Cartas de lectores
Forestación en la vía pública Forestación en la vía pública

- Diego Armando Maradona (I)

Tenemos la obligación de ser realistas, humanos, morales, y sentir respeto por este hombre que pertenece a tiempos exquisitos y de glorias para el deporte más importante del pueblo argentino. Debemos remitirnos y circunscribirnos a lo que fue y ofrecerle nuestra admiración y los mejores homenajes. Desde muy joven, y víctima de todo lo que pudo ganar, claudicó a lo mundano, que nada tiene que ver el deporte, por el deporte mismo; sucumbió, claudicó, no tuvo la templanza ni la voluntad, como para no dejarse tentar por el mundo de la noche y sus malditos deslices y adicciones. Hombres como él no tienen la capacidad para dilucidar lo que es malo o no lo es, y en ése vértigo insoslayable, poco a poco fue hundiéndose y degradándose más y más, en lo que a su salud se refiere. Todo y de todo se le perdonó a éste gran líder del fútbol nacional, que hoy ya no puede más, acosado por sus graves problemas en las articulaciones. Podrá reponerse de estos graves problemas; podrá volver a caminar de una manera normal, ¡pero no le pidan más! Dio lo que podía dar. Aparte de eso, el alcohol y la droga fueron destruyéndolo; de ese estado no podrá recuperarse. Al hablar, sus palabras son demasiado arrastradas para poder expresarse, no lo hace de una manera normal, la elaboración de un concepto o una idea o de alguna sentencia, pone en forma constante lo irreversible; su tiempo se acabó. Su situación habla de manera despiadada de lo que ya no puede ser, su obesidad no lo ayuda en nada, su actitud humana podría ser un signo de fortaleza y tenacidad, pero dado su estado general ya no da más. Debe comprender lo que ya no puede ser. Con sólo su particular poder ser, por lo que fue, motivó hasta lo imposible a los fanáticos o no del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata. Pero sus hinchas y él deben comprender que su tiempo se acabó, no le pidan más, su vida hoy peligra y esto no es nuevo. Para quienes supimos observarlo tanto en su decir, como en su hacer, “no le pidamos más”, el esfuerzo sería demasiado grande; no le pidamos lo que ya no puede. La admiración y el amor, a veces, suelen ir de la mano, dejemos de soñar. Ante esta realidad humana, brille nuestra admiración por este hombre que llevó a la Argentina por distintos lugares del mundo. Pero el respeto ante esta realidad, será el homenaje más importante que, como una estrella inolvidable, pasó, y aunque todavía vive, no puede ofrecer lo que sin dudas alguna vez fue. Nuestro respeto para este hombre, que no llegó a ser el primero con la sencillez de siempre, que no abandonó. !Fue único! Gloria, serenidad, sabiduría y gran apuntalamiento para quienes lo valoran.

Héctor Leonardo Bravo


- Diego Armando Maradona (II)

Maradona no es una persona cualquiera, es un hombre. Es un hombre pegado a una pelota de cuero, tiene el don de tratar bien al balón, es un guerrero, dijo Andrés Calamaro, entre tantas canciones que le compusieron al ídolo máximo argentino de todos los tiempos. Lo que se vivió en El Bosque, en el estadio de La Plata “Juan Cerillo” fue impresionante, y a la vez emocionante: ver al mejor jugador de fútbol de todos los tiempos pisar el campo de juego con dificultad, dada su operación, las lágrimas de él y de la gente “tripera” demuestran que este hombre, que jugó al fútbol desde Los Cebollitas hasta su retiro en Boca, en 1997, sigue generando en el argentino una simbiosis jamás vista. Diego trajo alegría al fútbol argentino, golpeado por la corrupción, por la crisis o por lo que fuera; no solo a Gimnasia hace feliz sino a todo el fútbol argentino y mundial, porque dicha noticia repercutió hasta en Japón. Maradona despierta amor y odio, polémica y lagrimas, pero en estos cinco días mostró que es patrimonio de la Argentina. Estando afuera del país, en varios lugares, lo único que me hablaron fue de Maradona, antes luego Messi , y no saben más nada lo que ocurre en este país. Lo único que puedo decir de esto es: Gracias Diego, por todo lo que diste con la camiseta argentina, y en una época difícil del país nos trajiste la copa del mundo en 1986, y lo que vi hoy 08/09/19, el amor que todo un país siente al verte con un balón y en un estadio de fútbol. La alegría volvió a un pueblo golpeado por tantas injusticias, pero la ciudad de La Plata fue una revolución de camisetas y de todo tipo de merchandising de un hombre que se calzó el buzo de entrenador de “El Lobo” para despertar todo esto, que hasta del dólar se olvidaron o que Boca y River no existen. Diego, ¡suerte en este desafío! Hace poco había una nota periodística donde decía que ¡los argentinos no éramos muy felices! Hoy, un hombre llamado Diego A. Maradona le dio la felicidad a millones de argentinos que amamos el fútbol. ¡Eternamente gracias, Maradona!

