“Killing Eve” redobla su apuesta con más humor negro, suspenso y acción

La mezcla de amor, odio, violencia, suspenso y humor negro -todo mezclado con mucha sangre y talento-, pusieron a “Killing Eve” en un sitial de preferencia para el público y la crítica. Ahora que fue premiada con una estatuilla a la mejor actriz para Jodie Comer en la reciente entrega de los Emmy, donde además su guionista Phoebe Waller-Bridge recibió varios premios por la extraordinaria “Fleabag”, llega la segunda temporada precedida de gran expectativa. Todos los capítulos ya están disponibles en el streaming de Cablevisión Flow y son ideales para una maratón de fin de semana.

“Killing Eve” (“Matando a Eve”) es una vuelta de tuerca sobre el clásico thriller de acción espía, donde la dupla protagónica se luce en un duelo actoral mientras mantiene un juego del gato y el ratón en la ficción de la serie.

Eve (Sandra Oh) es una operadora de servicios de seguridad aburrida e inteligente cuyo trabajo en el escritorio no cumple sus fantasías de ser una espía. Villanelle (Comer) es una asesina talentosa, que se aferra a los lujos que su violento trabajo le brinda. Estas dos mujeres feroces están obsesionadas una con la otra. Quieren matarse y a la vez se atraen sexualmente, creando un escenario de ambigüedad que dispara la trama en direcciones inesperadas.

Sin dudas Villanelle es un personaje atractivo por la frialdad sádica que exhibe, lo que sumado a su belleza y destreza, genera horror y admiración a la vez. Se disfraza con pelucas, usa distintos acentos al hablar y adopta personalidades diferentes. “Lo que me encanta de Villanelle es que son varios personajes fusionados en uno solo -opinó la premiada actriz-, lo que me ha permitido demostrar versatilidad. Voy a grabar encantada porque ningún día es igual al anterior ya que todo el tiempo me están planteando nuevos desafíos”.

Por su parte, la guionista Waller-Bridge sale airosa del desafío de sostener un lado humorístico aun en situaciones muy dramáticas. Esto provoca sorpresa, en muchos momentos, sobre todo en las escenas en que las protagonistas muestran la intimidad de sus emociones y deseos. Con frecuencia, una situación intensa es desvirtuada por una broma o hecho inesperado, que aporta distensión.