La comuna de El Manantial clausuró un loteo privado

La comuna de El Manantial clausuró un loteo privado

El comisionado rural de esa localidad promete endurecer las medidas contra los emprendimientos que no cumplan con las normas. Los desagües pluviales generan muchas complicaciones en la localidad, aseguran los funcionarios. Ayer, clausuraron un loteo privado.

El comisionado rural de El Manantial, Juan Carlos Bernard, tiene pensado echar más leña al fuego. A su decisión de suspender la construcción de los desarrollos inmobiliarios en esa comuna, ya sea que estén por comenzar o que estén en obras, le añadirá otra medida: ha decidido ir, también, por los countries y barrios cerrados que no han sido alcanzados por aquella resolución. Impedirá -dice- la edificación de nuevas viviendas en las urbanizaciones especiales que se encuentran consolidadas, pero que no han realizado adecuadamente la sistematización de sus desagües pluviales.

“Hoy, al 35 % de El Manantial lo inundan cuatro barrios cerrados. Todos descargan sobre la calle Roca, que es la principal arteria de la comuna. Desde ahí, el agua fluye hasta el casco viejo. No tenemos ni una sola calle en buen estado. Se han hecho más de 600 casas donde antes había plantaciones o montes. Para mitigar ese cambio en el uso del suelo, sus desagües deberían tener lagunas de detención. Esto no es una pelea entre ricos y pobres. Esto es una guerra contra los desarrollistas. Se creen que, porque son poderosos, se van a burlar de las leyes. Se nos ríen en la cara: ‘nosotros ya vendimos, no tenemos nada que ver’, nos contestan cuando les pedimos que regularicen sus situaciones”, afirma Bernard.

“Las entradas a los countries son lindas. Las periferias, un desastre”, añade Matías Chibilisco, el subdelegado. “Meten lotes en lagunas de laminación”, prosigue Rubén Acevedo, el agrimensor de la comuna. “El desarrollo urbanístico no puede generar asimetrías a su alrededor”, reflexiona Pedro Otonello, el asesor jurídico. Esta conversación se dio el miércoles por la mañana. Los hombres se habían reunido en el comedor de la casa de Dante Rivarola, el secretario comunal. Mientras tomaban unos cafés, evaluaron las implicancias de las medidas que han anunciado en los últimos días y que han sido noticia.

Una década atrás, El Manantial tenía unos 17.000 habitantes. Hoy, con un padrón electoral de 13.000 votantes, calculan que debe haber unos 25.000 pobladores. En los próximos tres años, serán 10.000 más, pues estiman que habrá unos 25.000 nuevos lotes (diseminados en los barrios privados que están siendo diseñados) con cuatro personas por cada casa.

Por ello, los funcionarios insisten en que la comuna les exigirá a los desarrolladores de countries que cumplan la normativa que exige la conducción de las aguas de lluvia. Lo harán mediante una tanda de intimaciones masivas. Si los desarrollistas no responden, trasladarán la exigencia a los respectivos consorcios, aseguran.

“Aquí los niños andan con el barro hasta las rodillas por los desagües de varios barrios privados”, relata Bernard. En el caso de que, tras esas peticiones formales no se adecuen, reitera que se impedirá la construcción de nuevas casas en los desarrollos con observaciones. Acevedo cree -incluso- que la comuna se encuentra en condiciones de pedirle a la Dirección General de Catastro que suspenda la vigencia de los planos generales y de las subdivisiones, de manera provisoria, hasta tanto los countries completen sus trámites.

“Infringen la ley a diestra y siniestra. Actúan como ladrones en la noche. Los fines de semana, cuando no se realizan inspecciones, avanzan. Los lunes, se detienen. Para cuando nosotros los descubrimos, ya han abierto calles y colocado carteles de venta. Si no frenamos esto ahora, en cualquier momento va a estallar. No es mi idea correr a los inversores. Necesito ordenar este desorden”, declara Bernard, mientras sus colaboradores asienten. Finalmente, asegura que no se habilitará ningún loteo por encima de los 700 metros de altura sobre el nivel del mar, a fin de proteger el pie del cerro.

La primera clausura

Ayer, un día después de esa reunión en el comedor de Rivarola, la comuna efectuó la clausura de un loteo situado entre la avenida Solano Vera y la ruta provincial 301. En los últimos meses, unas 140 hectáreas comprendidas en esa lonja han sido vendidas y divididas en diferentes emprendimientos. Uno de esos, fue cerrado con fajas debido a que no cuenta con ninguna autorización, según las autoridades de la comuna.

El 7 de noviembre, Bernard había firmado una resolución para suspender todos los desarrollos debido al impacto que éstos han generado, tanto en el medio ambiente como en la provisión de servicios, según sus argumentos. En ese texto había indicado, además, que urge frenar los emprendimientos urbanísticos porque la comuna no cuenta con documentaciones que los habiliten. El de ayer fue el primer cierre desde que esa medida se encuentra vigente.

Empresarios: “el desorden es tremendo”

“Ante el absoluto descontrol de lo que está pasando, ante la absoluta irresponsabilidad de los desarrolladores, había que parar esto. El desorden de las urbanizaciones es tremendo. No sé qué va a pasar cuando toda esa lonja entre El Manantial y San Pablo esté edificada. No sé qué va a pasar cuando todos esos countries estén hechos”. El dueño de esa frase es el empresario Jorge Rocchia Ferro (foto), propietario de la Compañía Azucarera Los Balcanes SA y de proyectos de viviendas.

Luego de que el delegado comunal de El Manantial decidiera suspender los desarrollos urbanísticos en esa localidad -con el argumento de la mayoría de los inversores no cumple con las normas y de que eso está causando un fuerte impacto en el medio ambiente y en la provisión de servicios- Rocchia Ferro, quien proyecta unos 15.000 lotes en las cercanías de Ohuanta, se puso en contacto con él y acordaron una reunión.

“Le encuentro la razón a Bernard. Aquí, los empresarios somos incapaces de poner una sola moneda. Pero yo sí quiero aportar. Quiero hacer avenidas, cloacas y un desarrollo ordenado. Por eso pido que se conforme urgente una mesa multisectorial. Se está destruyendo el pie del cerro y se está destruyendo el oeste del Gran Tucumán porque las cosas se están haciendo mal”, concluye.

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