Cartas de lectores

ACCIDENTES DE TRÁNSITO

En nuestra provincia ocurrieron numerosos accidentes de tránsito. Para lograr una circulación segura, se debe tener en cuenta que el tránsito es un sistema al que ingresamos cada vez que salimos a la calle, dependiendo los unos de los otros para llegar a destino sanos y salvos. Según la accidentología vial, las causas de los accidentes de tránsito conforman una tríada: 1) el vehículo, 2) el camino, 3) el ser humano. El componente fundamental es el humano, ya que por su conducta puede incurrir en: a) impericia conductiva, b) imprudencia, c) negligencia, y d) incumplimiento de las normas. Ante este panorama, los controles y la educación vial son instrumentos esenciales si se pretende reducir o eliminar los accidentes. Una definición conocida nos dice que la educación vial “es el sistema integral de enseñanza, mediante el cual se posibilita el conocimiento de las normas y pautas a las que deben ajustarse el comportamiento en el tránsito, con miras a que aquellas sean aceptadas, reconocidas y acatadas voluntariamente”. Sus objetivos principales son la instrucción (formación y capacitación) y la educación (formación de valores para el desarrollo de conductas adecuadas en la vía pública). El artículo 9 de la Ley 24.449 de Tránsito y Seguridad Vial, en el punto a) dice que se debe incluir la educación vial en los niveles de enseñanza preescolar, primaria y secundaria. En el punto c) expresa que debe hacerse difusión y aplicación permanente de las medidas y formas de prevenir accidentes. En Tucumán, en la práctica, no se hace nada de lo que la Ley exige: no hay una política de Estado ni acciones sistemáticas y permanentes sobre este tema vital para la seguridad. Lo más grave es que no se observan indicios de cambio. Como sociedad, debemos comprender que cuando más avancemos en la educación, más eficientes serán los controles (menos corruptos y aleatorios) y menor la población a controlar, ya que la seguridad pasará a ser un valor personal, al que se debe sostener y ampliar en todo momento y lugar. Como ciudadanos debemos exigir que quienes nos gobiernan (19 municipios y el Poder Ejecutivo provincial) hagan su parte y la hagan bien. Esto es: cumplir y hacer cumplir la Ley.

Juan Francisco Segura

CIRCULACIÓN EN YERBA BUENA

Es lamentable que después de los accidentes y vidas perdidas, no reflexionamos sobre los hechos. Quisiera llamar la atención de lo compleja que está la circulación en Yerba Buena, en avenida Perón y Lobo de la Vega, acera norte. Hice sugerencias a distintas reparticiones, sin resultado. ¡Qué pena!

Beatriz Borrás

70 AÑOS DE SHUNKO

Es asombroso cómo una persona puede elevarse o hundirse. Hablaré del primer caso: Jorge W. Ábalos, autor de Shunko, famoso y olvidado en estos tiempos de la red. A 70 años de la publicación del libro, fui invitada a conocer su obra y admiro el despliegue de acciones y beneficencias que nutrieron a la Argentina y a la humanidad. Evoluciona desde el magisterio rural (10 años) a la postura de científico y antropólogo. Invito a conocer su producción. Fue el primer escorpionólogo, colaborador de Salvador Mazza y Bernardo Houssay (Nobel de Medicina). Personas como esta, jamás deberían ser olvidadas por los argentinos!

María del Carmen Lammoglia

ASADO

La inflación, la devaluación de los salarios y el desempleo son los factores que producen el hambre, la pobreza, la indigencia. No el gasto de un asado ocasional, escribió un lector y se publicó en este espacio el 15/09/2019. En primer lugar, no fue un asado para 500, sino para 5.000. En segundo lugar, y lo más importante para decir, es que cuando organizo un asado para compartir con mi grupo de gente allegada, lo pago yo, no mis vecinos, no sé si se entiende.

Ariel E. Rossi

POLÍTICA Y CRISIS

Los habitantes de la Argentina vienen padeciendo, en diverso grado, incertidumbre, desorientación, estrés, depresión, angustia, carecimientos varios e ira ante las siete crisis económicosociales desde 1949 (70 años), que si se agregan las de carácter institucional, desde 1930, con holgura se llega a 15. De los múltiples posibles factores se pueden anotar dos causas que tienen carácter permanente: 1º) El deterioro gradual pero imperceptible de la educación, que recién en la última década empezó a emerger como problema, 2º) Son bajísimos los niveles de excelencia de quienes acceden al manejo de lo público, y que deciden los destinos del país en su administración, sanción de leyes, justicia, en los niveles nacional, provincial, municipal y comunal. En casi 90 años, es dable tomar como figuras honestas, transparentes y con dotes de estadistas a Hipólito Yrigoyen, Ricardo Balbín (que no fue presidente), Arturo Frondizi, Arturo Illia y Raúl Alfonsín (ninguno de ellos pudo terminar su mandato), y en Tucumán, desde 1949 se puede nombrar a Celestino Gelsi y algún otro; demasiado pocos para tantos años de vida como Nación. Los demás, como mínimo, padecen de anosognosia, porque desconocen o no les interesa considerar los problemas importantes que incumben a su ámbito; al decir de un neurocientífico argentino, están dejando una sociedad apática, deprimida, irritable, tensionada y con la creencia de que el país es rico y es fácil repartir, sin considerar que previamente hay que producir lo que se pretende distribuir. Es común en esta mediocridad, la incapacidad, la cortedad de mira, la hipocresía, el cinismo y el desparpajo. En realidad, los distintos gobiernos han variado poco en sus haceres en cuanto a cuestiones importantes para el país, por ejemplo, hasta 1946 el número de empleados públicos aumentaba en pequeñas dosis porque con cada nuevo gobierno, los designados por el gobierno anterior eran dejados afuera, pero con “la estabilidad ganada” el partido o movimiento que accedía al gobierno iba dejando “estratos” de empleados acólitos. Resultado: un Estado elefantiásico en crecimiento incesante con el inmanejable déficit fiscal, además de incidir negativamente en el rubro “competitividad productiva globalizada”. En medio de tanto gris coexisten políticos y personalidades que son muy respetados (no son suficientes), por aquellos que entienden que no hay política seria y bien intencionada si priman los sectarismos y las ambiciones personales.

Mario A. Ricci

Pasaje Thames 4.472


San Miguel de Tucumán

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