Cuello, la promesa con espacio y fútbol para convertirse en realidad en Atlético

Cuello, la promesa con espacio y fútbol para convertirse en realidad en Atlético

Zielinski valoró la actuación del juvenil esta tarde y entregó su visión de cómo intenta "llevar" a los chicos surgidos en la cantera del club.

BUENA TARDE. Cuello no desentonó por el carril derecho. Le aportó frescura al equipo. LA GACETA / HÉCTOR PERALTA BUENA TARDE. Cuello no desentonó por el carril derecho. Le aportó frescura al equipo. LA GACETA / HÉCTOR PERALTA
19 Agosto 2019

Una bomba a distancia sorprende a un Rubén Ramírez que responde con un sexto sentido felino y evita que Tomás Cuello concrete un debut inolvidable en esta edición de la Superliga 2019/20 con Atlético.

Cuello, el juvenil que dejó de ser una esperanza a futuro hace tiempo, hizo mérito como para asegurarse un partido más entre los titulares. Si lo suyo fuera prueba y error, ganó la prueba. Aprobó “Tomy”. Fue frescura y atrevimiento sobre el carril derecho de una banda ofensiva de Atlético que por momentos pasó a dominar al “Tomba”.

Los hinchas, por ver a Cuello jugar así, felices. Y Ricardo Zielinski, ni hablar.

“Uno, a veces, a los chicos del club los va llevando de a poco, lo último que uno quiere es que se quemen. Es fácil poner a un jugador, dejarlo ahí y después si juega bien o mal, quizás a nadie le importa. A mí sí me importa. Buscamos los momentos”, explicó el “Ruso” sobre la inclusión de Cuello en entre los titulares de este Atlético que cantó victoria por primera vez en el certamen.

Fiel a su costumbre, Zielinski fue más allá de un jugador en particular. Cuello hoy es la punta del iceberg de los productos propios del semillero de Atlético. Es quizás el más curtido de todos los juveniles, pero no es el único. “Hemos traído menos jugadores que el año pasado para dejarle lugar a los chicos del club. Hoy estuvo lagos en el banco, que tiene 17 años”, agregó Zielinski, un entrenador que tiene una manera particular de llevar a los de la cantera propia. Es paso a paso, para él, no cielo o infierno.

“Bueno, de a poquito van mejorando algunos chicos que tienen que entrar en competencia y que no son tan chicos. En la medida que hagan las cosas bien tendrán oportunidades, y en la medida que no lo hagan esperarán su turno. Yo, fundamentalmente, trato de poner a un chico cuando lo veo bien. Lo hago para ayudarlo, no para joderle la vida. Hay muchos que ponen a un chico para salvarse ellos. Yo trato de que el chico que juegue esté en condiciones de hacer un buen partido”, clarito, ¿no?

Por producción personal, Cuello se ha ganado un lugar que deberá cuidar fecha a fecha con su fútbol y con lo que Zielinski le pida en beneficio del equipo. Va por el buen camino.

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