Los ladrones se ensañan con el barrio Ojo de Agua, según los vecinos

Los ladrones se ensañan con el barrio Ojo de Agua, según los vecinos

Una zona asolada por entraderas, escruches, asaltos y motoarrebatos.

CONCENTRACIÓN. Un grupo de vecinos le contó a LA GACETA los hechos de inseguridad que vienen sufriendo. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI CONCENTRACIÓN. Un grupo de vecinos le contó a LA GACETA los hechos de inseguridad que vienen sufriendo. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI

Los vecinos se agolparon para contar los hechos de inseguridad que vienen sufriendo desde hace años, y para advertir que los asaltos aumentaron en las últimas semanas. En el barrio Ojo de Agua, de 180 viviendas, viven al menos 500 personas y, según las estimaciones de sus habitantes, al menos el 80% sufrió algún tipo de delito.

Ubicado a metros de la avenida Mate de Luna y muy cerca del parque Guillermina, relataron a LA GACETA que sufren robos cuando salen a trabajar o cuando regresan a sus hogares. También cuando están paseando por la zona; cuando dejan sus viviendas; o cuando dejan estacionados los vehículos en sus casas. Están tan preocupados por la situación que varios de los vecinos decidieron armarse para luchar contra los delincuentes.

En el Ministerio de Seguridad confirmaron que están al tanto de la situación y que se intensificarán los trabajos de prevención por la zona. Informaron que varios operativos de Ciudad Segura se realizaron ya en ese sector de la capital, y que seguirán desarrollándolos. También se comprometieron a reunirse con los vecinos para buscar soluciones a los problemas que vienen sufriendo.

“Nos contactaremos con los vecinos para conocer con exactitud los problemas que tienen. Estamos muy interesados en conocer la problemática para buscar una solución”, explicó el subsecretario de Seguridad, José Ardiles.

PRUEBA. Así quedó una puerta que fue violentada por los delincuentes. PRUEBA. Así quedó una puerta que fue violentada por los delincuentes.

El funcionario comentó que la Policía está organizando este tipo de encuentros. “Es muy importante que trabajemos todos juntos. Muchas veces son los vecinos los que nos pueden aportar ideas para actuar. Los jefes de la Unidad Regional Capital tuvieron un encuentro con un grupo de personas y acordaron crear un grupo de WhatsApp”, indicó.

CASO 1

Los asaltantes se avisaban a bocinazos

“Una vez reventaron la puerta de mi casa y entraron”, comenzó su relato Clelia de Lozano Muñoz, una de las vecinas denunciantes. “Ese día había salido a darle de comer a los perros de mi hijo y cuando vuelvo veo a un auto parado en la puerta. Entré a casa y me doy con que un tipo estaba ahí adentro y comencé a meterle carterazos mientras mi hijo lo golpeó a piñas y patadas”, contó. “El que lo esperaba en el auto le tocaba bocina para que saliera. Deben haber creído que salía a comer o que me demoraba. Después se subió al auto y se escapó”, agregó. Contó que los ladrones habían dejado separados televisores y computadoras para llevárselos. “Si no llegaba, me desmantelaban la casa”, añadió la mujer. Además, dijo que su hijo también fue víctima de robo a punta de pistola para sacarle el celular y la mochila. También contó que su empleada fue asaltada a metros de la casa. Con respecto al uso de armas, la mujer remarcó que cualquiera de ellos debería usarla para su defensa. “Uno duda: al final, si le pegamos un tiro al asaltante, ¿vamos presos?. No quiero que eso pase”, remarcó, con angustia.

CASO 2

Un asentamiento considerado peligroso

“El domingo intentaron entrar a mi casa, pero no pudieron. Había salido y cuando volví me di con que habían barreteado la puerta, pero se ve que no pudieron terminar de romperla”, expresó Gustavo Gómez. “Acá cerca hay un asentamiento y seguro que son ellos que vienen para esta zona a robarnos. Nos cansamos de hacer denuncias, pero no hay solución. Trabajo de chofer del servicio 107 y a los mismos médicos los roban ahí, en esa villa. Te llaman y vos crees que es realmente una emergencia, pero llegás y te asaltan. Es terrible”, remarcó.

