Camila Palina: “Trato de derribar mitos y de que la gente se vista como quiera”

Camila Palina: “Trato de derribar mitos y de que la gente se vista como quiera”

Cerca de 17.000 personas la siguen en Instagram. Cómo es trabajar con marcas internacionales y qué implica “influenciar”

Hace poco sólo publicaba “fotos lindas”. Empezó a pensar que tenía que transmitir un mensaje más allá de una sonrisa “casual”, como las que abundan en Instagram. Comenzó a recomendar formas de vestirse. Sus amigos y familiares se burlaban. “¿A quién le hablás?”, le preguntaban, hasta que a muchos desconocidos les empezó a interesar. Una vez sugirió usar una camisa atada y un pantalón tiro alto. Una chica le comentó: “me encanta lo que hiciste, me inspiraste”, y le envió una foto vestida como ella. En ese momento, Camila Palina se dio cuenta de qué quería transmitir. Ahora la joven de 25 años tiene 17.600 seguidores en Instagram, trabaja para marcas reconocidas a nivel internacional y se ha convertido en una referente de moda para mujeres y hombres. Su historia, aquí, en la entrevista que le dio a “La Otra Pregunta”, el ciclo de entrevistas de LA GACETA Play.

- En la biografía de tu cuenta de Instagram (@camipalina) se puede leer la frase: “Usa lo que te guste, siempre con actitud”. ¿Ese es el mensaje que intentas dar con tus publicaciones?

- Sí, totalmente. Trato de derribar mitos. Por suerte, cada vez más, la sociedad está cambiando y las mujeres nos animamos a más cosas. Hace tres años, si eras petisa no podías usar bucaneras porque te acortaba visualmente, y si tenías mucho busto no podías usar estampados. Me gusta demostrar que somos libres. No es necesario estar comprándose lo más nuevo, hay que tratar de encontrarle la vuelta a lo que ya tenés. Y sentirse cómodo con lo que se lleva puesto.

- Tenés 17.600 seguidores. ¿Es mucho o poco? ¿Qué determina la influencia?

- Sí, es mucho, pero como siempre digo: importa más la calidad que la cantidad de la gente que te sigue. Tal vez tenés 200 seguidores, y son 200 personas que interactúan con vos, que te contestan y te comentan las fotos. De a poco vas creando tu comunidad. Yo tengo la mía. Me gusta, porque a veces me mandan una foto y me dicen: “mirá, seguro esto te gustaría a vos”. La gente sabe que me gustan los chocolates, que amo ir a merendar. A muchos no los conozco más que por las redes, y tenemos un vínculo lindo. Una vez subí una foto vistiendo un pantalón negro y la prenda se agotó en el local que la vendía.

- ¿Con qué marcas trabajás?

Estoy trabajando con Zelmira, una agencia de Buenos Aires. Con ellos trabajo con dos marcas: Kenzo y Givenchy. Ahora también estoy con marcas locales de calzado como Gerf, que es tucumana; con una marca de celulares que se llama Yen Import; con el grupo La Unión, que tiene calzado e indumentarias.

- ¿Se puede vivir de esto en Tucumán?

- En Argentina es muy difícil, a comparación de otros países. En Tucumán es más difícil todavía. Se te abren muchas puertas, pero no son muchas las agencias y empresas que pagan en efectivo.

- ¿Cómo es el arreglo que se hace con una marca?

- Depende de la marca. Yo mando un presupuesto y detallo. A veces te exigen: “yo quiero que te saques una foto con un vestido negro y que haya un fondo blanco”. Hace poco me convocaron para cubrir un evento de moda. La condición era estar ahí 120 minutos como máximo, hacer un posteo en el feed y tres historias. Me pagaban $2.000. La idea era promocionar el local, las prendas, la nueva colección. También trabajo con marcas que no me pagan en efectivo, pero por ejemplo me dan $6.000 en perfumes, o vas a un restaurante y te invitan una comida...y así.

- ¿Te preparaste para hablar de moda?

- En eso me considero una caradura. No estudio nada que tenga que ver con la moda. Estudio Turismo y Ciencias Políticas. Mi único “estudio” de moda fue un curso teórico práctico en la Universidad de Moda, Lujo y Diseño de París (Francia) el año pasado. Aprendí sobre la industria, cómo se hace un desfile, charlé con gente muy importante, como el señor que hace las vidrieras para Gucci. Los looks que subo son los que yo uso, pero no tengo conocimientos profesionales al respecto.

- ¿Lidiás con los “haters” (personas que agreden en las redes)?

- Sí, pero muy pocos. Trato de que no me afecte, sé quién soy y el esfuerzo que hago para estar donde estoy. La pregunta de siempre es cómo hago para irme de viaje. La gente cree que uno no trabaja, que uno no estudia, nada. Yo ahorro, me levanto a la mañana, llevo a mi hijo al jardín, estudio, me encargo de la producción y el contenido de locales de ropa de bebés, de hombres, calzado e indumentaria de mujer. También me preguntan “¿por qué subís esa foto si tenés los pechos muy caídos?” o me dicen “estás muy gorda”. Yo les digo: mi cara sale gorda porque es mi cara, si me salen los pechos así es porque soy madre y así los tengo.

- ¿Cuál es el trabajo que hay detrás de cada posteo?

- No sólo se trata de publicar fotos. A través de las estadísticas, uno ve el rango de edad de los seguidores, de qué lugar son, y en base a eso decide el contenido. Si le estoy gustando a chicas de 24 años, les puedo mostrar cómo iría vestida a la facultad. Al comienzo era muy estructurada: los sábados eran días de fotos. Preparaba mis looks, pero era muy estresante, hasta que decidí que sea más natural.

- Instagram recibe muchas críticas porque a muchos les genera presión la aceptación o no de otros a través de los me gustas. ¿Cómo ves eso?

- Es real. Hay gente que llega a borrar la foto ante la falta de reacciones. Debo confesar que tenía una época en la que era así. Pensaba: “me esforcé tanto para esta foto, y ¡tiene tan pocos me gustas!” Me preguntaba: “¿qué hago?” Pero nunca llegué a borrar fotos. Creo que no hay que enredarse.

- ¿Y qué opinás del feminismo?

- Me encanta que se le dé a la mujer el lugar que se merece: dirigiendo una empresa o a la cabeza de algo. Mi mamá siempre ha sido referente en ese sentido. No celebro los fanatismos extremos, como considerar machismo a que te regalen flores.

- Tu papá (Roberto Palina) es secretario de Trabajo de la provincia y tu mamá (Nancy Bulacio) es legisladora. ¿Pensaste que eso te condicionaría?

- Sí, y tuve miedo de perjudicarlos a ellos. La gente dice: “ésta viaja porque los padres les pagan las cosas”. En realidad mi miedo tenía más que ver con exponerlos. De hecho en mis redes no publico nada sobre ellos, por su exposición y porque tampoco quiero que se mezclen las cosas de lo que es mi cuenta con sus trabajos.

- ¿A ellos les gusta lo que hacés en Instagram?

- Ellos lo aceptan. Primero lo veían como un juego, ahora entienden que es mi trabajo y les gusta. A veces se ríen, otras me hacen burla, pero llega el Día del Padre, me llega un perfume Givenchy de regalo o una cena gratis, y están felices (risas).

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios