“El buen periodista no es un empleado público; es un empleado del público”

La gripe no fue un impedimiento para que Norma Morandini, periodista y política con décadas de experiencia, disertara ayer durante el foro que debatió la relación entre el poder y la libertad de prensa. “El buen periodista no es un empleado público; es un empleado del público”, expresó a LA GACETA antes de subirse al escenario del salón 9 de Julio del Hotel Sheraton de esta capital.

El significativo juego de palabras surgió tras ser consultada por el rol del periodismo en la investigación de los “cuadernos de la corrupción”, en el marco de su participación en la quinta edición del “Foro Nuevos Desafíos del Periodismo”, organizado por la Fundación Federalismo y Libertad, con el auspicio de la Fundación Friedrich Naumann. “Esta profesión exige servir a la ciudadanía, no al poder”, señaló la actual directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado. Y agregó: “los familiares de las víctimas de la impunidad suelen decir que a las únicas personas que tienen a su lado son los periodistas”.

Justamente, Morandini -que fue diputada y senadora nacional por-Córdoba hasta 2015- había considerado al mediodía que “lo mejor que tiene el país es el periodismo de investigación”. La declaración había sido efectuada durante una entrevista realizada en los estudios de LG Play para el programa televisivo de LA GACETA Central.

Sin entrar en detalles, en el Sheraton la profesional comparó ante este diario la situación de la prensa durante las gestiones kirchneristas con la del Gobierno de Mauricio Macri. En ese sentido, apuntó contra el ex jefe de Gabinete (2003-2008), Alberto Fernández, por anunciar que la Casa Rosada mantendría, por aquel entonces, una política “de comunicación directa”. “Eso es propaganda; la prensa es la que media entre la información pública y la ciudadanía. Es una tarea profesional y sobre todo independiente”, sostuvo la periodista, formada en Córdoba y exiliada durante la última dictadura militar. Sobre la administración actual, puntualizó que “casi ya no hay pauta oficial” y dijo: “habrá que recurrir a los informes que realiza el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) para conocer el estado de la libertad de expresión”.

En medio de las adversidades y los nuevos desafíos que atraviesa la profesión, Morandini no ahorró críticas contra el denominado “periodismo militante”. “Todo el mundo tiene el derecho de militar sus ideas, pero para eso están los partidos políticos, no el periodismo”, diferenció la ex senadora. Y añadió: “esas personas no pueden engañar a la gente nombrándose como profesionales”.

El rol de la democracia

La defensora de los derechos humanos recalcó que el funcionamiento de una prensa independiente es inherente a los gobiernos democráticos. “Durante la dictadura había diarios, pero predominaba la censura”, ejemplificó. En ese sentido, remarcó que la democracia es el único sistema que garantiza la expresión sin persecución, el derecho a opinar y que ofrece una protección constitucional a los periodistas.

Asimismo, Morandini invitó a diferenciar entre la libertad de prensa y la libertad de empresa. “Las empresas periodísticas gestionan de manera pública o privada el valor simbólico de la libertad de expresión. Los periodistas son los que median entre la información del Estado y la ciudadanía, de modo que son los profesionales de la verificación”, insistió.

Con respecto a esas cuestiones, la profesional hizo referencia a la irrupción de las fake news (noticias falsas) dentro de la velocidad con la que corre internet. “Las personas deben tener la garantía de que cuando escuchan a sus periodistas, ellos han verificado todo lo que circula por las redes porque no todo lo que está allí es verdadero. Es cuanto más tenemos que exigir profesionales”, solicitó.

Morandini destacó que en los tiempos actuales, en los que la información se propaga por distintas plataformas, es clave que las empresas periodísticas brinden a sus trabajadores el tiempo suficiente para realizar sus funciones de manera adecuada. “Un buen periodista necesita tiempo para investigar, para ir a buscar en los archivos, para exigir a los funcionarios que hagan lo que se tiene que hacer en democracia, que es informar. La información es un derecho, no una mercancía”, subrayó.

Precisamente, cuando la ex diputada fue consultada en los estudios de este diario por la falta de una ley de acceso a la información pública en Tucumán, dijo que confía -y espera- en que se avanzará con esa normativa, pues posee una gran importancia para la labor de los periodistas. “En Argentina tuvimos que aprender a vencer la autoncensura”, reflexionó Morandini.