olvidar que el código no escrito de la política no está para ser recitado, ni siquiera en voz baja, sino para ser ejecutado. Y en complicidad silenciosa, sin jactancia. El “abc” de la acción política indica -por ejemplo- qué hay que hacer para no parecer autoritario por más mayoría legislativa que se tenga para imponer condiciones: parecer democráticos.  O humildes. Bordeando los límites de la hipocresía y del cinismo, la conducta política maneja sus propias reglas básicas que por no estar reflejadas en un texto son desconocidas. Normas que se van asimilando mientras se crece políticamente, sufriendo o beneficiándose de sus efectos. No se rinde un examen, se aprende y se practica. Pragmatismo tácito, sin necesidad de ponerlo en escena. Algunas reglas son elementales, como besar bebés en tiempo electoral. O, por ejemplo, cuando se desea saber de antemano cómo están repartidos las voluntades para un tema crítico -y ver dónde se está parado para obrar en consecuencia-, alguien pide la palabra y exige votar una moción cualquiera. Vieja treta de recinto para contar los “porotos” propios y ajenos. Es sabido para qué se arma una comisión, no hace falta decirlo. Y no se comentan y explican las argucias no sólo porque son conocidas en el ámbito político, sino porque avergüenzan. Picardías que deben permanecer en la oscuridad, por eso el código no se escribe, se memoriza. Conductas intuidas y repudiadas popularmente. No es gratis la mala imagen de los políticos. Manzur, en su propio ámbito, pecó de ingenuidad al decir algo que no se dice -pero se sabe- ante un micrófono indiscreto. La oposición obró como manda el código: no dejó pasar la “gaffe” antidemocrática. Los del “palo” tampoco le recordarán que la tecnología expone. Se supone que todo eso  fue incorporado al manual, y aprendido. Entre los propios, la docencia es impropia.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios