Una experiencia que suma mucho en el currículum

Una experiencia que suma mucho en el currículum

Millennials y centennials cuestionan aquello de “crecer profesionalmente”.

SOFÍA GONZÁLEZ. Esta joven tucumana se fue a Dinamarca. SOFÍA GONZÁLEZ. Esta joven tucumana se fue a Dinamarca.
15 Septiembre 2019

Hoy estudiar, recibirse, conseguir un trabajo, casarse y crecer profesionalmente ya parece ser el plan perfecto los jóvenes y adolescentes. María Laura Colque, presidenta de la Fundación para el Desarrollo Profesional, sostiene que hacer un Working Holiday es una tendencia que empezó a verse hace unos años en Tucumán.

¿Cuánto les sirve esta experiencia para insertarse en el mundo laboral al regreso? Algunas empresas lo ven como algo positivo, como un valor agregado por la chapa cultural y el idioma que aprenden. “El viajar, tener la experiencia de vivir y trabajar bajos otros parámetros, constituye un antes y un después en la visión de cada joven. Los intercambios muestra diferentes miradas a la vida, los hace madurar, gestionar y crecer, mejorar sus posibilidades, responsabilidades y compromisos, sin entrar en hablar de la resiliencia en los jóvenes y la capacidad que tienen de adaptación a las circunstancias, A su vez, los impulsa afianzar vínculos a donde vayan”, detalla.

“Nos toca trabajar con jóvenes que van y vuelven, y la diferencia es notable. La experiencia adquirida desde la actitud, sobre todo, y la apertura mental de poder hacer acciones diferentes”, añade. Además, apunta que el inglés que adquieren es un punto muy valorado en las empresas internacionales.

“Sentía que mi vida en Tucumán no iba hacia ningún lado”

Facundo estuvo en Nueva Zelanda y ahora vive en Australia

Facundo Acuña (25 años) se recibió de técnico en Ciencias de la Comunicación hace dos años y, entonces, pensó que quería viajar. “Un día con un amigo decidimos que nos teníamos que ir de Tucumán y empezamos a ver qué posibilidades teníamos. Buscando en internet encontramos Working Holiday y Nueva Zelanda era la opción que más nos gustaba por la variedad de trabajos. Yo sentía que mi vida en Tucumán no iba hacia ningún lado y siempre había tenido un deseo de viajar por el mundo conociendo nuevas culturas y nuevas personas, y aprendiendo idiomas”, describe.

Ahora desde Australia, Facundo cree que esa fue la mejor decisión que tomó en su vida. No sabe si algún día volverá a Tucumán. “No creo que sea mi lugar en el mundo. Pero no me animo a decir que nunca más regresaré, porque toda mi familia y mis grandes amigos están allá”, explica.

“En Nueva Zelanda viví en una isla muy chica, con 8.000 habitantes, con paisajes increíbles. Mi primer trabajo fue lavar platos en un bar, después pasé a un viñedo a cosechar uva. Me dediqué también a trabajar en construcción”, enumera. “No fue duro para nada adaptarme a la cultura de nueva Zelanda quizá porque hablo inglés”, resalta. Lo que más le gustó fue estar en contacto con la cultura maorí: “los valores que tienen son muy fuertes, siempre haciendo hincapié en la solidaridad y en el amor hacia tus seres queridos”.

ROCIO MOYA. La joven de 27 años viajó a Estados Unidos, donde trabajó en un centro de sky. ROCIO MOYA. La joven de 27 años viajó a Estados Unidos, donde trabajó en un centro de sky.


“No tenía un buen nivel de inglés, pero aprendí  mucho en pocos meses”

Rocío era ayudante de cocina en un centro de sky en EE.UU.

Rocío Moya tiene 27 años y estudia Derecho. Le falta una materia para recibirse. La reservó para poder hacer este año su segundo Work and Travel a EE.UU. “Me fui por primera vez el año pasado y regresé en abril. Estuve trabajando en un centro de sky. Era ayudante de cocina. No tenía un buen nivel de inglés, pero aprendí mucho”, explica la joven estudiante.

Lo que más le costó fue adaptarse a la comida estadounidense (“extrañaba mucho las milanesas y el asado”) y a la cultura. “Nunca me hicieron sentir mal, pero ellos son más fríos y cerrados. No te saludan con un beso y son reacios a darte un abrazo, por ejemplo. Lo que impacta es el amor que tienen por su historia y su país”, sostiene.

Lo que más valora del viaje es cuánto aprendió de inglés y la adaptación que tuvo. También haber conocido California y haber ahorrado bastantes dólares, lo cual le permitirá volver. “Cuando me reciba me gustaría viajar y hacer un doctorado allá”, adelanta.

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