Macri y Fernández, entre la catástrofe y el no hay otro camino

Macri y Fernández, entre la catástrofe y el no hay otro camino

Primero, debatir electoralmente, después, dialogar políticamente y, finalmente, consensuar institucionalmente. Esa podría ser una directriz para la dirigencia nacional a los fines de superar en entre todos la crisis socioeconómica del país y, tal vez, reducir la grieta que enfrenta a grupos de argentinos como si fueran enemigos acérrimos -algunos creen que lo son y que están en una batalla épica- y que obstruye la posibilidad de acuerdos entre oficialistas y opositores como los adversarios circunstanciales que realmente son.

En este tiempo, a 14 días de los comicios generales de renovación de autoridades, se está en aquella primera etapa, la del proselitismo a pleno para captar la mayor adhesión ciudadana posible. Con las mejores armas, y también con las peores, veamos las redes simplemente. El miércoles pasado, en “Panorama Tucumano”, cuatro candidatas a diputadas nacionales debatieron, ofrecieron propuestas, se lanzaron chicanas y evidenciaron que la grieta ideológica entre la derecha y la izquierda es irreconciliable. O irremediable. El miércoles próximo les tocará a “ellos” -los muchachos que encabezan las boletas-, ponerle más tensión a la pantalla.

Detalle al margen: la ley de cupo establece que las listas de parlamentarios nacionales deben ir integradas 50 y 50 entre hombres y mujeres. Sin embargo, en el caso tucumano, casualmente, todas las nóminas son lideradas por varones. Ninguna mujer en primer término, todas ubicadas en segundo lugar. Cosas de la política. No habrá una voz femenina en el debate que viene, como sí ocurrió, por ejemplo, cuando fueron invitados los candidatos a gobernador de Tucumán; allí estuvo la senadora Silvia Elías de Pérez por Vamos Tucumán. En la Provincia, la ley del cupo del 30% no se traslada a la Legislatura en esa presencia femenina porcentual. Hasta el sistema de acople conspira contra las “chicas”.

Retomando, ¿sirven estos debates entre candidatos? A la democracia le sientan bien. La ciudadanía puede aprovecharlos. Si bien los aspirantes a cargos públicos transmiten mensajes corporales que brindan información adicional al estar expuestos al ojo delator de una cámara, también tienen una ocasión para difundir sus propuestas y “venderse” mejor. Seducción política a pleno. Hasta chicanearse en los ocho minutos libres que, por ejemplo, les facilita LA GACETA a los postulantes y que, por supuesto, son festejadas a palma batiente por las respectivas tribunas. El combo termina siendo un aporte amplio para el elector. ¿Pueden influenciar lo suficiente como para determinar el resultado de una votación? A los candidatos les permite mostrarse y sacar provecho del tiempo en el aire; y quien mejor se maneje en ese ambiente y transmita eficazmente lo que pretende, podría sonreír en términos electorales. Pero no se puede medir en votos ganados o perdidos la participación en un debate. Lo seguro es que la democracia aplaude y está de parabienes.

Cada participante generalmente acude con su libreto bajo el brazo para este tipo de “enfrentamientos verbales”, con frases armadas de antemano y con ironías preparadas; quién no recuerda “¿en qué te convertiste, Daniel?”. El que se aparte del texto puede quedar mal parado al tomar riesgos innecesarios.

Esta noche, en la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, se dará el primer debate entre los seis candidatos a presidente de la Nación, el que tendrá cuatro ejes temáticos: Relaciones Internacionales, Economía y Finanzas, Derechos Humanos, Diversidad y Género, y Educación y Salud. Si tenemos en cuenta que dos de ellos son los que compiten con posibilidades reales de acceder al Sillón de Rivadavia, podríamos adelantar lo que supuestamente dirán esta noche Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) y Alberto Fernández (Frente de Todos) en cada uno de estos temas. Inlcuso, a manera de un supuesto diálogo entre ellos. ¿Puede hacerse? Sí, y a no sorprenderse de la explicación final.

Por de pronto, en relaciones internacionales, Macri insistirá en alejarse de la política exterior de aislamiento, mientras que Fernández replicará que “la vuelta al mundo” de Cambiemos se limitó sólo al regreso al FMI para endeudarse. El Presidente, en cuanto a la situación interna en Venezuela señalará que la Argentina debe contribuir a la recuperación de la democracia, mientras que el referente peronista reivindicará el principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados y la solución pacífica de las controversias.

