Por problemas de salud, Barrera cumplirá condena en su casa

Por problemas de salud, Barrera cumplirá condena en su casa

El ex comisario recibió una pena de cinco años y seis meses de prisión por encubrimiento. Críticas de Alberto Lebbos Guyot, juez de Ejecución, otorgó la prisión domiciliaria al ex subjefe de la Policía.

EN PRISIÓN. Nicolás Barrera era el subjefe de Policía cuando se produjo la desaparición y crimen de Paulina. la gaceta / foto de franco vera (archivo) EN PRISIÓN. Nicolás Barrera era el subjefe de Policía cuando se produjo la desaparición y crimen de Paulina. la gaceta / foto de franco vera (archivo)

Nicolás Barrera, condenado por el encubrimiento del homicidio de Paulina Lebbos, cumplirá la condena en su casa particular y no en la cárcel de Villa Urquiza. Ayer, el juez de Ejecución en lo Penal, Roberto Guyot, otorgó la prisión domiciliaria para el ex subjefe de la Policía de la provincia debido a su situación de salud. Además, usará una tobillera electrónica como condición de ese cambio de modalidad.

El ex sub jefe de Policía alperovichista fue sentenciado en febrero a cinco años y seis meses de prisión, al ser partícipe de las maniobras de entorpecimiento que habían sido orientadas a resguardar a “personas con poder político o de otra índole”, según la resolución de la Sala III en lo penal durante el juicio oral por el crimen de la joven, ocurrido en 2006.

El comisario retirado ha permanecido la prisión local desde el momento del fallo, ya que el Tribunal le había dictado prisión preventiva por un año hasta que la sentencia quedara firme. La defensa del enjuiciado, luego, no interpuso recurso de casación contra la resolución, aunque si lo hicieron otros condenados.

En ese contexto procesal, Barrera sobrellevó distintas patologías durante el encierro: problemas cardíacos (tiene tres estent), artrosis, obstrucción de la artería carótida y diabetes. “La prescripción médica que debería cumplir, además de la medicación, contempla las condiciones de higiene y alimentación. El servicio penitenciario no respondía a esa instrucción. Por otro lado, Barrera había mostrado buena conducta con sus compañeros”, expresó Sebastián Púmara, nuevo abogado del condenado.

En la cárcel carecerían de atención básica e indispensable. Allí, no habría médico las 24 horas ni ambulancia, al igual que un desfibrilador, entre otros elementos. Inclusive, la alimentación no habría estado acorde a los consejos médicos. En su sentencia, Guyot (ex director del sistema penitenciario) requirió al Poder Ejecutivo (PE) que un plazo de 90 días cubra todas esas obligaciones.

Ante esa situación, el letrado realizó un planteo para modificar la modalidad de cumplimiento de pena, “con base en normas de los Derechos Humanos y tratados internacionales”, entre otros marcos constitucionales. “Si el señor Barrera hubiera seguido bajo esas condiciones, no habría sido cinco años de prisión, sino una pena de muerte. Eso fue expuesto ante el Juez de Ejecución”, enfatizó Púmara.

Púmara explicó que por estas horas se iban a presentar todos los requisitos para que se hiciera efectiva la prisión domiciliaria. Barrera tiene previsto reubicarse en su vivienda del barrio Policial, donde ha residido desde hace 30 años.

Barrera, según los fundamentos de la Sala II, había tenido una misión especial el 11 de marzo de 2006, el día del hallazgo del cuerpo de Paulina. “Al cuerpo lo has encontrado vos y tu gente”, le había dicho el encubridor a Enrique García, ex comisario de Raco. También intentó favorecer a ese oficial para que no relatara los verdaderos hechos.

Reacción

Alberto Lebbos, padre de Paulina, cuestionó la medida de Guyot, al afirmar que “están todos a favor de la puerta giratoria”. “Unos jueces corajudos condenan. Y otros , a favor del delito, liberan”, se quejó.

En julio, Eduardo Di Lella recuperó la libertad por disposición de la Cámara Penal, Sala en Feria. Ese Tribunal ordenó el cese de la prisión preventiva, al considerarla “ilegítima”, en respuesta a lo que había solicitado la Corte Suprema de Justicia en junio. El ex secretario de Seguridad de la gestión de Alperovich había sido condenado a seis años de prisión también por el encubrimiento del homicidio de Lebbos.

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