CASO 3

El parque se convirtió en la ruta de escape

“Hace poco, cuando había salido para ir al trabajo, dos tipos en una moto me apuntaron para sacarme el celular y la cartera. Les di todo, pero quedé temblando”, dijo Valeria Aredez. Ella y su marido, Adolfo García, dijeron vivir atemorizados en el barrio. “Te apuntan para sacarte todo. Ese día que me asaltaron también tuve miedo por mi hija, que había quedado sola en la casa. El problema que tenemos es el parque, porque te roban y escapan por ahí. No hay policías que custodien la zona”, cuestionó. Dijo además de que ellos deben caminar hasta la avenida para tomar el colectivo, lo cual resulta muy inseguro. “Deberíamos salir con un arma y aprender a usarla, no sé. Buscar una solución”, puntualizó.

CASO 4

Los ataques, cada vez más violentos

Cecilia Gramajo y su hija de 14 años fueron víctimas de un violento asalto en la puerta de su casa. El ataque ocurrió hace dos semanas, a las 7. “Apuntaron a mi hija para sacarle el celular y tuve que arrinconarlos con el auto para que no le hicieran nada a ella. Los ataques realmente son muy violentos”, expresó.

CASO 5

Asaltantes bien sincronizados

“A veces dejamos el auto afuera para no perder el tiempo en abrir el portón, sacarlo, volver a bajarse y cerrar, pero ahora si lo dejas afuera también te lo dañan y lo abren. Estamos en la misma. Es tierra de nadie esto”, expresó Pablo Fernández, quien fue víctima del robo de ruedas. “Por miedo a ser víctimas de una entradera, decidí dejar el vehículo en la calle, pero ahora también te sacan cosas. Entonces, la verdad es que uno no sabe qué hacer”, renegó.

Ana Lía Tamer contó que hace menos de tres semanas violentaron su vehículo, un Ford K, para sustraerle la rueda de auxilio. “Se ve que ya saben cómo manejarse en estos casos. Abrieron el auto, después el baúl y me sacaron la rueda”, describió.

Los vecinos manifiestan estar cansados de exigir seguridad y de no obtener ninguna solución.

Paralelamente, plantean quejas con respecto al hombre que cuida en la zona: es una persona mayor que, a pesar de que las diferentes familias le pagan mensualmente por el servicio de seguridad, no cumple con su obligación. “Tendremos que comenzar a andar armados o nosotros averiguar alguna empresa que nos proteja. Nos molesta porque esto es responsabilidad del Estado: debería hacerse cargo”, opinó uno de los vecinos. “Te atacan en moto, caminando o auto. Como sea y en cualquier momento del día. Además operan en grupo, ya no se trata de una sola persona. No se puede vivir así, es una locura todo lo que está sucediendo”, remarcó Ana Lía Tamer.

CASO 6

Los dos hechos más recientes

“Lucía”, quien trabaja para la familia Estévez, que reside en la misma cuadra que Clelia, contó que ayer a la mañana los propietarios fueron asaltados a punta de pistola cuando salían de la vivienda hacia sus trabajos. “Mientras ellos estaban sacando el auto, los interceptaron. Les llevaron teléfonos los celulares”, contó la mujer.

Juana Cruz, vecina que reside hace más de 50 años en el barrio Ojo de Agua, contó que ha visto cambiar el barrio “para peor”. “Cinco veces entraron a mi casa. Algunas veces lo hicieron por la puerta de entrada; y otras veces, por el fondo. Vivimos con mi esposo y soy una persona mayor. Es terrible todo esto”, lamentó.

Comentarios