Las diferencias entre ellos serán más notorias en el desarrollo de la segunda cuestión. El principal referente opositor se referirá al desarrollo económico y el aspirante a la reelección a la estabilidad macroeconómica. Fernández recalcará que Cambiemos puso en marcha un programa de neto corte neoliberal que multiplicó el desempleo, la precarización laboral y el deterioro de la calidad de vida de los trabajadores. “Macri tiene para exhibir sólo resultados económicos catastróficos, sus efectos se traducen en un cuadro económico desolador”, dirá, palabras más, palabras menos. Nada que no pueda no suponerse, o resulte extraño.

El jefe de Estado, en tanto defenderá su política económica y redoblará la apuesta; dirá que se necesita una macroeconomía estable, que privilegie a largo plazo las inversiones y que desactive el impuesto inflacionario. “Con una política monetaria prudente y un tipo de cambio acorde con sus necesidades de integración internacional; sólo con equilibrio en el presupuesto y la lenta y difícil recuperación de la confianza en la moneda podremos bajar la presión fiscal e incrementar las posibilidades de nuestra economía. No hay otro camino”, insistirá para ratificar el camino del Gobierno. ¿Es posible que eso sea lo que dirán? Si no ocurre así, pega en el palo, como dicen en la “popu”.

Fernández, en tanto, expondrá que deberán abordarse acuerdos amplios con los acreedores y hacer foco en el crecimiento económico y la recuperación del mercado interno. Abogará por generar un excedente genuino de divisas para garantizar el crecimiento económico y afrontar los vencimientos de la deuda. Y subrayará la necesidad de un amplio acuerdo económico y social. Prácticamente lo viene diciendo y porque, además, está escrito, como ya veremos.

Macri apuntará que “el consenso macroeconómico es indispensable”, pero que debe ser apenas el primer paso de una nueva trama económica más competitiva, más intensa en conocimientos, más integrada al mundo, más diversa y sobre todo más responsable. Y defenderá su gestión al apuntar que la reconfiguración territorial de la Argentina “ya empezó” con el shock de inversiones e infraestructura, la creciente resolución del drama energético, las mejoras en conectividad aérea y la extensión de la inmensa red de fibra óptica pública.

En materia de Derechos Humanos, Diversidad y Género, Macri señalará que Cambiemos cree en una verdadera igualdad de oportunidades, que le permita a cada habitante de la Argentina tomar en libertad las decisiones más importantes de su vida: dónde vivir, cómo desarrollar su vocación, cómo planificar su futuro, cómo participar en política y cómo ejercer su identidad sexual.

En tanto que Fernández denunciará el menoscabo de los derechos humanos de parte de Cambiemos al proceso de Memoria, Verdad y Justicia, por lo que propondrá preservar los Sitios de Memoria y desarrollar y fortalecer políticas de promoción y protección de los derechos colectivos de mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y de aquellas minorías que se ven vulneradas en su libertad y son perseguidas y encarceladas.

Finalmente, en el cuarto tema, Educación y Salud, el Jefe de Estado sostendrá que defienden una política de protección social que atienda a las familias que necesitan ayuda y que brinde autonomía a cada uno de sus integrantes para que puedan construir su vida en libertad. “Creemos en la responsabilidad del Estado en brindar servicios educativos y de salud de calidad para el mejoramiento de la sociedad y su preparación para los desafíos del futuro”, podría acotar, más o menos con estos conceptos.

El candidato del Frente de Todos, por su lado, sostendrá que en materia de Educación habrá que revertir el deterioro presupuestario de la inversión educativa que registra entre 2016 y 2019 una disminución del 30% de la participación de la educación en el presupuesto nacional. Propondrá fortalecer el Instituto Nacional de Formación Docente, el Instituto Nacional de Educación Tecnológica, el Concejo de Universidades y el Consejo Federal de Educación. En materia de Salud, indicará que el Gobierno nacional retrajo en un 21% el presupuesto en salud y anunciará la recuperación de la cartera del área.

¿Se puede afirmar que estas serán las respuestas, posibles, que darán esta noche tanto Macri como Fernández al temario que la presentarán? Si decimos que cada dirigente que se presenta a debatir va con un libreto bajo el brazo; con algo preparado, entonces sólo hay que buscar cuáles son esos textos. Están escritos: son las plataformas electorales de todas las fuerzas políticas que compiten en los comicios y que han sido presentadas ante la Justicia Electoral Nacional. Están en las redes, sólo hay que buscarlas y ver qué plantean en aquellos cuatro ítems. De cualquier forma, habrá que prestarles atención y observar si sostienen en el debate lo mismo que está escrito en las propuestas de campaña de cada fuerza, o si se arriesgarán a improvisar, y también a chicanear al adversario; todo será interesante.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios