Las ventajas de trabajar con los chicos cerca

Las ventajas de trabajar con los chicos cerca

Desde hace 30 años el jardín maternal “El Ladrillito”, en Ciencias Exactas, permite que muchas mujeres no deban elegir entre profesión y familia.

Más de tres décadas atrás, muchas de las docentes de la Universidad Nacional de Tucumán dejaban de dar clases para quedarse en sus casas a cuidar de sus bebés recién nacidos. Era difícil encontrar un maternal cerca de la Facultad de Ciencia Exactas, en la Quinta Agronómica. Pero una mujer, también docente de esa unidad académica, Nélida del Valle Castría, fue quien impulsó un pedido de una colega que había sido madre recientemente, Silvia Palacios, y concretó una idea pionera en la casa de altos estudios: fundó el jardín materno infantil “El Ladrillito”. Está dentro de la Facultad y hoy cumple 30 años. Fueron tres décadas con menos faltas (tanto de las profesoras, como de los niños), con más comodidades, con menos preocupaciones y con una lactancia completa, sin cortes prematuros.

“Nélida Castría fue una fiel defensora de la actividad de las docentes. Por ella no tuvieron que optar entre maternidad y trabajo. Con apoyo de empresas (ella era docente del Laboratorio de Ensayo de Materiales) amplió un instalación de la Facultad. Entonces empezaron con dos maestras jardineras”, relató Daniel Anaya, coordinador del jardín.

Con los años -detalló Anaya- vieron que la necesidad era mucho mayor, por lo que se aceptaron bebés y niños de las no docentes y las alumnas de la Facet, como de otras unidades académicas cercanas. Hasta que esas facultades fundaron sus propios jardines, como Arquitectura y Agronomía. Luego hicieron un convenio con la Escuela Sarmiento y el Instituto Decroly para que las estudiantes de Magisterio pudieran hacer sus pasantías en “El Ladrillito”. Ese acuerdo se mantiene hasta hoy.

“Acá trabaja mamá”

Cerca de las 12, Ezequiel apoyó su cabecita en la mesa y se durmió. Todavía le quedaba una hora para que su mamá que es no docente, que ingresa a la Facultad a las 7, lo retire para llevarlo a su casa en Lomas de Tafí. “Las madres y padres están agradecidos. Porque ellos están en las mismas instalaciones. Hasta tenemos un interno para llamarlos por cualquier situación. Todo está cerca, lo que nos brinda comodidad a nosotras como maestras (son cuatro docentes, en cuatro salas) y a los padres de los 30 niños”, reconoció Betina Ramos, docente de Nivel Inicial, que trabaja en el jardín desde 1991.

SHOW. Por la celebración de los 30 años se hizo un show de títeres. SHOW. Por la celebración de los 30 años se hizo un show de títeres.

A los alumnos, que tienen desde 45 días hasta cuatro años, se les preparan salidas programadas, pero también tienen paseos ocasionales por las verdes instalaciones de la Facet. Según cuentan las maestras Florencia Nieva y Daniela Torielli (ella tiene como alumno a su propio hijo, José Ignacio) los chicos ya tienen un sentido de pertenencia por ese lugar: mientras caminan dicen que la facultad es de sus padres y madres o señalan que allí trabajan, y hasta reconocen las oficinas.

Hoy, a las 10 se hará el acto principal por los 30 años de “El Ladrillito”, en el que asistirán las autoridades académicas, entre otros invitados. “Esperemos que esto trascienda a otras facultades e instituciones. Que sea un proyecto institucional”, reflexionó Anaya.

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