Bonos del Tesoro: el Gobierno optó por el reperfilamiento

Bonos del Tesoro: el Gobierno optó por el reperfilamiento

El ministerio de economía decidió posponer el pago del “bono dual” para septiembre de este año.

REACCIÓN BURSÁTIL. REACCIÓN BURSÁTIL.
12 Febrero 2020

El Gobierno nacional dio un giro de timón en su estrategia con los acreedores privados y decidió endurecer su postura, posponiendo el pago de capital del bono AF20 que vence el jueves próximo a los grandes tenedores, antes de lanzar la reestructuración de la deuda externa pública. Esta decisión impactó con fuerza en los mercados: se apreció el dólar, aumentó el riesgo país y los bonos argentinos pagaron las consecuencias de la decisión tomada por la administración del presidente Alberto Fernández.

La sorpresa, que se reflejó en la cotización del título en pocas horas -cayó un 40%-, ocurre un día antes de que arribe la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Buenos Aires, presidida por el venezolano Luis Cubbedu.

También mañana será la presentación ante el Congreso del plan de económico de sustentabilidad que buscará la restauración de toda la deuda pública, calculada a fin de año por unos U$S 311.000 millones, y que será la hoja de ruta para los acreedores que buscarán negociar con la Argentina, incluido el FMI.

El título AF20 se rige por ley nacional y es pagadero en pesos pero con la característica de “bono dual”, es decir que se cancela en moneda local pero está atado al dólar, por lo que los mercados lo ubicaron más cerca de los bonos con ley extranjera en dólares, según lo que entiende el Gobierno.

Así lo expresó en un comunicado oficial difundido minutos después de conocerse el reperfilamiento. “Lo que expresaron tales fondos (quienes tenían en su poder el bono AF20) es que para ellos este instrumento es un bono en dólares, y que solo estarían dispuestos a recibir otro similar atado al dólar a un plazo muy corto”.

Ante esta situación, la cartera de Martín Guzmán barajó dos opciones en las últimas horas. Una de ellas era pagar el vencimiento, previsto para este jueves, mediante la emisión de pesos. Fuentes del Ministerio de Hacienda juzgaron que de haber elegido esta alternativa se hubiese inyectado cerca de $ 100.000 millones a la economía, presionando contra la inflación o también contra el dólar oficial. La otra posibilidad era realizar el reperfilamiento unilateral del título. Optaron por la segunda.

Miguel Ángel Pesce, presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), defendió la decisión de no emitir pesos. “Si el gobierno nacional hubiera decidido imprimir $ 100.000 millones para pagar el vencimiento del bono AF20, todo el mundo se estaría preguntando por los efectos inflacionarios de esa emisión”, sostuvo.

A su vez, Pesce respaldó la forma en la cual Guzmán está llevando adelante el proceso de renegociación de la deuda externa. “El gobierno nacional busca la sostenibilidad de su deuda”, apuntó. A su vez, explicó que el stock y perfil de la misma que dejó el macrismo no la hacen sostenible, especialmente por los plazos y las tasas de interés que fueron pactadas”.

El reperfilamiento es la última instancia dentro de un proceso que comenzó con la propuesta de canje del “bono dual” la semana pasada. Como los acreedores no aceptaron recibir un nuevo instrumento con vencimiento en 2021, el Gobierno convocó a una licitación abierta a principios de esta semana para conseguir los fondos con los que pagar el título que vence este jueves. El pasado lunes, la convocatoria fracasó y motivó un cambio de estrategia.

El aviso oficial sobre lo sucedido ayer explica: “el canje buscó cambiar el perfil de este bono (el AF20) insostenible por otro que fuese sostenible. Hubo cooperación de tenedores locales pero no hubo cooperación por parte de un grupo de fondos extranjeros que poseen la mayor tenencia del instrumento”.

El Gobierno buscó con ello dejar en claro que los grandes fondos de inversión con poder de bloqueo en títulos tanto de la Argentina como de la provincia de Buenos Aires, ya se expresaron negativamente a opciones consensuadas, como la de posponer pagos por unos meses, o de que no están dispuestos a sufrir ningún tipo de quita en las ofertas. Sus declaraciones se asemejan a lo expresado semanas atrás por el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, al anunciar que debido a la intransigencia de ciertos fondos pagaría la totalidad del bono BP21.

Por ello, la gestión de Guzmán separó a pequeños tenedores físicos del “bono dual”, que hasta diciembre de 2019 tenían U$S 20.000 o menos. A ellos les abonará el total de su deuda. En cambio, al resto de los acreedores les pagará sólo los intereses, y deja el capital para septiembre de este año.

Entre bonistas extranjeros se ubican los fondos Templeton, con un 24,57% de los títulos, y Fidelity. Algunos de ellos son tenedores institucionales de varios bonos de legislación nacional, algunos de los cuales se desplomaron en el mercado luego de conocerse la decisión de posponer el pago del AF20. Por ejemplo, el título “A2M2”, que vence el tres de marzo, registró una baja del 10% en la última rueda.

El comunicado del Ministerio de Economía diferenció tajantemente dos clases de tenedores de bonos con ley argentina, para luego explicar como se comportará frente a unos y otros. “Quien trató al AF20 dual como un bono en dólares recibirá el tratamiento que se le está dando a la deuda en dólares, mientras que quien lo trató o busque tratarlo en el futuro como un bono en pesos, recibirá un tratamiento consistente con el objetivo de reconstruir una curva sostenible de rendimientos en pesos”.

