Campañas: el inolvidable gol olímpico de Scimé

Campañas: el inolvidable gol olímpico de Scimé

El logro del ascenso para San Martín.

MOMENTO DE GLORIA. Juan Carlos Minotto (18) y Daniel Bini celebran con todo el golazo de Scimé. Claudio Mele lo sufre enredado en el fondo de su arco. Ese tanto le sirvió al “Santo” para mantenerse arriba en la serie y abrochar el ascenso en Isidro Casanova. MOMENTO DE GLORIA. Juan Carlos Minotto (18) y Daniel Bini celebran con todo el golazo de Scimé. Claudio Mele lo sufre enredado en el fondo de su arco. Ese tanto le sirvió al “Santo” para mantenerse arriba en la serie y abrochar el ascenso en Isidro Casanova.

La historia de los grandes se escriben a través de las proezas que supieron aquilatar a través de su vida deportiva. Uno de los clubes que más están emparentados en esas epopeyas es San Martín.

Un claro ejemplo fue aquel ascenso que logró el 25 de julio de 1992, cuando en una final inolvidable frente a Almirante Brown de Isidro Casanova, logró el pasaje a la Primera División del fútbol argentino.

Aunque lo que más recuerdan los hinchas “santos” es el gol olímpico que Carlos Miguel Scimé convirtió a los 22 minutos del segundo tiempo en el partido de vuelta que se jugó en el estadio “Fragata Presidente Sarmiento”, y que significó el empate que depositó a los “albirrojos” en la máxima categoría, el inicio de esta historia se remonta a 1991.

En agosto de ese año, el equipo de La Ciudadela debió masticar la bronca de quedarse a las puertas del acceso a las finales al ser derrotado por Belgrano en Córdoba. El golpe anímico que significó esa frustración fue tremendo porque la ilusión de jugar en Primera era grande.

Pero lejos de bajonearse, en Bolívar y Pellegrini decidieron redoblar la apuesta al conservar la base del plantel del año anterior y agregarle dos piezas claves: Scimé y Erasmo Doroni.

Los resultados deportivos en el arranque del certamen no fueron los esperados. Por eso para darle un empujón anímico a su equipo, los directivos consiguieron que Nelson Chabay, que había dirigido al plantel que logró el ascenso en 1988, regresara al club en lugar de Jorge Ginarte.

Con el transcurrir del Torneo Reducido, el equipo fue mejorando ostensiblemente en su rendimiento. En la primera fase del certamen, San Martín enfrentó a Arsenal de Sarandí. En el partido de ida, de visita, ganó 1-0, resultado que se repitió al siguiente fin de semana en La Ciudadela.

En la segunda fase, se jugó el clásico con Atlético. En el Monumental igualaron 1-1. Mientras que en el desquite, volvieron a empatar, pero 0-0. Los “santos” pasaron a las semifinales, debido a su mejor ubicación en la tabla de posiciones.

En semifinales, el rival fue Nueva Chicago. En el partido de ida jugado en Mataderos, igualaron 0-0, mientras que en la revancha, el “santo” venció 1-0.

En la serie final, enfrentó al conjunto de Isidro Casanova. El primer partido se disputó el 19 de julio en el estadio de Bolívar y Pellegrini. Esa tarde, San Martín ganó 1-0. Finalmente, la revancha se jugó el 25 de julio, en Buenos Aires.

Ya pasaron 37 años de aquella tarde gris y lluviosa, pero en la memoria de Scimé todavía está firme aquella jugada que terminó dándole el ascenso al “Santo”.

“Recuerdo que cuando la pelota se fue al córner por la izquierda, inmediatamente me fui a patearlo. En ese momento del encuentro, estaba lloviendo y corría mucho viento que nos favorecía. Tomé la pelota y la puse un metro afuera del círculo para realizar una jugada que siempre hacíamos con Jorge (López): Él se ubicaba en el primer palo y trataba de peinarla para el segundo. En esa ocasión, ayudada por el viento, cuando llegó al área chica se cerró y terminó sorprendiendo a Claudio Mele, que era un excelente arquero y se fue adentro”, dijo “Bomba”, quien a través de sus años de futbolistas tuvo tres ascensos: en 1986 con Atlético a la B Nacional, en 1990 con Quilmes y en 1992 con San Martín a Primera División.

El recibimiento al plantel fue una “locura”

Campañas: el inolvidable gol olímpico de Scimé

Una multitud increíble de hinchas coparon la plaza independencia para recibir a un plantel que había logrado otro hecho histórico para el fútbol tucumano. Los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes dieron vueltas al principal paseo público subidos a un ómnibus y luego fueron recibidos y agasajados en Casa de Gobierno.

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