Por Gustavo Frías Silva
14 Septiembre 2019
El HLB, en el mundo citrícola, siempre será noticia hasta que los investigadores encuentren una cura, para que esta enfermedad no siga generando estragos en las plantaciones comerciales citrícolas con la caída abrupta de sus rendimientos, debido a los efectos negativos que provoca la bacteria en el sistema circulatorio de la planta, la cual finalmente muere, provocando un perjuicio muy importante al productor.
Hablar de buenas noticias sobre este tema, generalmente está relacionado con todo lo que el sector y los Estados gubernamentales de una región productora hacen para evitar que esta peligrosa enfermedad ingrese y provoque daños que nadie quiere.
Nuevamente, en este suplemento la buena noticia a dar es esa y está vinculada, precisamente, con las acciones mancomunadas realizadas entre el sector privado (Acnoa-Afinoa) y el Estado (Senasa-Provincias del NOA) para lograr que todos sepan qué es la enfermedad y qué es lo que se debe hacer para evitarla.
Toda esta iniciativa nacida después de un arduo trabajo realizado por estos factores durante mucho tiempo, que comenzó cuando la enfermedad se diseminaba por el vecino país de Brasil, es muy positiva, ya que desde hace un tiempo atrás este tipo de actividad es desarrollada de manera periódica, para lograr capacitar al personal para que tenga el conocimiento necesario, a los fines de distinguir ala enfermedad y conocer, profundamente, qué es lo que debe hacer para evitar el ingreso de la bacteria a la región productiva del NOA, y minimizar los riesgos en aquellas zonas donde la enfermedad se hizo presente.
No es reiterativo afirmar que todo esto es el resultado del trabajo que se viene desarrollando desde hace mucho tiempo, donde el sector privado citrícola, junto a las autoridades nacionales y provinciales, vienen trabajando de manera constante y coordinada, tratando de llevar adelante una lucha fitosanitaria en procura de lograr prevenir el ingreso de la bacteria del HLB en nuestra región, y del vector en nuestra provincia.
En la edición de hoy podremos leer, en diversas paginas, las acciones que vienen desarrollando Acnoa, Senasa, conjuntamente con los gobiernos provinciales del NOA, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) y el INTA, sobre las capacitaciones que se están dictando en fincas citrícolas de Tucumán y de la región, para que el personal que trabaja en esos establecimientos tenga un conocimiento acertado sobre lo que es la enfermedad y qué es lo que se debe hacer, primero, para evitar su introducción y, segundo, y si es que aparece para saber identificarla y evitar su diseminación.
La capacitación es una de las herramientas necesarias para enfrentar esta peligrosa enfermedad, que debe ir acompañada por otras acciones que también son importantes, y que en forma conjunta y actuando coordinadamente servirán para enfrentar al HLB.
Infraestructura y tecnología
Es destacable comentar lo que se viene haciendo en relación con las mejoras en infraestructura y en tecnología que se vienen concretando en las diferentes barreras fijas y móviles que trabajan en la región NOA, para que frenen el ingreso de la bacteria a la región y detectarla de manera inmediata, si aparece, para proceder a su control y erradicación.
Es loable y debe ser tomado como ejemplo el trabajo mancomunado que se viene desarrollando entre los privados y el Estado para custodiar fitosanitariamente a esta importante agroindustria, como dijimos, ejemplo en el mundo sobre la forma de trabajar e insertarse como un referente internacional.
Hay que tener claro, y en esto el sector completo (privados y Estado) lo demuestran, que el HLB es una enfermedad que viene triunfando en todo el mundo y que acá debemos hacer, hasta lo imposible, para prevenir y frenar su ingreso.
En los países que hoy tienen la enfermedad están teniendo grandes pérdidas económicas por no tomarla en serio en el momento oportuno; afirman que la prevención es la mejor estrategia para enfrentarla con éxito en todo sentido, y realizada a tiempo es el arma que puede lograr dar el triunfo sobre esta peligrosa enfermedad, y si llega a aparecer, de alguna manera poder minimizar sus efectos a gran escala, actuando inmediatamente al detectar su presencia.
Con la capacitación, las acciones de control y las inversiones en puestos fijos y móviles que actualmente se vienen realizando, asesorados por técnicos e instituciones que conocen el tema, seguramente será una lucha más equilibrada con esta enfermedad que jaquea a la citricultura del mundo.
No hay que dudar que las acciones desarrolladas a través de una coordinación público-privada es el camino a seguir, y los ejemplos en nuestra provincia, región NOA, país y en el mundo donde se actuó de esa manera, dieron y dan buenos resultados.
La citricultura regional y nacional debe luchar contra este flagelo, que afecta a las plantas y termina matándolas, con el consabido declinamiento productivo, por lo que no se deben bajar los brazos y lograr que cosecheros, embaladores, productores, empresarios, investigadores, funcionarios públicos de diversa índole y toda la sociedad apunten al objetivo de vencer al HLB.
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