Por Roberto Espinosa
07 Julio 2019
la gaceta / Fotos de José Nuno
En 2016, en ocasión de los 200 años de la Independencia patria, se escucharon enjundiosas oratorias de muchos de nuestros dirigentes que instaron a trabajar juntos tras un objetivo común; otras se refirieron a lograr la unión, así como el respetar al otro o dignificar los cargos públicos. Años atrás se había dicho que era una fecha ideal para la revalorización integral de los aspectos urbanísticos, ambiental, histórico cultural y artístico, así como la adecuación de infraestructura turística, deportiva, vial, de seguridad y transporte. Se pensó que ese año debían inaugurarse obras importantes para la provincia. ¿En qué quedaron esas propuestas? El Bicentenario de la Declaración de la Independencia fue una oportunidad desperdiciada por Tucumán, en cuanto a encarar o concretar proyectos o asignaturas pendientes o para refundarlo.
Elena Perili de Colombres Garmendia - Historiadora
la gaceta / Fotos de José Nuno
Se podría comparar el Bicentenario de la Independencia en 2016 con la celebración del Primer Centenario en 1916, en Tucumán. Es justo afirmar que se dejaron pendientes obras necesarias. Nuestro patrimonio histórico-arquitectónico se halla seriamente afectado, se podría haber avanzado en la restauración de San Francisco, de la Sociedad Sarmiento, en la creación de un Museo de Arte Contemporáneo, etcétera. El Bicentenario enfrentó un contexto político y económico complejo. No lo fue menos el de 1916, no obstante, hicieron una celebración perdurable, sobre todo en materia cultural. En el Bicentenario faltaron obras y una acción más amplia que fomentara el sentido de pertenencia.
Víctor J. Elías - Doctor en Economía
la gaceta / Fotos de José Nuno
Los centenarios de la Independencia argentina demandan a la sociedad emprendimientos institucionales, científicos, económicos, sociales y culturales, que perduren por muchos años. Alrededor de 1916 se crearon en Tucumán la Universidad, la Estación Experimental, vías de transporte, hospitales. Es aún temprano para evaluar lo hecho en el segundo centenario y es difícil saber cuál de ellos será recordado en el tercero. El período de celebración no concluyó en 2016 y nos permite seguir intentando en proyectos perdurables. En los fenómenos económicos y en otros, las fuerzas motrices del ingreso y de los precios relativos tienen mucho peso para definirlo. El crecimiento y la sana convivencia con libertad demandan esfuerzos diarios, así como lo requirió consolidar ese grito de independencia desde Tucumán el 9 de julio de 1816.
Rosa Ávila - Actriz
la gaceta / Fotos de José Nuno
Se lo tendría que haber aprovechado más: abrir más posibilidades de trabajo para los jóvenes, no ha sucedido eso porque somos vagos, nos gusta que nos den todo servido, incluso las listas para votar. Tendría haber más salas de teatro, como la de la Municipalidad… Hay salas desaprovechadas, como la de la Fotia que es hermosa y céntrica, o la de la Biblioteca Sarmiento, equiparlas. El teatro es importante porque es una forma más abierta de cultivar a la gente, pero no se lo tiene en cuenta, importa más la educación física u otro tipo de actividad.
Osvaldo Aiziczon - Psocioanalista
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La larga decadencia tucumana puede convertirse en lucha uniendo libertad con independencia. Por el contrario, se inviste con una presentación formal que otorga brillos opacados y aburridos. ¿Si Tucumán tiene oportunidades desperdiciadas? ¡Claro que sí! Pero no por descuido, sino por la tendencia mayoritaria a identificarse con el desperdicio, con la basura. Los trenes del progreso ni siquiera nos atropellan: nos pasan por encima. Y solo somos importantes cuando nos declaramos serlo, luchando contra la propia mediocridad. Como Cuna de la Independencia este niño no crece. Tendremos que cambiarles pañales y cantarle a la luna porque alumbra y nada más.
Eduardo Robinson - Economista
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Tucumán es la provincia territorialmente más chica del país, sin embargo, posee una importante diversificación productiva, desde azúcar, cítricos, frutilla, palta, arándano, soja, entre otros. Posee un sector industrial pujante, cuatro universidades, el sector comercial más importante del NOA, es decir, tiene una economía con importante potencial. Pero, tiene un bajo nivel salarial del sector privado, no atrae inversiones, elevada economía informal, con problemas irresueltos de infraestructura de larga data, las recurrentes inundaciones en el sur. El bicentenario fue una oportunidad que no fue aprovechada en su totalidad y eso obedece a que carece de una estrategia de desarrollo.
