El garbanzo es una buena alternativa invernal

El garbanzo es una buena alternativa invernal

Este cultivo se ha consolidado entre los productores tucumanos porque no solo les permite prolongar sus labores en el campo durante el invierno, sino que además les abre la posibilidad de acceder a otro ingreso económico, para compensar algún desequilibrio derivado de la siembra, producción, cosecha y comercialización de los granos de verano.

> REPORTE RURAL

A principio del mes de mayo publicamos en este Suplemento Rural todo lo referente a las perspectivas de siembra de garbanzo para la campaña 2019, en Tucumán, donde el referente de dicho cultivo en nuestra provincia, Oscar Nicéforo Vizgarra (EEAOC) decía que las proyecciones eran buenas y se debía, principalmente, a la disponibilidad de humedad que hay en los suelos; pero también advertía que la fecha de siembra estaría algo atrasada debido a las lluvias, que no permiten avanzar con la cosecha de la soja en varios lotes de Tucumán.

El coordinador del Programa Legumbres Secas de la EEAOC comentaba que era necesario utilizar semillas identificadas, siendo éste un factor muy importante. Que la misma tenga un poder germinativo superior al 85% y que se curen las semillas con fungicida, para darle protección en el momento de la siembra y los primeros días posteriores a la emergencia.

Lo cierto que este cultivo, además del típico tradicional de invierno, que es el trigo, pasó a ser una alternativa válida para que el productor prolongue sus labores en el campo durante el invierno y le posibilite tener un ingreso más si los resultados son los esperados.

Los productores de grano afrontaron al comienzo del otoño una trilla muy tardía de la soja por la gran cantidad de días con lluvia, lo que hizo que la siembra se desarrollará muy lentamente y de acuerdo a sus posibilidades.

Lo cierto es que este cultivo, a través del apoyo permanente de la EEAOC, que viene trabajando desde el año 2002 en diferentes aspectos técnicos que van desde mejoramiento genético y pasando por estudios de fertilización, control de malezas en pre y post emergencia, evaluación de hormonas, uso de fungicidas, manejo del “gusano del cascabullo”, análisis de calidad de grano y semillas, análisis de costo producción y margen bruto, permitió al sector disponer de otra alternativa más de producción.

Los trabajos realizados por el organismo de investigación tucumano permitieron demostrar que el garbanzo es un cultivo que se adapta a un rango amplio de temperaturas, resiste a las heladas en algunas etapas de su estado fenológico (no en estado de floración y grano tierno), y que se desarrolla mejor cuando la amplitud térmica es moderada entre el día y la noche.

Los trabajos afirman que este cultivo requiere un bajo contenido de humedad -300 milímetros-, aunque se recomienda evitar el déficit hídrico en los períodos de germinación, floración y llenado de vainas.

Otra alternativa más como invernal es la lenteja que, al igual que el garbanzo, fue probada en la región con cierto éxito.

Lo cierto es que los técnicos de la EEAOC y de los Grupos CREA de diferentes zonas del país y de nuestra provincia, siguen trabajando desde hace tiempo en estos tipos de cultivos en diferentes ensayos y en distintas fincas de productores tucumanos ubicados sobre la franja oriental, tratando de afianzar aún más estos cultivos con los resultados obtenidos en sus trabajos.

En la Argentina, este grano representa una alternativa válida, no sólo para las zonas de regadío sino también para otras regiones del NOA que poseen las mejores condiciones agroecológicas en el país, para la producción de esta legumbre invernal.

El período de siembra del garbanzo va desde el inicio de abril, con materiales de ciclo más largo, y se prolonga hasta junio (principalmente en lugares con disponibilidad de riego), con materiales más cortos (tipo mexicano).

La EEAOC, a través del Proyecto Legumbres Secas, firmó varios convenios internacionales que permiten contar con una fuente de germoplasma promisorio, para evaluar, seleccionar y obtener genotipos de garbanzos que tengan un buen comportamiento agronómico, sanitario y calidad comercial adaptados al NOA.

Argentina cuenta con zonas que son adecuadas para su cultivo, y estas regiones se encuentran en diferentes áreas de producción en las provincias de Salta, Catamarca, Córdoba, Santa Fe, Tucumán y Santiago del Estero.

Hoy, el productor tucumano y de la región cuenta al alcance de sus mano todas las herramientas tecnológicas y la información disponible, tanto en manejo como las comerciales, a través de técnicos e instituciones especializadas en producción agrícola, para poder seguir trabajando en una región donde el invierno tiene condiciones muy particulares y que, a veces, hace muy difícil producir, sobre todo por su régimen de lluvias que muchas veces malogran diversas siembras. Hoy, los resultados están a la vista y los cultivos de invierno para la región NOA son una realidad, por el esfuerzo de técnicos e instituciones que aportaron sus trabajos en bien del campo.

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