Manzur asumió; habló de leales y pasó lista

Manzur asumió; habló de leales y pasó lista

El gobernador aseguró que el 9 de junio será reelecto en el cargo. El PJ aceita la maquinaria electoral; presentó a sus 45 acoples y hasta se dijo que el alperovichismo pescó “dos cangrejos”.

LA MESA CHICA. Manzur preside el PJ; Ruiz Olivares es el tesorero; Caponio el apoderado legal y Jaldo, el vice. la gaceta / foto de Ines Quinteros Orio LA MESA CHICA. Manzur preside el PJ; Ruiz Olivares es el tesorero; Caponio el apoderado legal y Jaldo, el vice. la gaceta / foto de Ines Quinteros Orio

Fidelidad; lealtad y responsabilidades. Esas tres palabras fueron mencionadas anoche tres veces en su mensaje como presidente del distrito Tucumán del Partido Justicialista (PJ). Juan Manzur, gobernador, es otro. Con el mismo discurso, pero más enfático a la hora de plantarse en la campaña. Sabe que no tiene lugar para los errores y que, si quiere la reelección, tendrá que dividir las aguas entre aquellos que se juegan con el proyecto que encabeza junto con el vicegobernador Osvaldo Jaldo, y los otros que no están seguros de continuar en el Frente Justicialista por Tucumán si no hay cargos disponibles.

Manzur ingresó al salón de actos del PJ como aquellos boxeadores que se encaminan al cuadrilátero. Pero no pegó él directamente. Sí lo hizo Jaldo, al promediar el mensaje que dio en la ceremonia de asunción de las nuevas autoridades del distrito. Y mandó un mensaje en clara referencia a la estrategia del senador y postulante a la gobernación por Hacemos Tucumán, José Alperovich. “Si quieren seguir pescando en esta pecera, tienen que cambiar la carnada, porque sólo engancharon dos cangrejos”, lanzó el ahora vicepresidente partidario. Aludió, así, al alejamiento del legislador Guillermo Gassenbauer, y del concejal Armando Cortalezzi, que hoy se sientan en la mesa de decisiones del alperovichismo.

Manzur, en tanto, dirigió su discurso hacia la persuasión. Arrancó con un “quedó chica la casa para albergar tantos dirigentes”. Continuó con las mismas frases de aquel 17 de octubre en el Hipódromo; de unidad de todos los sectores internos; de no proscribir a Cristina Fernández de Kirchner dentro de las internas del PJ nacional y de reivindicar los principios partidarios. “Siempre fui leal y fiel la causa. Y ustedes saben de lo que hablo. Fui leal y fiel hasta el extremo. La lealtad es algo que me enseñaron. En el PJ nadie debe llevar por delante a nadie. En el partido no existe el prepo”, acotó.

La postal peronista

El PJ se movilizó hacia su sede. Esta vez no hubo traslados en colectivos (algo que los mismos dirigentes intentaron una y otra vez comunicar), pero sí presencia de dirigentes partidarios, de punteros políticos y de socios electorales. Manzur pasó lista de cada uno de ellos, luego de que el apoderado legal del PJ, Marcelo Caponio, convocara -uno a uno- hacia el escenario a los referentes de las fuerzas que acompañarán al binomio Manzur-Jaldo en las próximas elecciones. Contaron 45 acoples y arrancaron con el que lidera el legislador Juan Antonio Ruiz Olivares, Acción Regional. Continuó con el Tucumán Innovador de los Orellana y con Tucumán en positivo de la secretaria de Gobierno, Carolina Vargas Aignasse. Después firmó el Partido de los Trabajadores de Roberto Palina, la Marea Verde de los Assán (sólo la legisladora Sara -no Carlos “Alito” Assán- estuvo presente). También se mencionó a Unión y Progreso Social de Mario Koltan y a Pueblo Unido. En esta última mención, el peronismo le rindió un homenaje al fallecido dirigente radical y líder de esa corriente Gumersindo Parajón. El minuto de silencio no llegó a los 60 segundos; transmutó en un sentido aplauso para el ex legislador.

Manzur, en su discurso, apeló a la soberanía política, a la justicia social y a la independencia económica. Y, en este último postulando, le mandó un mensaje al presidente Mauricio Macri. “No podemos seguir preguntándole al FMI qué es lo que tenemos que hacer”, arengó el gobernador. Insistió con la lealtad hacia el pueblo peronista y su dirigencia. “En lo político, es el máximo cargo que cualquier militante puede aspirar: convertirse en el presidente del Partido Justicialista, y en mi provincia”, indicó apenas bajó del escenario. Aseguró que el 9 de junio será reelecto.

Manzur se fue de la sede del partido que ahora preside con la convicción de que se encolumnó a la tropa. Que ahora quedarán más expuestos aquellos que quieran abandonar el proyecto político de la Casa de Gobierno. “No faltó nadie”, indicó un dirigente. Jaldo fue más explícito. “Si falta alguno, no lo extrañamos. Aquí están todos los dirigentes que necesitamos para ganar”, expresó.

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