23 Marzo 2019
MAYORÍA ABSOLUTA. En los ámbitos de decisión política las mujeres escasean, denuncia Naciones Unidas. reuters
NUEVA YORK, Estados Unidos.- El reciente atentado de un supremacista blanco a dos mezquitas en Nueva Zelanda dejó a Jacinta Ardern, la primera ministra de ese país, en el centro de la escena. Bajo la mirada del mundo a la espera de su reacción, Ardern estuvo a la altura del desafío: llevó palabras de consuelo y de tranquilidad, prometió castigo y tomó la rápida decisión de prohibir la herramienta que permite masacres masivas: las armas de asalto.
La primera ministra neocelandeza es una de las poquísimas mujeres en el cargo más alto del Estado. Sólo un 5,1% de los países del mundo -son 193 los reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas- están gobernados por mujeres. Y, si esa tendencia no cambia, advirtió el organismo internacional, llevará 107 años lograr la paridad en la representación política.
El 90% de los Jefes de Estado y de Gobierno son hombres, al igual que el 76% de los parlamentarios. La gran mayoría de los países no ha tenido nunca un gobierno encabezado por una mujer.
EJEMPLO. La reacción de Ardern después del ataque le ganó apoyos. reuters
Los datos fueron revelados por la presidenta de la Asamblea General, Maria Fernanda Espinosa, en la apertura de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer que se celebró en la sede de la ONU en Nueva York. El discurso de apertura fue publicado en el portal de la organización en internet.
“En el ámbito de la participación política, las cifras hablan por sí solas”, dijo. “A menudo las candidatas, políticas en ejercicio, ministras, parlamentarias, alcaldesas y lideresas comunitarias, enfrentan grandes barreras: resistencias dentro de sus partidos, doble estándar y tratamiento discriminatorio en medios de comunicación”, agregó.
Instituciones fuertes
Una mayor participación de mujeres en la política es fundamental para los países a los que pertenecen porque promueve la estabilidad económica y contribuye a fortalecer las instituciones. “La mayor representación de mujeres en los Parlamentos asegura que se avance para cambiar leyes discriminatorias y aumentar la inversión en áreas claves, como salud, educación y protección social”, afirmó.
Espinosa recalcó que algunos estereotipos sociales imponen que, lo que las mujeres llevan puesto, importe más que sus ideas, y que cuando ejercen cargos de alta responsabilidad, la sociedad es dos veces más exigente. “Las mujeres deben demostrar a cada paso que son aptas, capaces, competentes”, dijo la ex canciller de Ecuador.
La violencia contra las mujeres en ese medio es un arma poderosa de disuasión, de intimidación, y ocurre con más frecuencia de lo que se piensa.
Agregó que la ausencia o subrepresentación de las mujeres en la vida política impacta en el reconocimiento y ampliación de sus derechos, y contribuye a perpetuar la desigualdad en el ejercicio del poder y en los espacios de toma de decisiones.
Según la Unión Interparlamentaria la proporción mundial de mujeres en los parlamentos (un 24,3%) aumentó un punto respecto de 2017.
El porcentaje de las mujeres presidentas del parlamento también aumentó en 0,6 puntos porcentuales (pasó al 19,7%), y la proporción de mujeres vicepresidentas también se incrementó en 1,6 puntos porcentuales, con lo que se elevó al 28,2%.
Sin embargo, la representación de las mujeres en liderazgo de alto nivel bajó del 7,2% de jefas de Estado elegidas al 6,6% (de 153, 10 son mujeres), y del 5,7% de jefas de Gobierno al 5,2% (de 193, 10 son mujeres).
“Sin mujeres en la política, el desarrollo sostenible, los derechos humanos y la paz están comprometidos”, dijo Espinosa.
“La tarea no es fácil. Pero si alguien sabe de luchas, somos nosotras. Los derechos que tenemos los hemos conquistado en intensas batallas”, expresó.
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