“Ruidos” en la línea

Las diferencias entre los sectores peronistas que integran el Gobierno nacional son la comidilla de los medios por estos días. Aunque previsibles, los cruces por los llamados “presos políticos” mantienen en vilo a los dirigentes tanto de Buenos Aires como de las provincias.

En Tucumán, las relaciones entre las vertientes del PJ se mantienen más estables y buenas que lo esperado. En enero, sin embargo, hubo un pequeño “ruido” en la línea de comunicación entre el peronismo tradicional y el kirchnerismo. A diferencia de lo que ocurre cerca del Obelisco, aquí el origen de las discrepancias estuvo en asuntos más prácticos y tangibles: la distribución de cargos en oficinas locales de organismos nacionales.

Los chisporroteos entre el manzurismo y el kirchnerismo se mantuvieron subterráneos y fueron neutralizados tras un encuentro la semana pasada en la Capital Federal. El gobernador Juan Manzur y los dirigentes kirchneristas Marcelo Santillán (La Cámpora) y Jesús Salim (Unidad Ciudadana) compartieron un café el miércoles en la Casa de Tucumán. Trascendió que por primera vez hablaron de política. Antes lo habían hecho para disipar desconfianzas y para aportar a “plasmar” la unidad del peronismo, a pedido del propio ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.

En esta oportunidad, el kirchnerismo local volvió a ofrecer su colaboración a la gestión, pero expresó también su molestia porque se había interrumpido el diálogo directo. El compromiso había sido consensuar todos los puestos importantes y no vieron con buenos ojos que a la hora de pedir por cargos, Manzur los llamara directamente, pero que cuando ellos necesitaban algo, debieran recurrir a terceros.

Los kirchneristas apuntaron a dirigentes que rodean al gobernador. Consideran que este grupo habría propiciado la fugaz distancia. Le explicaron a Manzur que no quieren ser “convidados de piedra” ni pasar por otras personas. No habrían mencionado a nadie en particular.

Desde fuera y dentro de la Casa de Gobierno miran con atención este cambio gradual en Manzur: de no tener prácticamente entorno (al margen de los ministros y de dirigentes que siempre estuvieron cerca, como el diputado Pablo Yedlin) a estar acompañado por otro puñado de políticos. En el último año, los “nuevos” actores en ese rol serían el legislador Gerónimo Vargas Aignasse;el presidente del Ente de Infraestructura, Christian Rodríguez, y los diputados Mario Leito y Carlos Cisneros, entre otros.

¿Y con Osvaldo Jaldo? El kirchnerismo nada tiene para decir del vicegobernador. Afirman que mantienen conversaciones frecuentes.

Tras el café, la línea de comunicación directa quedó limpia nuevamente.

Cargos y discordia

Los puestos más importantes a definir fueron el PAMI, la Anses, la Gerencia de Empleo y el Centro de Referencia (CDR) de Desarrollo Social. Todos fueron negociados políticamente entre el manzurismo y el kirchnerismo y están prácticamente definidos. En algún momento, el gobernador habría derivado a algunos miembros de su entorno estas conversaciones y este habría sido el punto de discordancia.

En el caso del PAMI, Manzur propuso a De Pedro que fuera para el ex intendente luleño y médico César “Kelo” Dip. Quien venía sonando para ese sitio era Salim, que pertenece al espacio de la titular nacional Luana Volnovich. El kirchnerismo accedió a ceder ese lugar.

La tónica nacional era que si en los despachos centrales asumía alguien de determinada agrupación política, esto se replicaría en el país. Lo que sucedió en el Inadi a raíz de este criterio habría molestado a Manzur y lo habría llevado a levantar el teléfono y poner la queja ante De Pedro. El nuevo titular, Pablo Gutiérrez, es del espacio de Victoria Donda y habría estado cerca del senador José Alperovich en las últimas elecciones.

En el caso de la Anses, se acordó que Salim quedara como gerente regional y que en la capital se ubicaran Enrique Salvatierra (dirigente “decano” cercano a Leito) y en Concepción, Franco Morelli (ex candidato a intendente). Santillán, en tanto, asumirá en la Gerencia de Empleo regional.

Una batalla diferente se libra por el CDR, una especie de pequeño ministerio. La responsable nacional, la tucumana Alicia Soraire, pretende que ese lugar estratégico para la política territorial quede en manos del ex comisionado de Rumi Punco Jorge Rodríguez, de Kolina. Mientras que el diputado Cisneros habría propuesto al ex candidato a legislador y miembro del Movimiento Evita, Luciano Chincarini.

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