Por Roberto Espinosa
16 Abril 2019
EL ARTISTA. Obras de Iramain se exhiben en el Museo de Arte Moderno. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.-
Convocado por el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el escultor tucumano Leonardo Iramain está participando con 12 esculturas de la exposición “Metafísica pampeana. Una historia de la imaginación en la Argentina”, que se inauguró el 8 de abril e incluye alrededor de 120 obras de arte argentino del siglo XIX al presente, provenientes de tres geografías distintas: la Pampa, el Litoral y el Noroeste, seleccionadas por Javier Villa, curador senior del Museo.
- ¿Entorno de qué temática giran los trabajos que te seleccionaron?
- La temática de las 12 esculturas de mi autoría que se exhiben es el rostro humano, enfocado desde un punto de vista entre figurativo y de ruptura de la figuración llegando a ser, tal vez, un estilo neofigurativo. Estas obras son de mi etapa artística más reciente de aproximadamente no más de 10 años atrás.
- ¿Cuáles son las líneas de tu producción escultórica?
- He producido cientos de esculturas y sigo haciéndolo regularmente, intercalando en el tiempo también mi dedicación a la pintura, poesía teatro y dibujo. De allí que mi producción escultórica esté ligada también a esas artes. Los rostros de los actores de teatro con sus variados cambios emocionales son una gran fuente de inspiración para mis esculturas, asimismo los rostros que vi durante mi etapa política siguen influyendo en mi arte, de ello rescato ese algo teatral y picaresco que tiene. Luego mi imaginación pone el resto.
- ¿Cómo influyó tu padre en tu obra? ¿Qué asuntos te motivan?
- Viendo esculpir y dibujar durante mi infancia y juventud a mi padre, el escultor Juan Carlos Iramain, aprendí el maravilloso arte de las formas palpables. Su labor era incansable y a mí me ocurrió algo parecido, aunque me aventuré en todas las artes y también me di tiempo para el deporte, la natación preferentemente, y aún sigo. Tengo una serie de dibujos titulada los nadadores. Otra fuente de inspiración son los pasillos de los tribunales, esos rostros por lo general de preocupación que aún prosigo viendo durante mi ejercicio como abogado. Las obras seleccionadas por el prestigioso curador Javier Villa, del museo de Arte Moderno de Buenos Aires, están hechas en fibrocemento; no obstante que él vio mis esculturas de metal, las ensambladas en madera y las de yeso, prefirió doce de cemento.
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