El índice más profundo en más de una década

El índice más profundo en más de una década

Cuesta encontrar una cifra que se compare al dato de pobreza que ayer difundió el Indec y que, para el caso tucumano, ha crecido al 32,2%. A primera vista, puede decirse que esa tasa es la más alta en casi 12 años. Durante el primer semestre de 2007, la pobreza había sido del 35,4%. Todo lo que vino después fue una maraña de cifras en medio de un apagón estadístico. Al organismo estatal le cuesta todavía reconstruir la serie histórica desde aquel momento en que fue intervenido durante la gestión kirchnerista.

La realidad agobia. Una inflación anual que rozó el 50%; una canasta básica total que encareciéndose no solo por los alimentos, sino también por las tarifas hasta llegar a los $ 22.037 para que una familia tipo tucumana no sea considerada pobre; una economía que registró una caída del 2,5% y una recesión que ha desalentado la generación de empleo han sido un coctel que dictaminó el profundo problema socioeconómico argentino. El incremento de la pobreza en Tucumán ha sido consecuente con aquellos indicadores. La variación ha rozado el 48% al comparar el dato de 2018 con el de 2017.

El arranque del año electoral no ha sido alentador pensando lo que puede ser la medición del primer semestre. Sólo en Tucumán, la Canasta Básica Total se encareció cerca de un 10% en el bimestre y una familia tipo ahora tiene que contar con $ 6.000 más para cubrir sus gastos en alimentos y en servicios básicos.

El incremento de la Asignación Universal por Hijo, del Salario Mínimo, Vital y Móvil y del haber mínimo jubilatorio son medidas que tienden a paliar la situación. Pero no serán tan efectivas para cubrir el profundo bache social que ha revelado el Indec con sus mediciones. Para bajar las tasas se necesita un país estable, en el que su economía crezca a un ritmo del 3% anual. En la Argentina, ese escenario sigue siendo una materia pendiente.

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