Italia al rojo vivo, entre acusaciones de boicot y la renuncia del Primer Ministro

Italia al rojo vivo, entre acusaciones de boicot y la renuncia del Primer Ministro

Giuseppe Conte acusó a su vicepremier, Matteo Salvini, de haber provocado la caída de la coalición oficialista para satisfacer sus propias ambiciones.

DIMISIÓN. Conte decidió renunciar al cargo de Primera Ministro de Italia. Acusa un boicot. REUTERS DIMISIÓN. Conte decidió renunciar al cargo de Primera Ministro de Italia. Acusa un boicot. REUTERS
20 Agosto 2019

El gobierno italiano finalmente implosionó hoy, tras 14 meses turbulentos, con la renuncia del primer ministro Giuseppe Conte, quien en un encendido discurso acusó a su vicepremier Matteo Salvini, sentado a su lado, de haber provocado la caída de la coalición oficialista para satisfacer sus propias ambiciones de reemplazarlo en el cargo.

Conte anunció su dimisión en el Senado y la presentó horas después al presidente Sergio Mattarella, quien le pidió seguir en su cargo de manera provisoria hasta que consulte a partir de mañana a los partidos políticos sobre la posibilidad de formar un nuevo gobierno o celebrar elecciones anticipadas.

Salvini, el político más popular de Italia, no se arredró ante las críticas de Conte en el debate en el Senado, y defendió su decisión de haber convocado para hoy una moción de censura -una votación para derribar al gobierno-, que no llegó a votarse porque su partido, Liga, la retiró tras la dimisión del premier.

"Volvería a hacer todo lo que he hecho", dijo, desafiante.

Antes, en un discurso de una hora, Conte afirmó que la maniobra de la Liga para romper la coalición lo había obligado a "interrumpir" lo que describió como un gobierno productivo.

"Es irresponsable iniciar una crisis de gobierno (...) Salvini ha seguido intereses personales y de partido", señaló el jefe de gobierno, citado por la agencia de noticias italiana ANSA.

La coalición, cuya conformación insumió tres meses de negociaciones tras las elecciones de 2018, estaba formada por dos partidos rivales, el anti establishment Movimiento Cinco Estrellas (M5S), liderado por el vicepremier Luigi Di Maio, y la Liga, un partido euroescéptico y anti inmigrantes.

Luego de que Conte presentara su renuncia a Mattarella en el Palacio del Quirinal, la Presidencia dijo que el jefe de Estado encargó al premier continuar en funciones a la espera de dos días de consultas que iniciará mañana con autoridades del Parlamento y dirigentes políticos para ver si algún otro líder puede armar una coalición de gobierno.

Ese eventual gobierno tendría como prioridad conducir la tercera mayor economía de la zona euro al menos durante unos meses, justo cuando Italia tiene que implementar complicados recortes para cumplir con la normativa de la Unión Europea (UE) sobre déficit público.

Si nada de esto resultara, la única opción que le quedará a Mattarella será disolver el Parlamento -tres años y medio antes de lo previsto-, tal como lo pide Salvini.

La caída

Conte, un abogado sin experiencia ni afiliación política, llegó a premier en virtud del trabajoso acuerdo de gobierno alcanzado entre el M5S, que claramente fue el que lo eligió, y la Liga.

Con el correr del tiempo, la Liga y el M5S comenzaron a exhibir sus grandes diferencias en política económica e inmigratoria, con repetidos choques entre sus líderes.

La situación se hizo insostenible luego de que la Liga se convirtiera en la primera fuerza de Italia en las elecciones europeas de hace tres meses, algo que pareció alentar las ambiciones de Salvini. El M5S, de Di Maio, retrocedió al tercer lugar.

En su discurso, Conte se manifestó preocupado por recientes exigencias de Salvini de anticipar las elecciones para poder obtener "plenos poderes" como primer ministro.

Por ejemplo, el dictador Benito Mussolini gobernó Italia a su antojo luego de asumir "plenos poderes" en 1922.

Conte dijo que Salvini mostró un "grave desprecio por el Parlamento" y puso a Italia en peligro de una "vertiginosa espiral de inestabilidad política y financiera" al haber desatado una crisis innecesaria en un gobierno que, a su juicio, funcionaba bien.

Salvini comenzó su intervención con su "volvería a hacer todo lo que he hecho", que ocupó los titulares de todos los diarios locales.

Insistiendo con prontas elecciones, el líder de la Liga, quien como ministro del Interior impulsó una política contra los inmigrantes, sentenció: "No tengo miedo de la opinión de los italianos". (Télam)

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