26 Agosto 2019
REFUNDAR LA ARGENTINA
Al finalizar el convulsionado año 2001 se me ocurrió escribir una carta bajo el título “Refundar la Argentina”. Leyéndola, me di cuenta de que después de 18 años tiene plena vigencia, y ahora, en plena ebullición de la agresiva y descalificativa campaña para las próximas elecciones, para los que resulten elegidos deseo efectuarles esta propuesta, transcribiendo textualmente lo expresado en esa oportunidad, y que decía: “Quiero contribuir con una modesta idea, esta es la de refundar la red nacional de ferrocarril, por toda la extensión de la República, que fue inexplicablemente desmantelada, haciendo desaparecer poblaciones enteras por todo el recorrido que tenía de Norte a Sur y de Este a Oeste, pueblos que se transformaron en fantasmas y obligaron a emigrar a toda su población para engrosar las miles de villas miserias que ahora tiene nuestro país. Para lograr la refundación de la red ferroviaria nacional, es necesario convocar de inmediato a todos los ingenieros viales y profesionales especializados, formados en nuestras universidades y darles la oportunidad de crear nuevas fuentes de trabajo, y efectuar la planificación valiéndonos de la experiencia de la mayoría de los países del mundo que hoy disfruta de su modernidad para volver a efectuar los tendidos de las vías, reactivación de la industria metalúrgica, y todas las otras industrias que se requieren, y por supuesto de nueva mano de obra realmente productiva, y lo más importante es que todos los pueblos que desaparecieron vuelvan a tener vida y alberguen a todos los millones de conciudadanos que fueron expulsados de donde vivían. Todos los países desarrollados del mundo (del primer mundo) al cual nos habían mentido que habíamos entrado, tienen desarrollado este sistema de transporte. ¿Por qué nosotros no podemos tenerlo, más aún con la extensión de nuestro territorio que los hacen casi imprescindible, y no depender exclusivamente del transporte automotor (ya sabemos cuál fue el negociado de los peajes), que es necesario desmantelar porque beneficia a pocos y perjudica a muchos? Crear fuentes de trabajo es lo que el pueblo reclama; no quiere seguir viviendo de las limosnas. Hagamos entre todos el gran esfuerzo de reconstruir nuevamente nuestra Patria. Esta es mi humilde opinión”.
Federico Yurcovich
MUY GATILLADOS
El periodista Aurane en su columna “Yo te avisé” (23/8) arroja luz clarificadora que permite analizar “el enojo” de los gobernadores peronistas, por las medidas de impacto económico que dictó Macri recientemente (ver LA GACETA 23/8). Conviene advertir que las medidas impactan con tasa cero en el IVA de productos de la canasta básica; y en la recaudación del Impuesto a las Ganancias por haber elevado el mínimo no imponible. Con estas medidas, los consumidores de esos productos básicos obtienen un descuento de hasta el 21%. En cuanto al incremento del mínimo no imponible, unos 2,2 millones de asalariados se benefician con esta medida. Es decir que el beneficio que reciben los consumidores de alimentos básicos como el gran grupo de asalariados ha provocado “el enojo” de los gobernadores peronistas; enojo que reconoce como uno de sus mentores al gobernador de Tucumán. En una palabra: no les interesa la suerte del pueblo al que prometieron cuidar en el futuro, porque esas medidas van a mermar el nivel de coparticipación nacional de impuestos; y eso es lógico: merma impositiva = merma coparticipable. La aflicción de varios de esos gobernadores -que después de muchos años recién desde 2015 comenzaron a recibir lo que la Ley de Coparticipación manda- es que dejarán de percibir montos destinados a recuperar los gastos que incurrieron en los procesos electorales (recordemos que el Gobierno provincial, y sólo por las elecciones del 9 de junio, gastó una suma de alrededor de $ 700 millones, ya que cada gigantografía tiene un valor aproximado de $ 100.000). En definitiva: con su “enojo” sólo quieren recuperar gastos (superfluos) a costa de los beneficios de los consumidores, en general, y de los asalariados, en particular. Saque el pueblo sus propias conclusiones.
Luis Vides Almonacid
BANCO NACIÓN
Escribo esta misiva al gerente general del Banco Nación Argentina (BNA), de calle Maipú y San Martín, por la pésima atención que da a sus clientes esta entidad bancaria. El martes pasado tuve que ayudar a mucha gente que no sabía cómo operar en los cajeros automáticos de la entidad, algunos no sabían hacer depósitos o sacar Clave Fiscal, otros comprobantes y así, estuve por lo menos 20 minutos ayudando a quienes se me acercaron para pedir ayuda, dado que no había ni una persona del banco para colaborar con sus clientes, tantos de planes sociales como del Banco Nación. Encima, un policía dijo que no podía haber tantas personas (apareció de repente) al cual yo le dije, en primera persona, que yo estaba enseñando a manejar los cajeros como ciudadano tucumano y argentino a personas que no saben, y que debería estar presente gente del banco y no yo, un simple usuario de la entidad. El agente se quedó callado, sin mediar ninguna palabra, sabiendo que yo tenía razón. Los cajeros automáticos que dependen del Banco Nación están destruidos, son viejos, no tienen dinero la mayoría de las veces, algunos no permiten hacer acopios de $ 200, $ 500 o $ 1.000, complicando la existencia a toda persona que va a esa entidad. La burocracia de ese lugar gana cada día mas a las personas que sólo quieren retirar el dinero de su trabajo o de algún plan y tienen que esperar que Dios los ayude. Solicito que el gerente general alguna ves haga una recorrida por el banco para ver que gracias a nosotros los clientes existen. Y de una vez por todas mejoren la atención al consumidor. Manifiesto mi descontento con el BNA porque esto sucede todos los días. La función del policía es brindar seguridad a toda persona que opera en entidades bancarias de ser asaltadas por delincuentes, y no ser ayudantes. Para tal caso, el banco y/o bancos deben tener personal especializado para brindar una atención a cada operador de estas entidades.
Fernando Esteban Saade
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