Basura y transgresiones en la ruta de Circunvalación

Basura y transgresiones en la ruta de Circunvalación

Desperdicios, matorrales, cruces imprudente de motociclistas, carros de tracción a sangre, son una constante.

29 Agosto 2019

Con el tiempo se ha ganado la fama de perseguidora, pero por obra y gracia de una buena parte de los tucumanos que la generan y la esparcen en cualquier parte. Desde hace mucho tiempo, la basura forma parte de la postal urbana y en muchas ocasiones va acompañada de otras transgresiones cívicas.

Ello sucede, por ejemplo, en la autopista de Circunvalación de San Miguel de Tucumán, repavimentada hace dos años. Quien accede en vehículo por la ruta nacional N° 9 es recibido por bolsas de basura y matorrales, y luego por uno de los 100 cruces ilegales, según contó la Dirección Nacional de Vialidad.

La falta de mantenimiento de los alrededores del camino que se halla entre los distribuidores viales de la ruta 9 y la avenida Gobernador del Campo, se suma la existencia de un zanjón que corre a la par de la autopista y se ha convertido en un basural. El estado de las banquinas es deplorable en varios sectores.

En los dos primeros kilómetros de la ruta de Circunvalación hasta la ruta provincial 305 no existen pasarelas peatonales, por lo tanto, cruzarla se convierte en un desafío para los vecinos. Hay sectores en los que están rotos los guardarrails y las aberturas sirven para el cruce imprudente de los motociclistas, de los carros de tracción a sangre, de camionetas de la Policía y de motodelincuentes, según cuentan los vecinos.

De acuerdo con el subsecretario de Infraestructura del Plan Belgrano, la empresa contratista que se ocupó de la repavimentación es responsable del mantenimiento de la autopista, puesto que la obra se halla aún en el período de garantía, y se debe ocupar del desmalezamiento y la limpieza. Los trabajos se iniciaron en 2012, pero fueron suspendidos en 2013. En 2016, con la puesta en marcha del Plan Belgrano, la firma Ingeco ganó la licitación y se hizo cargo de la obra, que le costó al Gobierno nacional $420 millones.

Esta situación de suciedad y descontrol no es nueva. A fines de enero de 2015, señalamos que en la ruta de Circunvalación que une Las Talitas con San Cayetano en un tramo de 11,3 kilómetros, no había banquinas; la señalización y la demarcación de la ruta eran prácticamente nulas. A la falta de mantenimiento se sumaban abundantes yuyarales. Las infracciones viales eran constantes, así como el cruce de animales; los controles de la autoridad eran inexistentes. “La Circunvalación es un atentado contra los viajeros. Pavimento en mal estado, basura por doquier, peatones que cruzan imprudentemente, carros, motos y mucho descontrol en una autopista peligrosa”, señalaba nuestra crónica del 24/6/11.

Si bien la autovía ha sido repavimentada, los otros problemas subsisten; la falta de mantenimiento es una realidad, pero también lo es la incultura de la gente que es la principal responsable de la suciedad, por arrojar los desechos donde no se debe. Respecto de las otras transgresiones qué se puede esperar si la misma autoridad viola la norma. Funcionarios provinciales y municipales intercambian culpas, pero las acusaciones no sirven para erradicar la suciedad y las transgresiones. Sería importante que esta tarea fuese acompañada por una campaña de concientización entre los vecinos. La basura va camino a ser una marca registrada provincial, símbolo del analfabetismo cívico.

Comentarios