Fernando Esteban Saade

Forestación en la vía pública Forestación en la vía pública

- Forestación en la vía pública

El Plan de Forestación de la Vía Pública que reglamentó la Ordenanza 495/80, del 20 de abril de 1994, establece en el primer artículo el tipo y la distribución de las especies arbóreas propuestas para la ciudad. En el segundo, la denominación científica de las especies mencionadas; en el tercero, la Dirección de Espacios Verdes queda facultada para optar por colocar otras especies distintas a las enumeradas ut supra. El artículo 4° dice en forma textual: Como norma general, los árboles se plantarán a un metro del borde exterior del cordón de la vereda. El sector ocupado por el árbol debe tener una superficie libre mínima -taza o cantero rehundido- de forma cuadrada, de 0,60 m x 0,60 m, de lado, para árboles de porte pequeño, y de 0,80 m x 0,80 m, para árboles de porte grande o mediano. En todos los casos se retirará como mínimo 0,30 m de la línea del cordón. El cantero no podrá sobresalir la altura de la vereda. Artículo 5°: La Dirección de Espacios Verdes deberá prever en el Vivero Municipal la existencia, en cantidad suficiente, de las especies en este Decreto enumeradas, no sólo a los fines de la reposición sino de la forestación sistemática de las vías que no la tuvieran aún. En este sentido, menciono que en Las Piedras casi Jujuy puede verse, con mucha tristeza, un plátano, donde el cemento rodea su tronco. No sólo este árbol sufre este problema (la foto muestra otro lugar de la ciudad), que está contemplado en las ordenanzas, aunque no se cumplen. En la vereda de enfrente está el mismo problema. Quisiera sugerir que las medidas de la taza se tomen desde el árbol, y cuando más grandes, mejor.

René Roncedo


- Accidentes viales

Otra vez la desgracia tiñe con sangre a nuestra sociedad. Esta vez le tocó a una docente que volvía a su casa, luego de festejar el Día del Maestro en la ciudad de Tafí Viejo. El hecho ocurrido en la Diagonal Raúl Lechessi, lo protagonizaron tres vehículos que circulaban en el mismo sentido. La víctima iba junto a dos compañeras en un taxi. Todos sabemos lo que es ése trayecto, muy peligroso. Además, ya ocurrieron varios siniestros con víctimas fatales, la mayoría por imprudencia. Vuelvo a insistir con lo mismo: ¿y los controles viales? El ministro de Seguridad habla de armas, chalecos antibalas, motos y camionetas, y pregunto: ¿tienen botas de goma, pilotines, capas, etcétera? ¿Cuesta tanto estacionar un patrullero en los dos accesos de ida y vuelta, con sus luces intermitentes encendidas? Como siempre, todo esto pasa cuando ya es muy tarde. De tanto y tanto insistir con esto, puede ser que lo hagan definitivamente y se detengan estas desgracias. Ya se vienen, en un par de meses, las fiestas de Fin de Año. Prevengamos (que no haya) más muertes en la vía pública.

Daniel Francisco Leccese


- Educación

Después de 60 años, el pensamiento de Albert Einstein (1879-1955) adquiere vigencia cuando decía “cada vez sabemos más, pero entendemos menos”, recurriendo a dos términos que suelen considerarse semejantes, pero que son diferentes, como lo son la educación e instrucción. La primera, considero que se realiza en el hogar y se complementa en los centros de enseñanza; la segunda, ofrece la gran variedad de conocimientos. Gabriel García Márquez refería con precisión en uno de sus escritos: “a los ocho años, abandoné mi educación para ir a la escuela”. Mucha gente tiene el privilegio de leer las sagradas escrituras o haberlo hecho, incluso las llevan consigo, más aún por el hecho de que existe profusión de iglesias y recintos en los que se practica alguna forma de religión, en donde saben el capítulo tercero del Génesis. Pero no se comprende que allí dice que el humano viene del polvo y a él volverá y que adquirirá su alimento con esfuerzo y el sudor de su frente. No obstante, se llenan las calles con gritos pidiendo sustento para ellos y sus hijos, lo que significa que esa parte de La Biblia no fue entendida y, por tanto, no es posible aplicarla a sus hijos. Tampoco se entiende que desde el siglo XVII, con la caída del feudalismo, fue creado el Estado-Nación como una forma de organización política con un territorio, más o menos soberano, una población, también más o menos estable y un Gobierno. Todos somos Estado y, en consecuencia, no puedo arrogarme el privilegio de pedir a mi vecino que me ayude a criar a mis hijos. Esta República no ha sufrido trastornos como trombas, sequías, terremotos, tsunamis, endemias o epidemias, como para que se aprueben leyes de emergencia que ponen en riesgo el futuro de la Nación, generando problemas más graves de los que se supone existen ahora. Es curioso: mientras se clama ayuda, otros grupos, incluso encaramados en el Gobierno, vilipendian ofreciendo majestuosos ágapes, lo que demuestra que, hasta los ilustrados, saben, pero no llegan a comprender. Es decir, son analfabetos.

Fernando Sotomayor

Juan B. Alberdi 139 - San Miguel de Tucumán

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