Donato Grima - Artista plástico
la gaceta / Fotos de José Nuno
El inventario de las asignaturas pendientes, proyectos y olvidos desbordaría la mismísima Enciclopedia Británica. Pensé que la historia se estremecería en el amanecer de un nuevo centenario que nos abraza. Pero nada de eso sucedió. Seguimos acumulando frustraciones. Es una provincia con pulmones universales, pero demasiado pequeña para tanto egocentrismo político concentrado. Sin dudas que hay algunos logros, pero lo conveniente sería pasar revista al propio tiempo transcurrido, y pensar de aquí para adelante, sin abstracciones.
Jorge Alves - Director teatral
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Llegar a 200 años y seguir en lo mismo, sin modificaciones, los políticos haciendo lo que les parece o se les da la gana, uno vive decepcionado con un país que aparentemente no crece no porque uno contribuya al crecimiento, son los que mandonean los que pueden dictar las reglas para que el país crezca. Estamos estancados… Tucumán es un calco de lo que pasa en el país, tenemos un gobernador que le echa la culpa de todo al Presidente, es una ineficiencia total de la gente que está al frente, si no sabés qué hacer, tenés que renunciar. Repetimos siempre la misma historia. Nadie piensa en la unidad nacional.
Daniel Ploper - Director de la Estación Experimental "Obispo Colombres"
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En la pregunta hay una afirmación implícita con la que no necesariamente coincido: que la fecha del bicentenario fuese “una oportunidad” para el relanzamiento de la Nación o de la provincia. El efecto simbólico de la celebración de una fecha colectivamente significativa obra en todo caso, sí, como estímulo compartido; aquí, por ejemplo, para seguir construyendo una nación verdaderamente federal, todavía en proceso de fundación. Esa tarea supone ideas, proyectos y consensos en permanente desarrollo. Si hay una lección de la agricultura es que el progreso es gradual, pero efectivo si se hace algo al respecto todos los días.
Santiago Garmendia - Doctor en Filosofía
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Nos falta la idea misma de proyecto común, más allá de las histerias laudatorias o denigrantes. Se entiende la razón, nuestra forma de vida se asemeja a la cosmovisión azteca, según la cual el sol muere y renace cada día. Por eso es que si de repente a un azteca-tucumano le hablan en centenas de años sin mencionar el aguinaldo, le resulta casi una burla. De paso recordemos que para los aztecas el dios civilizador llegaría cuando coincidiesen los calendarios, el ritual, el solar y el venusino. La fecha fue 1519, la llegada de Hernán Cortés.
Carmen Perilli - Doctora en Letras
El Bicentenario de la Independencia pasó sin que la realidad de la provincia sufriera cambios importantes. Persisten algunas acciones pero nos faltan proyectos de nación y región. Si leemos la realidad hoy vemos que en todos los ámbitos reina la despolitización producida por la disolución de los partidos en aras de una suerte de cuentapropismo que las recientes elecciones han incrementado. Hay pocas obras en todo sentido que hayan modificado situaciones estructurales.
la gaceta / Fotos de José Nuno
Clotilde Yapur - Pedagoga
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Comparar centenarios es una ocasión para evaluar propuestas realizadas y a realizar. En Tucumán, 1916 se recuerda con un fuerte proyecto destinado al desarrollo económico y social, con creaciones significativas tales como: Teatro San Martín, Legislatura, Hotel Savoy, Colegio Nacional, cada uno con sus significados sociales y culturales. En 2016, salvo festejos alusivos, no hubo ni evaluación de lo logrado ni diseños de proyectos sustantivos para el desarrollo provincial. Futuros posibles como mejor educación (cobertura, pertinencia y resultados), reducción de la pobreza, promoción del bienestar... ¿Por qué? Quizás una degradación de la política, mala formación ciudadana. Perdimos una oportunidad histórica.
Miguel Isas - Médico
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Fue desperdiciada porque la provincia, la región y el país tienen que desarrollarse armónicamente y en su totalidad, y Tucumán no se ha desarrollado de ninguna de las dos maneras. Tenemos graves falencias, por ejemplo, en la parte vial. En Amaicha, Quilmes, Colalao, hay sol todo el año, ideal para el turismo, es la industria sin chimeneas la que necesita Tucumán. Es inadmisible que no esté correctamente pavimentada la ruta que va de Tafí del Valle a Amaicha; faltan ocho km para terminar la ruta de Hualinchay a Colalao. Miguel Critto, en plena Segunda Guerra Mundial, en dos años dos meses y 17 días, 650 tucumanos con pala y pico construyeron la ruta a Amaicha a Acheral. Aprendamos de nuestros mayores.
Eugenia Flores de Molinillo - Escritora
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Refundar, refundir… ¡peligrosa cercanía la de estos vocablos! Sí, el Bicentenario pudo haber inspirado una refundación, pero… ¿hubiera servido estando vigentes la compra de votos y de voluntades, la precariedad de la justicia, la dádiva, el ninguneo a la educación, la droga, la violencia, la irresponsabilidad… y siga el desfile? Refundar no tiene fecha de vencimiento. Refundir tampoco. ¿Qué tal si intentamos refundaciones cotidianas concebidas con honestidad, instrumentadas con creatividad y puestas en práctica con eficiencia? El hecho de que las luces del Bicentenario ya hayan pasado no nos exime de la responsabilidad de un Tucumán mejor.
