El crimen de una joven en Garmendia moviliza a las mujeres por la ola de violencia

El crimen de una joven en Garmendia moviliza a las mujeres por la ola de violencia

Esta tarde se realizará una convocatoria en la plaza Independencia para reclamar que se dicte la emergencia en la provincia.

ESCENA DEL CRIMEN. En Garmendia, los peritos encontraron un cuchillo.  ESCENA DEL CRIMEN. En Garmendia, los peritos encontraron un cuchillo.
23 Septiembre 2019

Dos femicidios en menos de 12 horas. En lo que va del año ya suman 11 en Tucumán. Las cifras alarman y las organizaciones decidieron movilizarse para reclamar por una tendencia que no deja de crecer. La Multisectorial de Mujeres de Tucumán realizarán hoy, a las 18.30, en la plaza Independencia, una concentración para denunciar la ola de crímenes y reclamar la emergencia en violencia contra las mujeres.

El fin de semana hubo dos femicidios en Tucumán. El último ocurrió el sábado por la noche, en Garmendia, donde fue asesinada María Alejandra Coronel, de 25 años. El ataque se produjo en un domicilio del barrio Las Palmeras, de esa localidad. En el lugar se encontraba la víctima junto a su padre y hermanos en una reunión familiar cuando se presentó Alejandro Robles, ex pareja y protagonista del sangriento ataque.

De acuerdo a las declaraciones testimoniales, familiares de la víctima habrían estado consumiendo bebidas alcohólicas desde el mediodía. Pasadas las 22, Juan Gabriel Garnica, de 21 años, primo de los Coronel, fue al baño ubicado al fondo de la propiedad. Robles lo siguió y atacó con un cuchillo, produciéndole un puntazo a la altura del mentón, según el informe brindado por voceros judiciales.

Tras la agresión, Robles regresó a la casa y abordó a la muchacha que estaba en una habitación con sus dos hijos y uno de sus hermanos. El agresor la atacó con un arma blanca y le provocó lesiones que le causaron la muerte. El asesino intentó escapar, pero fue reducido por los familiares de la joven asesinada.

Los voceros judiciales consultaron a los testigos del hecho pero todos manifestaron desconocer el móvil del brutal asesinato.

En la escena del crimen se encontró un cuchillo que será examinado por los especialistas para determinar si se trata del arma homicida.

Además, fueron secuestradas diferentes prendas de vestir que también serán analizadas para eventuales estudios comparativos en el marco de la causa.

Este fue el segundo femicidio que se registró en Tucumán en menos de 12 horas. El sábado al mediodía, Nicolás Suárez ultimó de un balazo a Luciana Frías, de 18 años en el barrio 11 de Marzo.

Los casos de violencia de género aumentaron en los últimos días en Tucumán. El lunes de la semana pasada, un joven le prendió fuego a su pareja en Banda del Río Salí por haberse negado a ir a comprar drogas.

Al día siguiente, un hombre le disparó en la cabeza a su pareja en Garmendia, la misma localidad en la que se produjo el sábado el crimen de Coronel.

“Los datos sobre los femicidios en Tucumán son apabullantes”, sostuvo la abogada Soledad Deza, quien justificó la convocatoria realizada para hoy, en la plaza Independencia, por la situación que se vive tanto a a nivel provincial como nacional. “Nueve de cada 10 mujeres murieron a manos de una pareja (actual o pasada) o alguien del entorno familiar cercano. Es lamentable”, agregó.

La organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala) reclama la declaración en el país de la emergencia por “violencia machista” y que se tomen medidas concretas de prevención, asistencia y erradicación de las violencias contra las mujeres.

En el país hay 237 casos

Los datos oficiales muestran como los ataques a mujeres siguen en aumento tanto en la provincia como en el país. El registro nacional de femicidios precisa que en todo el país perdieron la vida 237 mujeres en 2019.

Buenos Aires es la provincia donde se produjeron más femicidios este año (86), mientras que San Luis y Tierra del Fuego son las únicas donde no murió ninguna mujer como consecuencia de un ataque.

Las estadísticas indican que el 84 por ciento de los agresores pertenecían al círculo íntimo de las víctimas o eran conocidos. La mayoría de los ataques (64 por ciento) se produjo en la vivienda de la mujer; el 30 por ciento en la vía pública; el 5 por ciento en la casa del agresor y sólo el uno por ciento en el trabajo o ámbitos institucionales.

En el 28 por ciento de los casos de muerte ocurrieron por el uso de arma de fuego, mientras que el 25 por ciento fue atacada con armas blancas; el 18 por ciento falleció a golpes y el 11 por ciento por asfixia.

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