No basta plantar árboles para cuidar el planeta: hace falta una conciencia verde

No basta plantar árboles para cuidar el planeta: hace falta una conciencia verde

Investigadores de la Universidad de Bonn, Alemania, sostienen que la reforestación masiva no evitaría los efectos del calentamiento global.

28 Octubre 2019

Un estudio de la Universidad de Bonn confirma lo que ya todos temían: que los árboles no alcanzan para contribuir al cuidado del planeta. El hombre no puede volver sobre sus pasos en toda su acción de desforestación. En julio, investigadores del Crowther Lab, de la universidad suiza de ETH Zurich, habían publicado en la revista Science que la mejor manera de reducir los efectos del cambio climático era replantar árboles en las zonas destruidas, del tamaño de Estados Unidos. 

Pero científicos de la Universidad de Bonn y del centro keniano World Agroforestry objetaron, en la misma revista, que es limitado el número de árboles que pueden plantarse en terrenos de la extensión indicada. En un estudio para el que se cruzaron datos históricos, concluyen que la única manera de hacer frente al cambio climático es disminuir las emisiones dióxido de carbono por todos los medios posibles, en todos los países.

Eike Luedeling, profesor del Instituto de Ciencias y Recursos Agrícolas y de Conservación de la Universidad de Bonn, Alemania, señaló a la Fundación Thomson Reuters que la reforestación no debería ser vista como una alternativa a la acción de bajar las emisiones de dióxido de carbono. “Sólo con eso no basta. Sí plantamos árboles pero seguimos descargando dióxido de carbono como locos a la atmósfera no podremos frenar las consecuencias del calentamiento global. Sólo habremos ganado algo de tiempo”, declaró a Reuters.

“Si queremos controlar el cambio climático, realmente sólo hay una respuesta: tenemos que disminuir las emisiones”, añadió el científico.

Medioambientalistas dicen que proteger los actuales bosques y restaurar las áreas verdes dañadas evitarán que haya más inundaciones, ayudarán a almacenar las emisiones de carbono que causan el calentamiento global y resguardarán la biodiversidad.

Pero los trópicos ya perdieron 12 millones de hectáreas en zonas arborizadas en 2018. Es el cuarto mayor ascenso de temperatura anualizado desde que comenzaron a tomarse los registros en 2001, de acuerdo al servicio de monitorización Global Forest Watch.

La mayor preocupación, indicaron, es la desaparición de 3,6 millones de hectáreas de bosques húmedos milenarios, un área del tamaño de Bélgica. Este enorme daño se produjo en buena parte debido a los incendios forestales y a la tala de árboles para generar zonas de ganadería y minería.

El estudio de los científicos del Crowther Lab determinaba la cantidad de árboles que era necesario plantar para contener la furia de la naturaleza: dónde podían plantarse y cuánto dióxido de carbono podrían almacenar. Pero los investigadores de la Universidad de Bonn y del World Agroforestry salieron al cruce descalificando la clasificación de regiones de “elevado potencial” para forestación. Argumentaron que el trabajo no tuvo en cuenta los cambios de temperatura que ya experimentan zonas como las sabanas de África. Y que algunas áreas deforestadas están erosionadas a un nivel que es muy difícil volver a plantar árboles. Hay que plantar árboles si, pero sobre todo cambiar hábitos y vivir con una conciencia verde.

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