Héctor Viñuales Santafe - Presidente de la Cámara de Turismo de Tucumán
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El Bicentenario sí fue aprovechado, ya que a partir de ese año, Tucumán despegó como un destino excelente para congresos y convenciones. Ese año se congregó un número importantísimo de eventos de gran magnitud, que tuvieron gran convocatoria y que generaron fidelidad al destino: el Congreso Eucarístico Nacional con miles de participantes, donde todo funcionó correctamente por el trabajo mancomunado de los privados con el Gobierno. El Bicentenario no contó con las grandes obras de alto impacto, que sí tuvo 2010 en el que la Nación y la Ciudad inauguraron el Centro Cultural Kirchner y el Teatro Colon, entre otras obras. Hay un excelente trabajo del Ente Tucumán Turismo y obras importantes como el Centro de Interpretación de Quilmes, las obras en El Cadillal, pero siguen faltando otras que desde nuestro sector vemos como fundamentales como el estadio único, los accesos a nuestra ciudad, la autopista al aeropuerto y a Termas de Río Hondo.
Luis Víctor Gentilini - Músico y compositor
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Quizá una más de todas las oportunidades que Tucumán ha perdido desde los años de desastre del 66 con el cierre de ingenios azucareros y el desbande de buena parte de la población trabajadora.
Josefina Racedo - Psicóloga social
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El Bicentenario se inscribió en un largo proceso de dudas e incapacidades de los gobiernos provincial y nacional. Para la provincia era una oportunidad producir un afianzamiento de los aspectos más necesitados de su identidad. La promoción y/o el auspicio de actividades culturales fueron magros, más aún en el ámbito de la cultura popular. Rescato la colección de Historia de los Municipios, organizada por el CFI, el Gobierno Provincial y la Universidad. Sectores independientes sí realizaron actividades en toda la provincia. Necesitamos rescatar el sentimiento de pertenencia a una historia de triunfos y derrotas, y seguir construyendo nuestra identidad como pueblo.
Lucho Hoyos - Músico y compositor
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Me parece que sí; obviamente las autoridades dejaron pasar una excelente ocasión para poner a Tucumán en otro lugar. Para mí era la oportunidad exacta para colocarlo en la gran consideración del mundo todo. Pero nadie lo vio venir... y cuando llegó, nadie lo vio. Habría que reconocer las fallas para intentarlo, aunque sea ahora (tarde como siempre). Un pueblo serio con autoridades serias habría hecho conformar un consejo de notables para resolver lo que se podía hacer y sacar el mejor provecho. Pero estamos tan lejos de ello.
Fabián Soria - Decano de la Universidad Tecnológica
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Comparando con el centenario del 9 de Julio, en el bicentenario no se concretó grandes obras que marcaran la provincia. Obras grandes que nos hubieran hecho sentir orgullosos de nuestra identidad y de Tucumán. Fue una gran oportunidad, pero que por los motivos que fueran, no se materializó. Y de esto somos responsables todos los actores que cumplimos roles en la función pública. Pero nunca es tarde, soñemos juntos, hagamos algo grande, Tucumán se lo merece.
Jesús Amenábar - Médico
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Fue una oportunidad desperdiciada, fundamentalmente, porque no hay ningún cambio en la corrupción del Estado provincial. Al contrario, se ha profundizado. Vimos en estas elecciones el espectáculo del gobierno comprando votos, ya no con bolsones sino con dinero. La corrupción es tan nociva que ningún proyecto puede prosperar. El gobierno nacional en 2016 aportó $200 millones para obras de defensa en los ríos luego de las inundaciones en La Madrid. No hicieron nada y al dinero se lo robaron. En salud, seguimos con falencias de gravedad extrema que no se han corregido.
Rodolfo Campero - Médico, dos veces rector de la UNT
Expresado en sensaciones, el Bicentenario ha sido malogrado. Días atrás atronó la noticia de ancianos abandonados por su hijo en un bar de Rosario; hoy siento similar abandono filial hacia nuestra patria bicentenaria. El Estado omitió cumplir con el Tucumán que nos independizó y que antes, plantado como un Stalingrado, un 24 de septiembre derramó sangre libertaria. Luego prodigó a la república sus mejores talentos. No obstante, tras 200 años quedan enormes deudas: atraso, miseria y la obligación de saldar la paupérrima ignorancia del alma dirigencial. Hilda y Hugo, los ancianos consultados por su hijo respondieron: “sin embargo, lo mismo lo amamos”.
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