Una joven tucumana transforma paquetes de yerba en billeteras para "salvar" al planeta

Una joven tucumana transforma paquetes de yerba en billeteras para "salvar" al planeta

Luz Villafañe forma parte de un grupo de 500 jóvenes que participará de una reunión convocada por el Papa Francisco.

Una joven tucumana transforma paquetes de yerba en billeteras para salvar al planeta
01 Febrero 2020

Lo que para muchos es basura, para Luz Villafañe es un tesoro por descubrir. Tiene 24 años y hace ya un tiempo descubrió el amor por revalorizar los residuos de la gente. Un paquete de yerba mate, tirado en un basurero, en sus manos se transforma en una billetera.

“Me sorprendí mucho ya que descubrí que los envases de yerba mate eran impermeables, aptos para comida y la mezcla de papel y plástico que contienen no permitía reciclarlos”, contó.

La joven, estudiante de la licenciatura en Economía, se dispuso ayudar a frenar el cambio climático y generar conciencia sobre el medio ambiente. Así fue como nació su proyecto “No mata el planeta”.

Durante mucho tiempo pensó que el problema de la contaminación era únicamente responsabilidad de las grandes empresas. Hoy cambió su forma de pensar: “creo que muchos de los activistas a veces luchamos porque grandes empresas dejen de producir ciertos servicios o productos que contaminan, pensando que el problema está en la oferta y no nos damos cuenta que la solución está en modificar nuestro consumo, o sea en la demanda.”, sostuvo

En su caso, a diferencia de las grandes empresas, el acento de la producción no está puesto en la venta sino en reducir la contaminación. “La concientización está primero que la venta”, asegura ella. Se trata de una lógica de cero basura o más conocida como “Economía circular”, donde los residuos de la producción de un bien, puedan usarse como materia prima o reinsertarce en la cadena de producción de otro bien.

Una joven tucumana transforma paquetes de yerba en billeteras para salvar al planeta

Luz no tan sólo ayuda al ecosistema con su emprendimiento, sino que participa en “economía de comunión”, una asociación a nivel internacional que busca poner en el centro de la economía a la persona por medio de una cultura basada en el dar y no en el tener. Y sus acciones no quedan sin ser reconocidas. Fue elegida junto a 500 jóvenes de todo el mundo para participar de “la economía de Francisco”, una reunión convocada por el Papa para firmar un pacto con la juventud, activistas y economistas con el fin de construir una economía más amigable con el medioambiente.

Encontró barreras a lo largo del camino, pero siempre estuvo convencida e impulsada por el cambio, por esto nunca se detuvo y hoy está orgullosa de ello. “Somos nosotros, los consumidores, los que (de) mandamos en esta economía de mercado”, consideró. 

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