05 Febrero 2020
SIEMPRE LISTA. La arquera Larrahona es una especialista en atajar penales.
Se siente feliz cada vez que se calza el buzo y los guantes. Adriana Larrahona, la arquera de Atlético, es un ejemplo a seguir por sus compañeras, debido a la dedicación que le brinda al fútbol femenino.
A los 40 años, disfruta de sus últimas temporadas, aunque aún no le quiere poner fecha a su retiro. “Llegué al fútbol casi de casualidad”, cuenta la golera que se inició en San Martín. “Fue a fines de 2003. Estábamos en El Sunchal pasando el día con dos amigas. San Martín venía de perder 8 a 0 contra Atlético. El club no tenía arquera y ese día me preguntaron si quería atajar. ¡Jugué con guantes y botines prestados! Agradezco la confianza y la oportunidad que me dieron el profesor Alberto Barraza y Florencio Robles, que eran los entrenadores”, reveló.
Larrahona siempre se dedicó al deporte, aunque en sus comienzos practicaba artes marciales. “Creo que por eso las chicas me tenían fe. Me llevaron a San Martín B, en el que jugué un tiempo hasta pasar al equipo principal. Ahí jugué dos años, hasta que sufrí una grave lesión. Estuve más de un año sin jugar por la rotura de los ligamentos cruzados”, contó.
Cuando estaba lista para volver a los entrenamientos, se dio cuenta que San Martín ya tenía su equipo armado. “No había lugar para mí y me fui a probar suerte en San Jorge. Con un grupo de chicas nuevas llegamos a semifinales el primer año. Después me vine a Atlético, club del que soy socia desde que tengo cinco años. Ya llevo ocho temporadas”, expresó.
Con las “Decanas”, Larrahona fue campeona en tres torneos locales y dos regionales. Actualmente integra el seleccionado tucumano, con el que se consagró campeona argentina en Mendoza, en 2018. “Nada de esto sería posible sin un buen entrenamiento”, indicó. “En Atlético contamos con un entrenador exclusivo de arqueras, que es Aquiles Carreño. Nos enseña la parte técnica, la táctica y la física. Además, nos brinda charlas de motivación antes de entrar a la cancha”, señaló.
Aunque por ahora no le puso fecha a su retiro, sabe que en algún momento tendrá que colgar los guantes. “Me siento feliz y muy segura cada vez que entro a una cancha. Siempre estoy esperando con muchas ansias que lleguen los días de los partidos. Me encantaría que esto dure para siempre, pero soy consciente de que todo ciclo se termina en algún momento. Actualmente, con el ‘profe’ Carreño estamos entrenando arqueras que tienen 14 años. El trabajo es duro y el puesto es único, por eso me encantaría formar jugadoras que tengan un gran futuro y que amen calzarle los guantes, como lo hago yo”, concluyó.
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