La Arquidiócesis acepta recibir en comodato el complejo franciscano

La Arquidiócesis acepta recibir en comodato el complejo franciscano

La orden franciscana realiza un inventario de los bienes que quedan en el templo y en el convento. Todavía no hay plata para restauración.

TEMPLO DE SAN FRANCISCO. La imagen muestra el día en que los fieles realizaron un abrazo simbólico. TEMPLO DE SAN FRANCISCO. La imagen muestra el día en que los fieles realizaron un abrazo simbólico. LA GACETA / ANALÍA JARAMILLO

Por estos días la orden franciscana realiza un minucioso inventario de los objetos religiosos e imágenes que conservaron los frailes en los 454 años que estuvieron en Tucumán. No son pocos estos bienes y tienen gran valor histórico y cultural. La Arquidiócesis de Tucumán ha decidido aceptar la custodia del templo y el convento de San Francisco, ante la decisión de la Provincia Franciscana de la Asunción de la Santísima Virgen del Río de la Plata, de retirarse de Tucumán. La falta de vocaciones y la edad de los frailes, cuyo promedio es de 70 años, hacían imposible el sostenimiento de la comunidad religiosa; esto sumado al estado ruinoso del templo, que no tiene apoyo del Estado.

“El obispo (monseñor Carlos Sánchez) ha aceptado la propuesta franciscana y se hará cargo del templo y del convento a través de un comodato. Todavía falta acordar por cuánto tiempo y en qué condiciones recibiríamos este patrimonio”, explica a LA GACETA el vicario general de la arquidiócesis, padre Carlos Abuin. Mientras tanto, los frailes realizan un registro de todas las imágenes religiosas, ornamentos y elementos litúrgicos que se guardan en el templo.

San Francisco cuenta con un importante patrimonio en imaginería, como es el Arcángel San Miguel, que está arriba del altar mayor, y que vino desde Ibatín al momento del traslado de la ciudad. También se conserva, restaurada, la primera bandera Argentina de Tucumán, además de los muebles que se usaron en la Casa Histórica cuando se firmó el acta de la Independencia.

“Después de realizar el inventario, que lo teníamos que hacer más allá de que entreguemos o no el templo, vamos a conservar todo lo que se pueda a nombre de la orden. Todavía no sabemos qué vamos a dejar en el templo y qué vamos a llevar a nuestros museos. Pero tenemos en claro que hay allí un patrimonio de los tucumanos, como los muebles de la Jura de la Independencia. Eso va a quedar sin duda en Tucumán”, anticipó fray Alberto Andrada, provincial de la orden franciscana.

Fray Andrada piensa venir a Tucumán el 18 de este mes para acordar los términos con el arzobispo y reunirse con la comisión de recuperación del conjunto franciscano, que preside la arquitecta Olga Paterlini de Koch. También deberá acordar la situación de los empleados del convento. “No queremos que queden sin trabajo, vamos a tratar de resolver ese tema lo mejor posible a favor de ellos”, aclaró el franciscano.

Una vez que se firme el comodato, la Arquidiócesis anhela recuperar el templo y crear un centro de espiritualidad y un museo franciscano en el convento. Pero antes de todo deberá ver de donde consigue fondos para la restauración. Sólo para poder reabrir el templo vallado desde hace un año por orden municipal necesita $ 7,7 millones. Se consiguieron $ 800.000 con la venta de bonos solidarios que lanzó la comisión y se invirtieron $ 280.000 en trabajos de mantenimiento. Pero falta el compromiso real del Estado, sea nacional, provincial o municipal para recuperar el Monumento Nacional.

Bendita burocracia: los $ 5 millones gestionados por la senadora Elías de Pérez todavía no llegan

El año pasado la senadora Silvia Elías de Pérez gestionó ante la Nación una ayuda de $ 5 millones para recuperar el templo de San Francisco. En noviembre de 2019 estaba todo casi listo para un llamado a licitación, tras la aprobación del expediente N° 2019 8185 2462-APN-DNPPYDOP#MI / BAPIN118300, gestionado en el Ministerio del Interior de la Nación. Sin embargo, había un solo papel que faltaba: un certificado de dominio del edificio.

La senadora contó: “la historiadora tucumana Sara Peña mandó a la Nación documentos relativos al dominio del inmueble, pero nos contestaron que no eran los que requerían. Entonces la Comisión de Recuperación, presidida por la arquitecta Olga Paterlini de Koch, buscó, aunque sin éxito, en las cédulas reales del Archivo General de la Nación. Recordemos que se trata de un templo construido por los jesuitas. 

En resumen, “cuando la carpeta estaba lista, ya no se hacían las licitaciones. Quedó todo listo para la nueva gestión de gobierno”, indicó. Y aclaró que el único requisito faltante podría ser sustituido por los documentos ya enviados al Ministerio del Interior. “De todos modos, se podría prescindir de ese certificado si existiese la voluntad política de avanzar”, advirtió.

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