Una pausa para pensar adónde vamos

Una pausa para pensar adónde vamos

Cómo la tecnología, la globalización y el cambio climático están cambiando el mundo.

06 Octubre 2019

ENSAYO

GRACIAS POR LLEGAR TARDE

THOMAS L. FRIEDMAN

(Paidós - Buenos Aires)

Thomas Friedman es uno de los periodistas más prestigiosos y con mayor cantidad de lectores en el mundo. Sus columnas en The New York Times le valieron tres premios Pulitzer y fueron el insumo de bestsellers como La Tierra es plana y Caliente, plana y abarrotada. En su último libro analiza cómo la tecnología, la globalización y el cambio climático están acelerando sus procesos, constituyéndose en los principales factores que transformarán al mundo en los próximos años.

El título deriva de una anécdota del autor. Ante el retraso de un amigo al que había citado en un café, constató que la demora le abría un paréntesis imprevisto en su agenda que le daba la posibilidad de detener su ritmo agitado y reflexionar. A partir de entonces a cada interlocutor retrasado lo recibe con un “Gracias por llegar tarde”.

Esa es la propuesta que nos hace Friedman en su ensayo. Detenernos y pensar con él sobre las causas, la naturaleza y las consecuencias de la carrera alocada en la que vivimos. Porque vivimos en una era dislocada como resultado de una velocidad del cambio que supera nuestra capacidad para desarrollar sistemas de aprendizaje, gestión y regulación gubernamental que nos permitan entender, aprovechar y amortiguar los perjuicios de la transformación.

Punto de quiebre

En su abordaje a la revolución tecnológica, a la que le dedica la mayor cantidad de páginas, Friedman parte del año 2007. Es el año en que la revolución de acelera. El año del lanzamiento de Android y del Kindle, del comienzo de la universalización de Facebook, del proyecto bitcoin, de la primera computadora que utilizó inteligencia artificial, de la fundación de Airbnb y de la empresa que desarrolló el big data. Productos, sistemas y empresas representativas de los cambios más profundos del presente y de los que prefiguran el futuro próximo. Pero 2007 quedará marcado, sobre todo, por la presentación del primer iPhone por Steve Jobs, el artefacto que llegará a la mayoría de las manos de los habitantes del planeta, multiplicando exponencialmente los tiempos de conexión digital de los humanos y modificando radicalmente nuestra forma de integrarnos al mundo. Lo que pasó a partir de 2007 es que la complejidad se abarató extraordinariamente.

Un cartel en una autopista en Silicon Valley dice “¿Qué se siente al saber que hay un millón de personas en todos el mundo que pueden hacer tu trabajo?” Hoy, plantea Friedman, podríamos preguntarnos en cualquier lugar del mundo “¿Qué se siente al saber que hay al menos un millón de robots que pueden hacer tu trabajo?” El autor nos muestra uno de los costados preocupantes de un proceso schumpeteriano anabolizado en el que la destrucción de los viejos modelos de negocio y su sustitución por los nuevos no da tiempo para emplear en nuevas funciones a los desplazados.

La revolución digital y la globalización se expandieron en nuestras vidas, en el último cuarto de siglo, unidas a expectativas de una ampliación inédita de los niveles de libertad, democratización, integración, igualdad y prosperidad económica. Los avances son innegables. Pero una sociedad global actualmente fragmentada, polarizada, desigual, inestable, frágil y permeable a la demagogia nos obliga a reflexionar sobre la dinámica que determina esa realidad.

© LA GACETA

DANIEL DESSEIN

PERFIL

Thomás L. Friedman nació en Minneapolis, en 1953. Estudió en la Universidad de Minnesota y en Oxford. Durante muchos años fue corresponsal en Medio Oriente. Se especializó en terrorismo y política internacional. Desde 1981 trabaja en The New York Times, donde tiene una de la principales columnas. Entre sus libros se destaca La Tierra es plana, que vendió cuatro millones de copias y fue traducido a 37 idiomas. Es miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.

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