Así, deja en claro que en el proceso actual de renegociación de la deuda el gobierno ha elegido por un lado postergar el pago de la deuda en dólares, mientras que con los títulos en pesos buscará reducir las tasas de retorno y alargar los plazos de cancelación.

Dólar

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Empujado por la sorpresa

El reperfilamiento impulsó una tendencia alcista en todos los segmentos del mercado de cambios, que marcaron nuevos máximos nominales en el circuito formal, por encima de los $61 mayorista y de los $82 al público, por el recargo “solidario” del 30%. Igualmente tras el cierre en $61,12, la moneda norteamericana en el mercado mayorista acumula en lo que va del año una apreciación del 2%, aún por debajo de la inflación. Por su parte, el “contado con liqui” llegó a operar cerca de los $85 al mediodía, aunque luego recortó posiciones para negociarse debajo de los $84.

Riesgo País

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El mercado reaccionó rápido

El anuncio de la cartera de Martín Guzmán hizo que el Riesgo País volviera a trepar 6,1%, muy cerca de los 2.000 puntos básicos, posición de la que se había alejado a principios de este mes. La disparada del índice condice con la baja de la mayoría de las acciones argentinas con alta liquidez, como por ejemplo las entidades financieras. Los bancos Galicia, Macro, y Supervielle lideraron la caída, el último de ellos rozando el 5%. En cuanto a los títulos de deuda soberana, los más afectados fueron aquellos de legislación nacional con vencimientos hasta el 31 de marzo, fecha que el Gobierno planteo como límite en la renegociación con los acreedores.

“Claramente estamos en default”

El economista Diego Martínez Burzaco explicó que cuando un gobierno resuelve unilateralmente que no cumplirá con sus obligaciones en tiempo y forma acordados, más allá de las calificaciones técnicas, se trata de un “default”. A su vez, el economista observó que la decisión de la gestión de Alberto Fernández es un endurecimiento en su estrategia de renegociación con los acreedores. A su vez, califica este hecho como “disruptivo” frente a lo que venía sucediendo desde que inició el nuevo Gobierno.

“Los que esperaban cobrar ya saben que no van a poder”, indicó Martínez Burzaco. “Nadie gana con esto. Y voy más allá, no solamente perdemos todos, sino que los costos financieros van a ser muy altos” aseguró.

Al analizar  la última rueda del mercado bursátil argentino, advirtió que debe hacerse una lectura estructural. “Los bancos (cuyas acciones retrocedieron hasta un 5% ayer) no cayeron porque estén tapados de bonos argentinos, sino porque el riesgo país subió y por lo tanto los inversores quieren desprenderse de los activos que vengan de argentina, y las entidades financieras son los de mayor liquidez”.

“Entramos a una nueva etapa”

Para Christian Buteler, el gobierno dio una mala señal, sobre todo teniendo en cuenta que  se avecinan los últimos 45 días en  la renegociación de la deuda.

“La gran pregunta es si van a reperfilar el resto de los vencimientos de deuda que hay hasta el 31 de marzo”, graficó.

“Fue la peor decisión”, explicó. Desde su punto de vista, Entre de las dos opciones que barajaba el Ministerio de Economía , emitir pesos para cancelar el bono  o reperfilar, era mejor emitir. “Si se imprimían los pesos, esa plata iba a volver inevitablemente a los bonos, porque el cepo no les permite correr al dólar”, sostuvo. A su manera de ver, se trató de una decisión política.

Sobre la caída en los precios de ciertos bonos por sobre otros, Buteler afirma que la clave está en la factibilidad de factibilidad de pago. “Hay bonos que saben que ya van a entrar al canje, esos no se mueven mucho porque la situación no les afecta directamente, es una señal pero nada más. En cambio, los bonos que vencían antes de la reestructuración tenían la expectativa de que se les iba a pagar, y el reperfilamiento les cambia completamente el panorama”.

“Su posición quedó al descubierto”

Desde la perspectiva de Gustavo Ber, el reperfilamiento era un resultado que estaba dentro del horizonte desde  que el gobierno no logró hacer que lo acreedores del “bono dual” acepten el canje. “Tanto emitir como esto tienen consecuencias, pero la decisión que se tomó es inoportuna sobre para el proceso que intenta lograr un consenso con los bonistas”, recalcó.

“El Gobierno se ha mostrado muy discrecional a la hora de su tratamiento con los distintos acreedores”, sostuvo. Además, observó que quedó al descubierto que la posición del Ministerio de Economía para con títulos bajo la legislación local es  más dura que con los bonos  con ley extranjera.

Aun así, resaltó que se hizo lo que se pudo, con las herramientas que estaban al alcance. “Pero con los títulos bajo legislación extranjera no va a poder ser así”, advirtió. En cuanto a esta clase de bonos, distinguió aquellos que tienen contiene cláusulas que hacen más accesible una reestructuración, los emitidos bajo el gobierno de Mauricio Macri, de los que por sus condiciones son más proclives a una negociación cerrada, los que quedan de los canjes de 2005 y 2010.

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